QUINCE

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Narradora.

Cada paso que daba se le hacía pesado , caminaba encorvado , cubriendo con sus brazos la parte frontal de su cuerpo , sus largos cabellos anaranjados se encontraban recogidos en una cebolla muy floja, bajo sus ojos se mostraban grandes ojeras , sus párpados cubrían la mitad de sus ojos , una aura de tristeza y depresión cubría su ser y mantenía una mirada fría y pérdida.

De vez en cuando alguien se le acercaba para preguntarle su estado , a lo que el solo asentía y murmuraba un "bien" corto y seco , el cual simplemente era una manera de expresar el que no quería responder preguntas.

Aquel chico alegre ,de enorme sonrisa y cantarina voz , se había vuelto un manojo de malos sentimientos , dolor y lágrimas.

Caminaba lentamente por los pasillos sin prestar atención a nada. Solo seguía el aburrido camino de siempre.

Y realmente le gustaría decir que se estaba comenzando a acostumbrar a esa rutina , pero cada que aquellos eventos ocurrían nuevamente , su herida era abierta nuevamente.

Y es que cada mañana ocurría lo mismo , su "amado" y el cruzaban caminos , ya que las primeras clases las tomaban juntos.

Primero se daban un pequeño vistazo , el pelirrojo simplemente se limitaba a apreciar la hermosura del chico, en cambio el moreno le daba una mirada rápida de pies a cabeza , como si lo estuviera inspeccionando.

Luego , comenzaban a caminar en el mismo camino.

Y por último entraban al aula de clases , pero no sin antes cruzar miradas por última vez , y era ahí cuando el corazón del pelirrojo volvía a partirse en mil pedazos. La mirada del chico de cabello beige era una mirada perdida , parecía estar enojada y fastidiada , pero el podía ver , que muy en el fondo en realidad era una mirada que pedía ayuda , el lo sabía , porque conocía y amaba a Eak más de lo que se conocía a el mismo.

El moreno dio pasos duros hasta llegar a su butaca , luego dejo caer con fastidio sus cosas sobre la mesa , creando un estruendo en aquel salón vacío , dejo caer su cuerpo bruscamente sobre la silla y por último cruzo sus brazos sobre la mesa para luego dejar caer su cabeza con cansancio entre el pequeño hueco.

El pelirrojo observó todo aquello desde la entrada del salón. Bajo la cabeza y con pasos suaves y cortos llego a su lugar , dejó reposar sus cosas con cuidado sobre su mesa , se sentó y sigilosamente giró su cuerpo para poder ver con más dedicación al moreno.

- Hasta exhausto se ve bien- pensó el pelirrojo, mientras recorría con su mirada cada pequeño detalle del chico.

Los minutos pasaban y el salón comenzaba a llenarse de alumnos , el maestro encargado de la clase no tardó mucho tiempo en llegar después , y el tiempo para poder admirar a su amado ya había acabado.

-Buenos días chicos- dijo aquel hombre viejo y alegre encargado de las clases de  anatomía en la facultad de medicina.

-Buenos días- respondieron en coro los alumnos , para así dar inicio a la clase.
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11:30 p.m

El chico de cabellos turquesa caminaba adormilado y angustiado por los pasillos de la universidad , se suponía que debería de estar estudiando en la biblioteca ,  ya que esa era la razón por la que el guardia de seguridad le había permitido quedarse más tiempo ahí , pero que va, esa no era la verdadera razón por la que aquel chico se encontraba aún por ahí.

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