Capítulo 10

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Cristianno

Después de caminar durante horas recorriendo la ciudad y viendo a la gente pasar, regresé a mi hotel para darme una ducha y cambiarme de ropa. Tenía que prepararme antes de volver a salir y eso consistía en llevar el único objeto que jamás podía olvidar en caso de necesitarlo: mi pistola.

No pretendía meterme en problemas esta noche, pero portar un arma era una medida de protección que me había acostumbrado a tener siempre a mi lado, especialmente si estoy solo en un lugar público, sin que nadie cubra mi espalda en todo momento.

Observé mi reflejo en el espejo por última vez, antes de darme la vuelta y dirigirme a la puerta. Bajé las escaleras hasta el vestíbulo, luego salí a la calle y subí a la moto que había comprado. Me coloqué el casco en la cabeza, encendí el motor y aceleré a través de la ciudad, conduciendo hacia el sector donde se ubicaban los bares y discotecas.

El local que había elegido como destino con anterioridad tenía una larga fila de espera para entrar, pero sólo bastó mostrarle mi identificación al guardia de la puerta para que me dejara pasar, ahorrándome la demora

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El local que había elegido como destino con anterioridad tenía una larga fila de espera para entrar, pero sólo bastó mostrarle mi identificación al guardia de la puerta para que me dejara pasar, ahorrándome la demora.

- Olvida que me has visto por aquí– Susurré, guiñándole un ojo con complicidad–

Con discreción, coloqué un billete en el bolsillo de su chaqueta para comprar su silencio y me adentré en el edificio sin esperar su respuesta. La oscuridad me absorbió y por un instante estuve ciego, pero las luces de colores inmediatamente guiaron mis pasos, mientras que la música vibraba por mi cuerpo.

Tanto el primero como el segundo piso estaban colapsados por un multitud sin forma que bailaba al ritmo hipnotizante de la electrónica. Hombres y mujeres se movían con los ojos cerrados, sumidos en otra dimensión.

Desagradables recuerdos del pasado vinieron a mi mente, cosas en las que no quería pensar y que me había esforzado por mantener encerradas en lo más profundo de mi consciencia, todas relacionadas con una isla en el mediterráneo, creada para los jó...

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Desagradables recuerdos del pasado vinieron a mi mente, cosas en las que no quería pensar y que me había esforzado por mantener encerradas en lo más profundo de mi consciencia, todas relacionadas con una isla en el mediterráneo, creada para los jóvenes de todo el mundo, un lugar que nunca duerme: Ibiza.

Sacudí la cabeza.

Me senté en uno de los sillones que estaban acomodados contra la pared. Había reflexionado demasiado durante el día, por lo tanto ahora sólo me apetecía relajarme. Por eso le pedí a una camarera que me trajera una botella de whisky.

Ahora y siempre (ASP #3)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora