Ahora y siempre (ASP #3)

Capítulo 5

Megan

Nunca creí que volvería a Dubái tan pronto, aunque había conocido a personas maravillosas en esta ciudad, la mayoría de mis recuerdos eran negativos y deprimentes, algo en lo que definitivamente no quería pensar.

Al principio me pareció que era una buena idea porque necesitábamos el armamento, pero cuando el príncipe Hassan nos recibió en su penthouse, ya no estaba tan segura de que hubiera sido la decisión correcta.

Por la forma en que ambos hombres se miraban, sería un milagro si esta reunión no terminaba con nosotros expulsados del país para siempre o peor aún: muertos. Cuando Cristianno rodeó mi cintura con su brazo, supe que tendría que arreglar la situación rápidamente.

Me deshice de su agarre como si no significara nada, dando un paso al frente para ofrecer una pequeña reverencia a nuestro anfitrión. Al levantar la cabeza otra vez, el príncipe Hassan apoyó una mano en mi hombro con una expresión apacible.

- Bienvenida, Ginebra– Expresó, tan amable como siempre–

- Muchas gracias por recibirnos, príncipe Hassan– Respondí, dedicándole una sonrisa radiante–

Pero él apretó la mandíbula, exasperado.

- No puedo creerlo– Suspiró, bajando la cabeza–

- ¿Qué sucede?– Interrogué, confundida y alerta–

- ¿Recuerdas lo que te dije la última vez?– Preguntó, frunciendo el ceño–

Parpadee, buscando en mi memoria.

- Pedí que me llamaras por mi nombre– Indicó, ladeando la cabeza–

- Es verdad, pero creo que nunca podré acostumbrarme a eso– Dije hablando a toda velocidad–

- Comprendo, no te preocupes, después de todo eso no es lo más importante ahora– Comentó, relajado y despreocupado–

Nos quedamos en silencio unos segundos.

- Me alegra tenerte de regreso– Confesó, sincero y honorable–

- Siento que han pasado años– Señalé, encogiéndome de hombros–

- Todos están muy emocionados por tu presencia, quieren verte lo antes posible– Informó, cruzando los brazos detrás de la espalda–

- Yo también– Respondí, sonriendo–

Cristianno se adelantó hasta colocarse a mi lado.

- Lamento interrumpir este adorable reencuentro, pero me temo que no nos hemos presentado– Ladró Cristianno, apretando las manos en puños–

- Por supuesto, qué distraído: soy Hassan bin Rashid, príncipe heredero del emirato de Dubái– Saludó, inclinando la cabeza en señal de respeto–

Nuestro anfitrión apoyó una mano en su pecho, sobre su corazón.

Sin esperar una respuesta por parte de mi compañero, el príncipe Hassan señaló los mullidos sillones de color rojo del salón. Los tres nos movilizamos hasta ahí, cada uno sentándonos en lugares separados de modo que podíamos ver perfectamente nuestros rostros.

- ¿Quién es tu acompañante?– Inquirió Hassan, jovial y sereno–

Cristianno abrió la boca para hablar, pero le lancé una mirada asesina para que guardara silencio. Por supuesto, él me devolvió la mirada al instante, el doble de peligrosa y letal. Aunque fue breve y fugaz, por un momento dudé.

Finalmente, me aclaré la garganta.

- Es una larga historia– Confesé, tragando saliva–

Los ojos dorados de mi compañero dejaron de brillar, perdiendo su luz y esa fue señal suficiente para entender que lo había decepcionado profundamente. Casi podía visualizar la discusión que tendríamos más tarde.