Cristianno
Desde que mi sobrino había llegado a nuestras vidas hace un mes, la rutina de pareja que tenía con Megan hasta entonces había cambiado bastante. Ya no estábamos solos todo el tiempo, ahora había un niño de diez años entre nosotros constantemente por el cual teníamos que hacernos cargo.
No voy a negarlo, al principio me costó trabajo acostumbrarme a su presencia pero no porque no lo quisiera a nuestro alrededor. Todo lo contrario, la razón por la que me sentía incómodo era porque Dominik me recordaba demasiado a Luca y sentía que no sería capaz de soportar el dolor por su pérdida.
Sin embargo, después entendí que eran dos personas completamente diferentes por lo tanto no era justo que estuviera comparándolos, debía esforzarme por conocer más a Dominik. Es cierto que era el hijo de mi hermano, pero el parecido físico era una cosa y la personalidad era otra.
Con un poco de dedicación, las piezas del rompecabezas en que se había convertido nuestra vida volvieron a encajar. Megan y yo establecimos una nueva rutina para equilibrar nuestro trabajo junto con la responsabilidad de criar a un niño, mientras que Dominik hizo su parte integrándose a la familia con rapidez.
El niño pasaba sus días compartiendo con sus tíos y abuelos, tratando de descubrir qué tipo de personas eran. Pero últimamente, la actividad que más lo divertía era escuchar historias sobre las aventuras de su padre a lo largo de sus misiones. Esta era su oportunidad de descubrir facetas desconocidas de Luca, por lo tanto siempre escuchaba con atención cuando alguien mencionaba el nombre de su padre.
Esa tarde estaba entrenando a Dominik en el gimnasio cuando decidimos parar para descansar unos minutos. Dominik se sentó en el suelo para beber agua y secarse el sudor de la cara, mientras yo permanecía de pie a su lado recuperando el aliento.
- Vas muy bien, considerando tu edad– Comenté, guiñándole un ojo–
- No es suficiente– Gruñó, molesto–
- Tienes que tomártelo con calma, sólo llevas una semana– Respondí, restándole importancia–
Mi sobrino había decidido que estaba listo para empezar a entrenar luego de que Megan y yo conversamos muy seriamente el tema con él. Megan insistió en que todavía podía esperar un par de años si es que no estaba seguro, pero Dominik respondió al instante que quería comenzar lo antes posible. No esperó para considerar nuestra propuesta, aceptó tan pronto como terminamos de hablar.
De modo que aquí estábamos.
Camilo y Nicola, quienes estaban entrenando en una esquina apartada del gimnasio, se acercaron para conversar con nosotros. Ambos estaban sin camisetas, sus cuerpos desnudos cubiertos de sudor y el cabello despeinado por el ejercicio.
No me molestaba la presencia de Nicola, aunque por desgracia no podía decir lo mismo respecto a Camilo. Su nombre literalmente era sinónimo de problemas. Mi hermano menor se agachó al lado de Dominik, le revolvió el cabello con fuerza y le mostró una enorme sonrisa juguetona.
- ¿Cómo está mi sobrino favorito hoy?– Preguntó, riendo–
- Genial– Contestó, cortante y frío–
- Eres todo un demonio peleando, igual que tu padre: una máquina letal– Prosiguió, exagerando–
- ¿De verdad?– Inquirió el niño, emocionado–
- ¡Claro que sí, joder eres prácticamente su clon!– Exclamó Camilo, abriendo los ojos de par en par–
- No lo dices en serio, todavía estoy aprendiendo no he logrado nada– Murmuró Dominik, desilusionado–
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Ahora y siempre (ASP #3)
RomanceEl final está cerca: Megan y Cristianno lo saben. Todos tienen un rol que interpretar. Altercados del pasado, presente y futuro se dejan de lado para luchar en la guerra definitiva. Nuevas alianzas se forjan, viejas amistades se destruyen. Regla...