Aún te recuerdo

VEINTICINCO

El pelimorado abrió lentamente los ojos , pero volvió a cerrarlos al instante al sentir la intensa luz del sol chocar contra sus pupilas , sobo ambos ojos con sus manos y abrió con más cuidado estos.

Con ligereza se incorporó , miro hacia todos lados, y paro sus mirada en una linda mata de cabellos turquesa. Sonrío sin darse cuenta.

Pero la sonrisa no le duró mucho , pues cuando se dio cuenta de que había una maraña de cabellos rojizos a solo unos escasos centímetros de el pecho del morocho soltó un pequeño gruñido.

Rodo los ojos y se abrazo a si mismo, se sentía de más ahí.

Vio como los delgados brazos y tonificadas piernas de la morena envolvían el cuerpo del peliturquesa.

Y sin darse cuenta , un fuerte sentimiento floreció en su interior , quemaba como mil demonios , la sangre le hervía , su pecho se oprimía con fuerza y unas incesantes ganas de tirar de aquellas hebras rojas iban creciendo en su cabeza.

Apretó sus manos, achino sus ojos y frunció sus delgados labios haciendo un adorable mohín.

¿Qué sensación tan desagradable era esa? , jamás en su vida la había sentido , pero era tan fuerte , que sentía que podría perder el control en cualquier momento y hacerle caso a sus alocadas ideas.

Se sentía tan extraño.

Camino hacia el puff y comenzó a patearlo , lo tomo entre sus manos y lo aventó hacia la esquina para comenzar a dar torpes golpes a esta , luego lo volvió a tomar y lo apretujo con fuerza.

-te odio te odio te odio , eres una tonta- decía entre furiosos susurros el pelimorado.

A decir verdad , más que nada el pequeño se veía adorable, pero eso no quitaba el hecho de que estaba ardiendo en celos , aunque el no lo supiera.

Pero alguien si que se había dado cuenta de esto.

El pelimorado seguí soltando patéticos insultos al pobre puff, hasta que una suave voz lo interrumpió.

-Ja! Patético!- soltó venenosa la morena mientras fulminaba al pequeño con la mirada.

El pelimorado se petrificó , sintió las mejillas enrojecer de la vergüenza. No quería voltear , se sentía terrible.

- enserio nene , me das mucha risa , así que no pares , sigue insultando a esa pobre almohada- comentó con un sonrisa burlona.

El de orbes rojos seguía sin mover un dedo , esperaba que eso solo fuera una pesadilla , abría y cerraba sus ojos con fuerza para despertar ,como había visto en una película. Solo quería salir de ese mal sueño ya y quitarse de encima aquel horrible sentimiento que invadía todo su cuerpo.

- que acaso te comió la lengua el gato?- cuestionó con un tono increíblemente arrogante.

-oh vamos , enserio no te vas a mover- dijo con una falsa decepción.

- oh es que acaso te doy miedo?- inquirió la morena con un tono burlón , asemejando a estar hablando con un bebé, fingiendo un pequeño puchero al final de la pregunta.

Los ojos de el pelimorado se abrieron como platos ,sintió una desagradable corriente bajar por su espalda y erizar cada uno de sus cabellos.