Capítulo 17

1.5K 87 89
                                    

Megan

Estar aquí el día de hoy era un gran sacrificio para mí.

De haber podido, me habría gustado elegir otra ubicación, pero este era literalmente el único lugar del mundo para llevar a cabo una reunión de este estilo, así que no había otra alternativa. Odiaba el frío con toda mi alma, no toleraba el viento cortante sobre mi rostro y sólo ver nieve me provocaba náuseas.

El invierno era un clima que me traía muy malos recuerdos, escenas de una pesadilla donde una mujer de cabello rojo como el fuego me torturaba durante días atada a un poste. Aunque las cicatrices habían desaparecido, todavía podía sentir en mi piel los latigazos que habían decorado mi espalda.

Seguí contemplando el paisaje a mi alrededor: el inmenso océano embravecido frente a mí, la playa de arena negra firme bajo mis pies a pesar de la intensa nieve que caía y el cielo cubierto de nubes, cargado por una tormenta que se aproximaba.

Había llegado el momento.

Cuando me di la vuelta, me encontré con cada uno de los integrantes de la Unidad de Exterminio, rodeándome en un círculo. Permanecían en silencio y aunque se estaban mirando entre ellos con desconfianza, no pude evitar sonreír.

Realmente habían venido.

Islandia era un país lejano, olvidado por el resto del mundo y totalmente inhóspito. No sólo era difícil llegar hasta aquí, sino que también era difícil salir. Moverse con libertad por los alrededores era extremadamente peligroso si no contabas con conocimientos básicos de supervivencia. Además, el clima era inestable y la población escasa.

En resumen, era el lugar perfecto para este tipo de reunión

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.

En resumen, era el lugar perfecto para este tipo de reunión.

Antes de hablar, me concentré en escuchar el sonido de las olas rompiendo contra la costa mientras me tomaba unos segundos para observarlos. Analicé los rostros de todos, uno por uno, hasta asimilarlos con sus nombres.

Los había aprendido de memoria para no olvidarlos, pero ahora que los veía en persona mi corazón latía a toda velocidad. Nadie hablaba, pero un sentimiento cálido se instaló en mi pecho, como si me hubiera reencontrado con mi familia perdida después de un largo tiempo.

- ¿Qué significa esto y por qué nos congregaron aquí?– Preguntó un hombre, mirándome fijamente–

- Primero les voy a pedir que me dejen hablar a mí, si pueden hacer eso les prometo que avanzaremos más rápido y serán capaces de entender todo– Respondí, alzando el mentón–

Accedieron a regañadientes, emitiendo gruñidos y muecas de amargura.

- Me llamo Megan Carter y ninguno de ustedes se conoce, pero todos tenemos algo en común– Declaré, mortalmente seria–

Procedí a contarles la historia que merecían saber, el secreto que escondía su existencia y les revelé la información que nos ocultaron toda la vida. Me preocupé especialmente de ser directa, clara y precisa, como si fuera una instrucción militar. Asumí que para ellos sería más fácil procesar lo que les decía de esa forma.

Ahora y siempre (ASP #3)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora