Improvisar

624 38 19
                                    


Florencia nunca quería ir al cine. No le gustaba. Lo sufría desde niña. Tanto silencio le detonaba todos los tics. La gente tan pegada a ella. Se sentía invadida. Aunque le encantaban las películas. Sobre todo, las de drama. Estaba acostumbrada a llorar. De ahí ese apego a las tormentas. El guía había sugerido como ejercicio atreverse a hacer algo que usualmente les causara miedo. Lucía y ella llevaban horas sentadas en el restaurante del hotel comiendo lo que parecía ser una ensalada y poniéndose al día. La gran paradoja de la confesión Elena habría sido develar esa eufonía entre ellas. Nadie sabía para quién trabajaba. Tal vez era cierto lo que les decían que cuando se acudía a terapia todo el entorno se conmovía. Lucía le hablaba a Flor de su bolsa de churros y sus neurosis. Flor no cesaba de contarle de Manuela, Enrique y sus otros compañeros. Las dos se sentían parte de algo trascedente. Lucía nunca pudo sostener ese tipo de conversaciones con Carla sin que ésta se soltara llorando o se sintiera ofendida. Flor nunca pudo hablar así con Virginia o Miranda sin que la trataran como un ser indefenso. Lucía y Flor se puteaban. Y sus puteadas eran liberadoras. Antes de que pudiera ser malinterpretado de escucharlo de Miranda, Lucía le aclaró todo cuanto le dijo a Jazmín aquella noche en el deck. Jazmín no había mencionado nada al respecto. A Florencia le bastó con eso, tenía la certeza de que su hermana no lo había hecho con el afán de protegerla, sino por sentirse tan hastiada como ella con el tema. "Cacho, deja de jugar al inspector Gadget y ponte a picar cebolla por Dios y la Virgen" Le gritó Javo desde atrás de la mesa, cuchillo en mano, carne en tabla. Jazmín seguía pegada al ojo de buey de la puerta, custodiando la conversación. "Chito la boca, Graciela... llevan como dos horas ahí ¿de qué estarán hablando?" Puso su dedo índice en sus labios gesticulando un imperativo silencioso. Después pasó ese mismo dedo por su barbilla, entrecerrando los ojos, urdiendo sospechas. Sin que ambos se percataran, Virginia apareció sigilosa por la puerta de atrás. "¡Epa! ¿A quién espiamos?" Se acercó apurada a la espalda de Jazmín, quien sólo se hizo a un lado para prestarle campo visual. Incrédulo, Javo revoleó los ojos y siguió fileteando la carne. "Como dueña que eres, deberías pedirle a mi ayudante de cocina que se ponga a trabajar, lleva media hora estampada en la puerta espiando a la novia" Virginia se rio y le dio una palmada cariñosa en el hombro a Jazmín para luego abandonarla ahí y robarle un beso a su novio. "Veo que ya conocieron al nuevo dúo dinámico" Bromeó la Estrella, tomando una rebanada de pepino del tazón y sentándose en el banquillo frente a él. "¿Cómo y cuándo pasó eso? ¿Flor y Lucía? Nunca me imaginé" Agregó Jazmín, acompañando a Virginia en el banquillo de al lado, Javo exhaló molesto y le estiró la tabla y el cuchillo, ordenándole implícitamente que se pusiera a picar la cebolla. "¿Por qué no? Son reparecidas ellas dos, estás igual que Carla pegada al techo con la noticia, a mí la verdad no me sorprende y hasta me alegra que hablen" Jazmín hizo una mueca de sorpresa y asintió, no tenía mucho más que sumar a eso, desde la noche de películas había evitado cualquier tipo de roce con Lucía. Seguía dándole vueltas en su cabeza a lo de quedarle corta a Flor. ¿Qué había querido decir con eso de quedarle corta? ¿Qué tanto le había contado Flor de ellas? "Lo que mi amigo Carlitos no te ha dicho es que tu hermanita prácticamente lo amenazó" Dejó escapar Javo, volteando a verlas a las dos, Jazmín paró su labor y le lanzó la misma mirada del otro día, la corta huevos. "¿Lu? ¿Te amenazó con qué?" Jazmín negó y fingió ocuparse de nueva cuenta en las cebollas. "No, nada, un malentendido, Javo es un chimentero" Virginia se disponía a indagar más en el asunto, pero como de costumbre, Florencia irrumpió sin aviso previo, soltando la puerta con descuido y yendo a parar a los labios de Jazmín. "Déjà vu, boluda, ¿no puedes ser más gentil con tu entrada?" Jazmín sonrió contra la boca de su novia y la abrazó con más ganas, podía probar rastros del licuado de frutilla que se había tomado recién. "¿Se fue Lucía?" Inquirió Virginia, alzando una ceja y reconduciendo su mirada hacia Javo cuando antepuso que su hermana no dejaría de besar a Jazmín para responderle "Buenu, tenemos hambre" Javo se unió al jolgorio, rebozando los filetes en la mezcla de harina y especias. "Ahora entiendes lo que yo tengo que vivir a diario, esto ya no es una cocina, no hay respeto" Virginia les tiró una rebanada de pepino para ver si paraban, pero ellas ni se inmutaron. "¿Vamos al sótano?" Le ofreció Javo, sabiendo que si las interrumpía Jazmín lo degollaría esa misma noche, Virginia comprendió la indirecta y aceptó la invitación, saliendo juntos de la cocina y dejándolas solas, a quienes, por cierto, ni cuenta se habían dado de su presencia o su ausencia. "¿Tienes planes esta noche?" Flor se alejó escasos milímetros de sus labios para alcanzar a formular la pregunta. Jazmín balbuceó una vaporosa negativa y volvió a adherirse a ella. "¿Quieres ir conmigo al cine?" Tocó el turno a Jazmín de separarse un poco de su boca, extrañada ante la propuesta. "¿Al cine? ¿Y eso? Tú nunca quieres ir al cine" Flor inhaló y alzó sus brazos, recargándose en los hombros de Jaz e iniciando la habitual caricia en sus lóbulos. Táctica que nunca fallaba para persuadirla. "Lo sé, pero hoy quiero ir contigo ¿vamos?" Sin hacerse más del rogar, ni exigir explicaciones que no necesitaba, Jazmín aceptó y le dijo que pasaría por ella a su habitación al terminar su turno. "No, nos vemos en el cine, mejor, quiero ir a caminar antes" Quiso saber si podía acompañarla, pero era obvio que quería ir sola y sus razones tendría, era suficiente para Jazmín que estuviera tan entusiasmada por hacer algo fuera de casa, fuera del hotel, algo diferente, algo nuevo para ambas.

BalanceDonde viven las historias. Descúbrelo ahora