Voy a ser un buen hermano

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Después de mucha insistencia, Ian terminó llevando a Claudia a su departamento

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Después de mucha insistencia, Ian terminó llevando a Claudia a su departamento. La chica quería ver dónde vivía y ayudarlo a acomodar sus cosas, todo como excusa para asegurarse de que estuviera viviendo en buenas condiciones.

El barrio era un poco alejado, Ian debía despertarse muy temprano para tomar el autobús y llegar al colegio. Y en definitiva no era un barrio por el que se pudiera andar tranquilamente de noche.

El lugar era muy pequeño. Tenía una habitación, una sala y un baño, solo lo necesario. Ian no necesitaba más. El lugar era todo suyo, no tenía horarios ni dar explicaciones a nadie.

—Es... lindo —dijo Claudia mirando alrededor—. En realidad no. ¿De verdad no quieres ir a vivir con Sophie? —pregunto suplicante.

—No, en definitiva. Estoy bien aquí, cuando gane más me iré a un lugar más amplio, al menos en un barrio mejor. De momento es lo que puedo pagar.

La chica no se convencía. No estaba ahí ni un minuto y ya le daba algo de miedo, parecía que en cualquier comento entraría alguien a asaltarlos.

—Él es Smoothie. —Ian cambió de tema presentándole a su hámster, al que había logrado pasar de contrabando en el avión.

— ¿Sophie ya sabe dónde vives? —Claudia no se dejó engañar, observó al roedor, pero no iba a dejar el tema de lado.

—Claro que no, ni pienso traerla. Prométeme que no le dirás nada.

— ¿Por qué? ¿No se supone que se cuentan todo o que ibas a ser completamente honesto con ella?

—Evitar decirle donde vivo o traerla no es dejar de ser honesto. Además ¿qué crees que hará Sophie en cuanto vea este lugar?

—Comprarte un departamento nuevo en la ciudad y obligarte a vivir ahí —consideró, entendiendo el punto de Ian.

—Exacto. No quiero que se meta.

Claudia decidió guardar el secreto de Ian. Permaneció ahí un rato más ayudándole a terminar de limpiar y regresó a su casa en compañía del chico. A su madre le había dicho que iba a casa de Sophie, pero ya se hacía de noche y ella era capaz de ir a buscarla. Se vería en problemas grandes al llegar si su madre no la encontraba a ahí.

 Se vería en problemas grandes al llegar si su madre no la encontraba a ahí

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Tiago y Sophie no se dirigieron la palabra ni durante el viaje al colegio. Cada uno fue a su respectiva aula y durante los recreos Tiago estuvo solo con sus compañeros de curso, mirando de rato en rato con desprecio hacia Sophie y Alan, quienes pasaban todo el tiempo en compañía de Ian, conversando igual que en los viejos tiempos.

Tal vez Daniel tenía razón y podía empezar a ser mejor con sus hermanos, pero lo de Ian no tenía vuelta atrás. No iba a perdonarlo, ni a llevarse bien con él, menos lo consideraría su amigo de nuevo.

A la salida caminó con las manos en los bolsillos hacia el colegio de Daniel. Durante toda esa semana su vida sería ir al colegio, recoger a Daniel, llevarlo a casa y no salir hasta el día siguiente.

Al llegar a media cuadra del colegio vio a algunos niños de la primaria amontonados y en el centro sobresalía su hermano menor y otro chico que bien podía estar en la secundaria. Entendió de inmediato que ese era el sujeto con quien Daniel había peleado el día anterior y al parecer todo se repetía.

La mejor opción era dejarlo pelear y no meterse en su problema. Luego recordó lo que le había dicho el día anterior. Como él, Daniel estaba a una sola falta de ser expulsado y si lo descubrían peleando de nuevo, fuera por la causa que fuera, estaría expulsado del colegio esa misma tarde.

Era su oportunidad de demostrarle a Daniel que no era tan mal hermano después de todo y corrió a intervenir.

Daniel no parecía necesitar ayuda. Era mucho más alto que los niños de su edad y cuando peleaba con su hermano mayor no se dejaba vencer fácil.

Sammy corrió para darle alcance a Tiago y pedirle que interviniera.

— ¡Detenlo! —le gritó.

—Sí Sammy, voy a hacerlo —dijo abriéndose paso—. ¡Daniel, vámonos!

—No voy a ir —dijo avergonzado, su contrincante comenzaba a reírse de él.

—Sí Daniel, vete a llorar con tu hermanito —lo provocó y Daniel se abalanzó de inmediato hacia él, queriendo darle un puñete. Tiago lo detuvo en el aire.

—Dije que nos vamos.

— ¡No te metas!

—No vale la pena. Mañana no van a salvarte Cohen —lo amenazó a punto de retirarse.

Tiago se dio la vuelta y lo empujó.

—Él no necesita que lo salve de alguien tan imbécil y patético ¿te sientes bien pegando a niños más pequeños? Eres un cobarde. Metete conmigo si te atreves.

El otro chico reaccionó yendo directo a golpear a Tiago, pero este lo esquivó y lo dobló de un puñetazo. No era tan fuerte como presumía, solo se aprovechaba de ser más grande que el resto de los niños del colegio.

— ¡Alto! ¡Qué pasa! —escucharon la voz de un adulto.

La mayoría de los niños se dispersaron, Daniel y Tiago no tuvieron tiempo de correr y fueron atrapados por el guardia del colegio y uno de los maestros, que corrió directo a levantar del suelo al chico golpeado.

— ¿Eres de la secundaria, no es así? —le preguntó el profesor a Tiago —¿Te sientes mejor aprovechándote de los niños de la primaria?

— ¡¿Qué?! —se sorprendió—.¿Niño de primaria? Si debe tener mi edad, solo que ha repetido muchas veces y él es quien abusa de los otros niños.

— ¿Eres hermano de Cohen no es así? —lo ignoró por completo—. Voy a llamar a sus padres.

El guardia arrastró a Tiago y Daniel a la dirección, y antes de que sus padres llegaran, hizo presencia le director de disciplina de Saint Abbel.

— ¿Qué hace aquí? —preguntó Tiago, muy consternado.

—Me llamaron porque uno de mis alumnos vino aquí a golpear a un chico de la primaria.

— ¡Está en la primaria porque es un idiota! ¡Pero tiene mi edad! —reclamó, ¿Qué eran ciegos y no se daban cuenta?

—Siempre armas problemas. —Lo ignoró también—. Solo ayer te di tu segunda amonestación grave y te he disculpado varias, no voy a ser indulgente. Te lo advertí ayer, una falta más y te expulsaba.

— ¡Pero esto no sucedió en el colegio! Y solo defendía a mi hermano...

—Una pelea es una pelea —lo interrumpió—. Y dentro o fuera del colegio representas a la institución, además que todavía estas con el uniforme. Sabes que incluso he reprendido a tu hermana por fumar fuera del colegio pero llevando el uniforme. Tus padres ya están en camino y voy a darles el aviso oficial que desde mañana ya no serás un alumno de Saint Abbel.

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Pues Tiago está jodido :v le va a llegar el chanclazo

 Espero que les haya gustado :)

Mil gracias por los comentarios y votos, un besote!!!

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