16 LAS ISLAS DE LOS BIENAVENTURADOS

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—Claro que si la comida no es importada prefiero no comerla, eso ni siquiera tiene clase. —Dijo el chico musculoso que tenía frente a mí.

Era viernes y estaba en la fiesta que había hecho un compañero de clase en la mansión de sus padres, la mansión estaba en El rey, una zona de clase alta al centro de la ciudad. Era una casa blanca, con tejas color naranja en los tejados, arquitectura californiana con acabados limpios y modernos en su estructura. En la sala había un candelabro que estaba hecho de cientos de tiras de cristales finos que caían desde el techo hasta una alfombra de terciopelo rojo. Era impresionante.

Estaba en el jardín trasero de la propiedad, ahí, entre arbustos, rosas, gardenias, lilas y otras flores, se llevaba a cabo la fiesta. Había varios muebles blancos, una cubierta de madera en donde los chicos y chicas bailaban. Un DJ mezclaba las pistas desde una tornamesa. A su derecha estaba una barra a la intemperie iluminada por varias luces de neón, al lado de la barra había una piscina llena de juguetes inflables, y adolescentes tratando de impresionar a unas chicas con sus piruetas antes de entrar al agua de la alberca.

Varios chicos y chicas bailaban mientras tomaban algunos tragos. Y yo, bueno tenía la mala suerte de estar hablando con un chico que me había presentado Tifanny, ella había dicho que él podía ser un buen prospecto para mí; no quiero ofender a mi amiga pero él parecía más su tipo de chico. No estaba escuchando ni una de las palabras que salían de sus labios rosa pálido, sus facciones eran las de un muñeco de porcelana; demasiado marcadas. Su pelo negro estaba peinado hacia atrás, solo usaba un traje de baño tipo bermuda azul oscuro estampado con flores tropicales y sandalias, además de unos lentes de sol que parecían bastante costosos. . El ambiente olía a flores, cloro, vodka y tequila.

—Y qué piensas de...

—Pero también tengo un problema mayor, al salir tengo que elegir cuál auto prefiero llevarme y eso toma varios minutos, sino es que hasta horas de mi día —su expresión se tornó preocupada.

—Eso debe dejarte sin sueño algunas noches, ¿no es cierto?—pregunté en tono sarcástico

—No lo había pensado pero algunas veces no puedo dormir pensado qué coche utilizaré al día siguiente —respondió burdamente.

—Me lo imaginó, voy por algo de tomar —sonreí.

—Por supuesto, ¿podrías traerme un agua?

Idiota

Lo miré con un gesto de disgusto

—Pero que sea importada, no olvides preguntar por eso, después podríamos conocernos mejor en mi deportivo verde —sonrió mientras me miraba de tacones a cabeza.

Suficiente

—Claro, me aseguraré de que sea importada.

Caminé enojada hacia la barra, pasé a través de un grupo de jóvenes bailando. Una chica en un traje de baño negro de una pieza sonrió al verme.

—Hola, Jordan.

Ella era Trish. Alta, con rasgos asiáticos en su rostro blanco, tenía una perforación en su nariz, usaba delineador y maquillaje que le daban un toque oscuro en los parpados, tenía brillo en sus labios. Su pelo negro lacio y largo caía hasta llegar un poco más debajo de sus hombros. Trish era una amiga mía, es mayor que yo así que ya está en la universidad.

Habíamos perdido el contacto hace un tiempo cuando ella salió del armario en su último año de preparatoria. Como vivimos en una sociedad escolar tan pequeña, la noticia se esparció por toda la escuela y (bueno) la mayoría de las chicas no quería ni siquiera dirigirle la palabra por la estúpida razón de que temían que Trish se enamorara de ellas solo por el hecho de ser lesbiana. Eso es tan estúpido, digo una persona homosexual es igual a una heterosexual en el aspecto de que no le gustan todas las personas, no puede ser posible que a un ser humano sano le gusten todos, creo que eso olvidan algunos cuando tienen enfrente a una persona homosexual, sus preferencias no los hacen menos humanos. Aún no logro comprender qué tiene de malo que a alguien le gusten personas de su mismo sexo (digo, es su vida) y por lo tanto, tienen derecho a hacer lo que quieran mientras eso los haga felices y no afecten a nadie.

Las flores sombrías    #PGP2018Donde viven las historias. Descúbrelo ahora