Después de recoger a Sophie y llevarla al pub que ella le había indicado, se sintió como un verdadero estúpido al encontrase ahí a los amigos de la chica. No solo le había entendido mal, sino que tendría que soportar toda una velada con Ian también.
Sophie corrió a abrazar a su hermano, a quien no veía desde que se había ido de su casa. Extrañaba tenerlo cerca, aunque también le daba curiosidad saber cómo se mantenía solo o cómo se llevaba con Ian, especialmente si sobreviviría al colegio nuevo que según le habían contado era una pesadilla.
—No esta tan mal —le comentó—. No comemos muy bien y juro que ya no podré ver una banana en mi vida, mi nuevo colegio es un antro de perdición, pero está mejor que los niños ricos de Saint Abel —dijo mirando directamente hacia a Evan—. Y es divertido en realidad, uno tiene que ingeniarse las cosas. Ayer por ejemplo conseguimos comida para media semana y varias citas.
— ¿Haciendo qué?
—Colándose a quince años —dijo Alan—. Son unos perdedores, van a fiestas a las que no fueron invitados para robar comida. ¿Dime cuán patético es eso?
—Menos patético que tu novia se case con otro —respondió Tiago, callándolo de pronto—. La fiesta a la que fuimos ayer era de un colegio de mujeres, como no habían chicos nos pidieron ser pajes de las damas. Luego un par de chicas nos dieron invitaciones para sus fiestas que serán el próximo mes y otras tres nos van a pagar por ir con ellas a otra fiesta y pretender que somos sus novios.
— ¿O sea que van a salir con chicas por dinero? —preguntó Sophie, un poco escandalizada.
—Si te pones muy celosa no lo hago —dijo Ian con un tono pretencioso.
— ¿Celosa de una chica que tiene que pagarle a un desconocido para hacerse pasar por su novio? Créeme que no, puedes seguir con tu negocio.
—Genial, porque así podremos sobrevivir hasta que el ocioso de tu hermano consiga por fin un empleo y yo deje de mantenerlo.
— ¡Tú no me mantienes! —lo señaló molesto—. Todavía tengo lo que le robé a Daniel. Y no soy un ocioso, busco trabajo todos los días, pero nadie me contrata por ser menor de edad, eso no es mi culpa, a este paso aceptaría hasta lavar autos.
Sophie le hizo a Ian un gesto para que se aproximara a ella, lo jaló torpemente debajo de la mesa y le preguntó en susurros:
— ¿No le dijiste que fuera donde te dijo Thaly?
—No todavía, quiero que sufra un poco más.
—Solo dale la maldita dirección. Que trabaje de una vez por todas, vea que no es bonito y regrese a casa.
Ian hizo una mueca de fastidio e interrumpió la conversación de Tiago con Alan.
—Escucha, sé de un lugar donde tal vez puedas trabajar. Van a aceptarte sin importar tu edad. Al regresar te doy la dirección —dijo esperando que Sophie se diera por contenta con eso e ignoró los reproches de su amigo por no habérselo dicho antes.
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Mi vida un show
HumorSophie es la protagonista de la más famosa y peor serie de televisión del momento. Además de lidiar con fans, debe acabar el colegio, aguantar las tonterías de sus amigos, superar a su ex-novio muerto y sobre todo sobrevivir a su club de anti-fans.