Regresó pareciendo calmada, se acomodó de nuevo en el sillón y continuó con lo que habían empezado.
Steve besaba muy bien y sintió un torbellino de emociones en su estómago, su corazón latía rápidamente. De tierno y tranquilo su novio por primera vez se mostraba más apasionado y exigente. El sofá era cómodo, pero algo estrecho y no sabía si ese era el mejor lugar, dejaría que él decidiera. Cuando ya tenía el cuerpo completamente recostado debajo del joven, comenzó a separarse, terminado el beso de la manera dulce en la que había comenzado. Se incorporaron y Sophie estaba dispuesta a escuchar qué seguía.
— ¿Quieres comer? —preguntó Steve, levantándose.
La chica no respondió, se quedó tiesa, con el calor todavía circulando por su cuerpo.
—No tengo más que esto, como recién llego, no pedí que me hicieran las compras. —Le pasó una bolsa de papas fritas—. Mañana podemos tener una cena romántica en un restaurante, o aquí si prefieres.
—Claro —respondió perpleja. No creía que eso era todo. Su momento de pasión terminaba y él la dejaba con ganas de seguir. No se suponía que debía ser así, ella era quien siempre quien dejaba al chico con las ganas y no al revés. Esperó que se tratara de una broma o que Steve de verdad necesitara un intermedio para comer.
Las luces se apagaron por completo y la película continuó. Sophie no prestaba atención, solo pensaba en qué momento Steve volvería a besarla, o intentaría algo. Justo cuando aparecieron los créditos, su teléfono sonó. Casi lanza el aparato al ver una llamada de su padre. No le había dicho dónde estaba, se suponía que seguía en la reunión del estudio.
—Va a matarme —dijo a tiempo que contestaba—. Sí, salí a dar una vuelta, necesitaba tranquilizarme —le respondió.
Steve apagó el reproductor para que no se escuchara la música y le creyeran a Sophie que estaba en la calle.
—Yo te llevo —le avisó ni bien la chica colgó el teléfono. Le extendió caballerosamente la mano y se aseguró de dejarla a media cuadra, para que no la viesen llegando en su automóvil.
***
Al llegar se sentó en la cocina para acompañar a Thaly y le contó como su plan por mejorar el programa no había resultado.
—Eso te pasa por no andar al pendiente, si hubieras visto las noticias o por lo menos escrito en twitter, habría sido más difícil que cambien lo que tú y Steve estaban preparando.
—Se supone que soy más feliz sin saber nada de los medios, ¿o quieres que ande deprimida y estresada siempre?
— Lo de no ver noticias negativas lo entiendo, pero dejar que alguien hable por ti en las redes sociales me parece estúpido, nadie debería hablar por ti; además solo sueltan mentiras. —Sacó su teléfono y le mostró el twitter de Sophie, que ahora estaba siendo manejado por el canal.
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Mi vida un show
HumorSophie es la protagonista de la más famosa y peor serie de televisión del momento. Además de lidiar con fans, debe acabar el colegio, aguantar las tonterías de sus amigos, superar a su ex-novio muerto y sobre todo sobrevivir a su club de anti-fans.