TREINTA Y CINCO

818 106 63
                                    

El morocho camino directo a su casa , tenía las manos llenas de bolsas y el corazón en la boca.

Todo tipo de golosinas , flores hermosas , animales de felpa ,discos de los cantantes favoritos del muchachito de cabellera morada. Pero lo que resaltaba más de todos los presentes , era un pequeño par de brazaletes , ambos de un bordado dorado ,de ellos colgaba uno de los tesoros del muchacho, las uñas de sus guitarras.

Entro a su pequeño apartamento , dejo reposar las bolsas sobre su mesa y entro a tomar una ducha.

En su cabeza martillaba la misma pregunta , "lo perdonaría?" , después todo lo que había hecho , podría mirarlo con esos brillantes ojos rubi y dedicarle una hermosa sonrisa mas?. El solo pensar en eso le revolvía el estomago. Pero debía intentarlo , ya no había nada más por perder.

Salió de la ducha , se puso su mejor ropa y salió de ahí con su guitarra al hombro, con cada regalo y con una sonrisa en su cara.

Por fin lo haría.
-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-

La rubia cenizo sabía lo que debía hacer , una vez todos estuvieran en la boda llamaría a su amigo peliturquesa , luego llevaría al de orbes rubí a la entrada del local y le entregaría el primer regalo , y así cada amigo del muchacho entregaría uno de los regalos que el morocho había comprado, así hasta llegar con Bon , el cual entregaría el último regalo , un par de brazaletes asquerosamente cursis , los cuales tenían los primeros regalos que se habían hecho.

Rodo los ojos con odio, el solo pensar en lo que ese mariquita hacía con su mejor amigo la hacía querer vomitar.

Odiaba a ese escuincle, quería tomar su escuálido cuerpo y patearlo , o jalar su estupido cabello de marica. Quería alejarlo de su Bon , siempre había querido hacerlo.

Era un asqueroso el cual había arrancado a su mejor amigo de sus manos. Al principio pensó que solo sería una confusión de su mejor amigo, así que lo apoyo y no le tomo importancia. Pero cuando las cosas simplemente no cambiaron un entrañable odio creció dentro de ella.

Definitivamente no dejaría que eso pasara, ella estaba segura que el peliturquesa la amaba, sabía que ese maldito repugnante solo había engañado a su amigo, con sus asquerosos coqueteos.

Y ahora que había terminado con Deuz , podría hacerlo. Estaba tan harta de fingir tener algo con ese sucio limosnero , tocar sus manos le causaba arcadas. No podía creer que había llegado a tener relaciones con esa cosa, pero todo lo había hecho en el nombre del amor. Cuando Bon le había dicho que le preocupaba el hecho que estuviera tan sola, ella buscó al primer cabeza hueca que cayera  por una cara bonita, y lo encontró a él. Pobre idiota , dejo a su novia por ella.

Bon era una dulzura , había pensado en ella hasta en esa manera , claro que era una indirecta para ella , así que ella quiso darle un poco de celos , para que él se animara.  Y todo iba tan bien , hasta que ese sucio maricon apareció de nuevo.

Ella salvaría a su mejor amigo de las garras de ese sucio niño.

-.-.-.-.-.-..-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.

Chica arreglo el moño del rubio una última vez y sostuvo las lágrimas que amenazaban resbalar por sus mejillas.

Le dedico una mirada llena de orgullo.

-chica ya deja de llorar, lo has hecho desde que me viste , todo va a estar bien- dijo el rubio risueño mientras abrazaba a la rubia.

-e-es q-que n-no puedo parar- balbuceo la rubia entre sollozos para luego soltarse a llorar de nuevo.

Has llegado al final de las partes publicadas.

⏰ Última actualización: Mar 24, 2018 ⏰

¡Añade esta historia a tu biblioteca para recibir notificaciones sobre nuevas partes!

Aún te recuerdo Donde viven las historias. Descúbrelo ahora