Sophie es la protagonista de la más famosa y peor serie de televisión del momento. Además de lidiar con fans, debe acabar el colegio, aguantar las tonterías de sus amigos, superar a su ex-novio muerto y sobre todo sobrevivir a su club de anti-fans.
¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.
Steve la estaría esperando y de nuevo tendría que pasar por el mal rato explicando lo sucedido. O tal vez no. Steve no tenía por qué enterarse de Ian. Total, si decidía quedarse con él, las cosas seguirían como hasta ese momento, y si se decidía por Ian, simplemente terminaría con Steve.
Entró pretendiendo normalidad; como esperaba, el joven parecía algo incómodo en presencia de Alan. Durante sus meses juntos como novios, había intentado incluirlo en su grupo, pero su esfuerzo había sido infructuoso, simplemente había una barrera entre Steve y sus amigos.
—Hola Steve.
—Tenemos que hablar. —No respondió a su saludo y la sacó de nuevo a la calle. Parecía molesto, tal vez recién reaccionaba a lo ocurrido la noche anterior.
La soltó con un poco de torpeza, estaba nervioso, se movía de un lado al otro y apretaba el celular.
— ¿Qué pasa? —preguntó la chica, sorprendida por verlo fuera de control por primera vez.
—Que tal vez soy demasiado bueno, pero no soy estúpido. ¿Por qué me haces esto? ¿Es por publicidad? ¿O solo te gusta jugar a dos puntas?
— ¿De qué hablas? —Casi se atora con sus palabras. Steve lo sabía, de alguna forma se había enterado de lo de Ian.
No respondió, le extendió su celular, en la red social de un periódico estaba una foto de ella besándose con Ian, acompañada de otras donde se los veía claramente caminando de la mano.
Su paseo por la ciudad no había pasado desapercibido y esa noticia cobraba más importancia que su gran fiesta de cumpleaños.
—Creí que nunca leía las noticias —dijo en voz baja, sumamente apenada, consiente del daño que le había hecho.
— ¿Y aprovechaste que no las leo para burlarte de mí? Me enteré porque mi representante me llamó esta mañana. Quedé como un idiota frente al mundo y ni hablar y de la imagen que tu estas dando, no tardarán en llamarte también.
—Sí, ya me imagino que dicen de mí, sobre todo tu club de fans.
—No puedo creerlo. —Le arrebató el celular de nuevo y observó con rabia la fotografía—. Es la primera vez que me enamoro de alguien y resultó ser una broma.
— ¡No es así! —Gritó con ojos llorosos, lo último que quería era lastimarlo, se sentía tan mal o peor que él—. No me hago la burla de ti, esto es algo muy complicado, por eso no pude hacer el amor contigo ayer. No te estoy engañando, bueno un poco, en realidad lo engañaría a él contigo si tomamos en cuenta con quien me arreglé primero —consideró.
Steve se cansó de oírla, estaba tan decepcionado y dolido que no quería saber nada más.
—Déjame explicarte —pidió Sophie, no lo dejaría ir sin que supiera la verdad—. Si lo que te cuento no te convence puedes odiarme todo lo que quieras y te juro que me encargaré de limpiar tu imagen, yo aceptaré las consecuencias y seré la mala de la historia. —No esperaba convencerlo con eso, pero Steve regresó a la acera y con un gesto le dio a entender que a regañadientes le daba una oportunidad de explicarse—. ¿Recuerdas a Ian? —comenzó.
