OCHO

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Bon.

-AAAAAAH!!!- me levante de golpe , sentía el sudor frío correr por mi frente, mire hacia todos lados , toque mi cara y luego mi cama , podía sentir como si se me fuera a salir el corazón del pecho , tome una gran bocanada de aire y luego empecé a tratar de relajar mi respiración.

-AGHHH CÁLLATE MALDITO NO DEJAS DORMIR!!!- el compañero de alado grito un alarido que terminó de levantarme.

- La misma pesadilla...- dirigí una rápida mirada al reloj , 5:40 a.m, -demonios aún es temprano-

Me levante de la cama y me dirigí al baño.

Ya llevaba una semana con la misma maldita pesadilla. Todo era igual , la misma secuencia , mismas palabras , el mismo dolor y a pesar de todo aún podía sentirla tan real.

Pero demonios , no podía ser una pesadilla acerca de payasos asesinos , o un monstruo , o al menos de llegar a la universidad sin pantalones. No , tenía que ser una pesadilla acerca de Él.

Podría contarla de memoria si quisiera , decir en qué parte de su cuerpo se encuentra cada golpe , cicatriz y marca. Decir cada palabra de memoria. Y describir cada expresión con lujo de detalle.

Aquella pesadilla me llevaba atormentando desde aquel día.

Y es que no lo entiendo, que tengo que hacer para que mi estupido corazón entienda que yo ya no debo de sentir culpa de nada.

Además yo ya tengo una novia , y un futuro seguro.

Bonnie es el pasado, porque no entiendes eso corazón.

Pero bueno , que más da.

Narradora.

Eran las seis de la mañana y el peliazul , ya se encontraba en camino a la sala de música.

Llevaba un semana con la misma rutina. Se levantaba temprano debido a la pesadilla , recibía unos cuantos gritos de su vecino,  se daba una ducha , se arreglaba , iba a la universidad , dejaba sus cosas en su butaca y se iba a la sala de música.

El chico de ojos verdes caminaba ansioso hacia aquel salón.

Si en algún momento le preguntaran cual era su parte favorita del día seguramente diría que era cuando podía quedarse en aquel gran salón a tocar la guitarra por horas.

Una vez que tomaba aquella guitarra se dejaba llevar , cada preocupación y ansiedad era liberada por cada acorde que el peliazul tocaba en aquel instrumento.

Y aquel día no era la excepción.

Así que tomó la guitarra y empezó a tocar. Y así mediante más tocaba , mas se dejaba llevar , más se hundía en sus pensamientos, y más se perdía del mundo exterior.

Pero lo que Bon no sabia , era que el no era el único que tenía una rutina.

Al parecer aquel chico de piel blanquecina y cabellos violetas también estaba sufriendo una constante pesadilla, pero a diferencia del morocho.

El la vivía no sólo en los sueños si no que también una vez que despertaba y su día empezaba. Él vivía una constante pesadilla.

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- mmmm , vamooos- por más que el chico lo intentaba no lograba llegar a aquel estante, estiraba sus brazos lo más que podía y se ponía de puntillas dando pequeños saltitos, pero aun así era inútil , no lograba alcanzarlo.

- hey enano , sabes que aunque te pongas de puntitas no vas llegar ahí, verdad?-  un chico alto de ojos ámbar y cabello rojo entro a la habitación, dedicándole una sonrisa burlona al pelimorado.

- No , yo sé que puedo , así que no te acerques cabeza de tomate- le dijo el menor sin intenciones de parar sus inútiles pero tiernos intentos de llegar a la estantería.

- oh vamos , quítate de ahí pequeño orgulloso , déjame darte una mano- el pelirrojo apartó al de ojos rojos de ahí y sin siquiera hacer un esfuerzo alcanzó la estantería a la que el menor quería llegar.

- Que es lo que quieres?- preguntó entre risas.

- mis pastillas para el dolor de cabeza- dijo el pelimorado mientras apartaba su mirada algo irritado.

El pelirrojo tomó la pastillas y las dejo en la barra para luego acercarse al de ojos rojos.

-Oh vamos , no te enojes- Puso su mano sobre su cabeza y en un gesto amistoso comenzó a revolver la lacia melena del menor, haciendo que se relajara y soltara una pequeña risa.

- Je je je ya para , vas a enredarme el cabello- dijo el pelimorado mientras reía y ponía sus pequeñas manos sobre las del mayor para detenerlo.

- Oh esta bien su majestad , siento haber arruinado su lujoso peinado- dijo el más alto burlándose mientras hacía una horrible imitación de un mayordomo.

- je je je , ya , dame las pastillas foxy- dijo el pelimorado dandole un pequeño golpe en el hombro al pelirrojo.

- tómalas , las deje en la barra , yo ya debo irme a clase, ya sabes ,me castigaron de nuevo y debo preparar el salón- Decía el chico de ojos ámbar mientras empezaba a tomar las cosas por las que había venido.

- oh bueno - dijo el pelimorado tomando el pequeño frasco de píldoras.

- Por cierto Bonnie- el tono del chico se tornó serio y preocupado -por favor no se te ocurra hacer algo grave otra vez,  ya me he dado cuenta que has vuelta a tener esas pesadillas- tomo aire y continuó- solo que ahora no se la razón , pensé que ya todo estaba bien... - dirigió su mirada al menor - solo ... Recuerda que siempre voy a estar para ti enano- termino dedicándole una sonrisa melancólica al pelimorado para luego salir de la habitación.

Foxy empezó a correr apresurado hacia la sala de música , mientras cargaba en su brazos distintos elementos de limpieza. Como una cubeta , esponjas , un trapeador,  aromatizantes y más.

Era difícil correr equilibrando todo eso , pero si no quería que le bajaran más las calificaciones debía apurarse a llegar al salón.

Cuando por fin llego, abrió de un portazo dejando caer todas las cosas que traía al suelo haciendo un gran estruendo, sacando de sus pensamientos al chico de cabellos turquesa que se encontraba en la sala de música.

- Foxy...- el nombre salió de sus labios nostálgicos y con miedo.

El pelirrojo levanto la mirada al escuchar su nombre.

-Bon- escupió cada letra con odio.

El verde choco con el Ámbar creando una gran tensión en aquel salón. Y así el miedo del peliazul choco con la rabia del pelirrojo.

La nostalgia y el rencor, dos sentimientos tan distintos , pero tan Fuertes.

Aún te recuerdo Donde viven las historias. Descúbrelo ahora