Megan
Después de la pelea que tuvimos, Cristianno y yo nos separamos en la mitad de la calle, tomando caminos distintos. Mientras él se dirigía a nuestro departamento para reunir sus cosas, yo me perdí en la ciudad durante horas.
Nunca especificó a dónde iba y yo tampoco se lo pregunté.
Al principio traté de mantenerme ocupada con el trabajo para evitar pensar demasiado, porque confiaba en que eventualmente volvería y todo se arreglaría. Pero a medida que pasaban los días, todo seguía exactamente igual, hasta que finalmente entendí que mi compañero no regresaría.
Fue entonces cuando la realidad me golpeó con fuerza.
Odiaba admitirlo, pero ser consciente de la situación y reconocer cómo estaba afectando nuestra relación me tomó más tiempo del que me habría gustado ¿La razón? Me negaba a creerlo, siempre pensé que entre los dos teníamos una conexión única. Supongo que incluso la química perfecta podía deteriorarse con tantos conflictos.
Sin embargo, todavía consideraba que necesitábamos espacio.
Luego de reflexionar detenidamente al respecto, llegué a la conclusión de que por el momento, no había ningún asunto demasiado importante que me obligara a estar atada a Nueva York.
Varias de mis tareas pendientes estaban fuera de la ciudad, muchas en el extranjero y todas requerían de mi presencia, no podía enviar a alguien más para que hiciera el trabajo en mi lugar: tenía que acudir personalmente. Pero debido a que Cristianno siempre estaba vigilándome para impedir que saliera del perímetro de seguridad, era imposible escabullirme sin que él notara mi ausencia.
...Hasta ahora.
A mi alrededor no había nadie con la suficiente autoridad para detenerme, así que guardé algunas de mis pertenencias en una mochila y me dirigí al aeropuerto. Probablemente esta era la única oportunidad que disponía para poner mis asuntos en orden y tenía que aprovecharla mientras pudiera.
No iba a quedarme en casa llorando en un rincón, eso jamás.
Cristianno y yo habíamos estado juntos por más de lo que podía recordar y esta era la primera vez que nos separábamos. Debía ser sincera, aunque amaba mi vida a su lado, también extrañaba la libertad de hacer lo que quisiera cuando quisiera sin avisarle a nadie con anterioridad.
***
Después de acelerar por la carretera durante una hora, finalmente había llegado a mi destino. Incluso con todos mis años de servicio, experiencia y prestigio, nunca había estado tan cerca de este lugar: se trataba de un sector prohibido para la mayoría de las personas.
Desde afuera el edificio ya lucía imponente, no podía imaginar cómo sería el interior.
Había estado alejada de la acción por tanto tiempo que no podía evitar sentirme ligeramente nerviosa. Lo que estaba a punto de hacer era peligroso y extremadamente arriesgado, por lo tanto, temía que la falta de entrenamiento afectara mi desempeño. Porque si fallaba cometiendo hasta el más mínimo error en el proceso, jamás saldría de aquí. Me torturarían hasta que confesara y me declarara culpable del crimen que había cometido.
De pie frente a la construcción descomunal, realicé algunos ejercicios de estiramiento para que mis músculos entraran en calor. Después, ajusté por última vez los cierres de mi traje especial, revisé mis armas, escasas pero letales y guardé las herramientas que necesitaría para trabajar.
Cuando terminé, cerré los ojos y respiré profundamente, preparándome mentalmente para lo que sucedería a continuación. Al abrir los ojos nuevamente, lista para empezar, los lentes de contacto de visión nocturna me permitieron moverme en la oscuridad como si fuera mi hábitat natural.
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Ahora y siempre (ASP #3)
RomanceEl final está cerca: Megan y Cristianno lo saben. Todos tienen un rol que interpretar. Altercados del pasado, presente y futuro se dejan de lado para luchar en la guerra definitiva. Nuevas alianzas se forjan, viejas amistades se destruyen. Regla...