Llevar su plan acabo en el colegio no resultaba tan fácil. Entre quienes le preguntaban sobre nuevos capítulos del programa y quienes la molestaban llamándola "súper estrella", era difícil concentrarse en lo que debía. Además tenía demasiadas cosas en la cabeza. Ya estaba en la recta final, los últimos días de clases y sus últimas oportunidades para levantar la nota. Solo podía optar a trabajos extra, convencer a sus maestros y dedicarse a hacer todo tipo de trabajos para ganar puntos. Concentrada solo en el colegio y saliendo de casa solo para filmar, era posible. El problema era su vida privada. Había decidido hacerle la ley del hielo a Tiago; jamás había estado tan enfadada con él. Ese año estaba insoportable, pero ya llegaba a más allá de los límites de lo tolerable. Y por otro lado estaba lo más importante, lo que la carcomía por dentro y no la había dejado dormir: el mensaje de Aaron.
No le había respondido todavía, no sabía qué decirle. Por un lado quería aceptar, conocerlo, preguntarle sobre el comic, por otro tenía miedo, no sabía nada sobre él. Era un chico que le mandaba cosas de forma anónima, que se tomaba demasiadas horas al día dibujándola. Podía ser un acosador, uno peligroso, y al mismo tiempo solo un chico dulce a quien le atraía de verdad. Sobre todo, no podía dejar de pensar en que podía ser alguien muy parecido a Ian.
Respiró hondo y golpeó su cabeza contra el casillero, deseando que todos esos pensamientos la abandonaran por unos momentos. Cerró los ojos y se mantuvo ajena a todo, aún apoyando la cabeza contra la puerta del casillero.
— ¡Sophie, Sophie! —Tiago la sacó de su abstracción gritándole de cerca y tocándole el hombro—. Olvidaste esto en casa. —Con un deje de arrepentimiento le entregó su carpeta. No iba a disculparse por lo que había hecho, pero odiaba que Sophie estuviera tan enfadada. Siempre se habían llevado bien y más que su hermana, Sophie era su mejor amiga.
Ella lo miró con frialdad y le arrebató la carpeta de las manos, se colgó la mochila y se retiró sin mirarlo ni decirle nada. Ignorarlo era demasiado sencillo.
Se pasó toda la mañana ajena al resto del mundo. Yendo de una clase a otra y quedándose después para hablar con los profesores. Todos habían accedido a darle trabajos extra, menos la maestra de química, como suponía. Se sintió tranquila una vez que anotó los detalles de cada trabajo y las fechas en una agenda. Ya con eso arreglado, podía dedicar su tiempo a la decisión más importante de momento.
Miró su teléfono pensando si Claudia estaría de recreo también, tener a su mejor amiga en otro colegio era complicado, en momentos así la necesitaba cerca y tenía que esperar hasta la salida para conversar con ella, o peor, hasta la salida de la filmación como ese día.
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Mi vida un show
HumorSophie es la protagonista de la más famosa y peor serie de televisión del momento. Además de lidiar con fans, debe acabar el colegio, aguantar las tonterías de sus amigos, superar a su ex-novio muerto y sobre todo sobrevivir a su club de anti-fans.