VEINTIDÓS

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Flashback.

Las grandes manos del pelirrojo se paseaban con libertad por el blanquecino cuerpo del pelimorado.

Mordía con intensidad los finos labios del menor , arrancándole suspiros y quejidos. Dejándolos hinchados por las fuertes mordidas.

Introducía su lengua sin permiso a la boca del menor , inundándola del amargo sabor del alcohol y provocándole pequeñas arcadas al pelimorado.

Frotaba con brusquedad su entrepierna con la del pelimorado, haciéndolo temblar.

El pequeño de ojos rojos simplemente gimoteaba y se estremecía de pavor , pidiendo entre suspiros y gemidos que lo dejara en paz.

Pero el pelirrojo hacía caso omiso a las súplicas del menor, y siguió besando y mordisqueando con violencia el frágil cuello del menor , dejando marcas a su paso las cuales provocaban ardor y dolor al chico.

Los orbes rojos solo expresaban temor , inquietante  terror. De estos derramaban pesadas lágrimas que empapaban totalmente las rosadas mejillas del menor.

-F-Foxy ... P-por fav-vor~- suplicó aterrorizado el pelimorado.

Pero el de ojos ambarinos solo le dedicó una mirada que solo transmitía deseo y siguió con su trabajo en el fino abdomen del chico.

Los ojos del pelimorado lo desconocieron , y se sintió completamente aterrado ,  una oleada de angustia recorrió su cuerpo y más lagrimas comenzaron a caer sin un control de sus hinchados ojos.

Fin del flashback.
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Narradora.
5:30 a.m / cuarto de chica.

El chico de cabellos turquesas parpadeo un par de veces mientras se estiraba con tranquilidad , soltando un suave bostezo.

Bajo su mirada hacia el pequeño chico de cabellera morada que aún dormida plácidamente en su hombro.

Subió una mano hasta su lacio cabello y comenzó a acariciarlo con parsimonia, hacia pequeños rulos y luego los dejaba con suavidad , pasaba sus manos por las entradas del menor y las frotaba con tranquilidad , provocando que el menor comenzará a levantarse.

El pelirmorado disfrutaba de los cariños del mayor , sonreía bobamente , y se removía como un pequeño gatito al cuál lo miman.

El mayor no pudo ignorar las tiernas reacciones del menor hacia sus mimos haciéndolo sonreír enternecido.

-Buenos días- dijo el peliturquesa con un tono burlesco y una sonrisa ladina debido a las horas de la madrugada que eran.

- buenos días- canturreo alegre el menor mientras se frotaba un ojo.

El de ojos verdes se quedo observando un momento más y luego comenzó a levantarse de la cama , dejando desconcertado al menor.

- ¿a donde vas?- preguntó con el ceño fruncido el menor.

El peliturquesa solo se giró ligeramente y regreso a lo que estaba haciendo.

Tomó su chamara y metió su mano en uno de los bolsillos de esta , sacando de ahí un pequeño brazalete que le pertenecía al pelimorado.

Tomo entre sus manos el pequeño brazalete y sonrío inconscientemente recordando aquel reencuentro.

Se dio la vuelta y a pasos lentos se acercó de nuevo a la cama.

Extendió su mano hacia la cara del menor y le dedicó una sonrisa.

- Lo encontré tirado por los pasillos de la universidad- dijo el peliturquesa con tranquilidad - este era nuestro brazalete de la amistad ,no?- cuestiono curioso el mayor.

El pelimorado lo arrebató de sus manos con rapidez mientras su cara tomaba un particular color rojizo.

- ¿¡Que hacías con el!?- chillo completamente abochornado el menor.

- Ya te dije , lo encontré en uno de los pasillos de la universidad , pero enserio , tiene mucho que hicimos esos brazaletes , pensé que lo habías perdido o algo así- comentó el peliturquesa con ironía.

- claro que no, que me haya ido no significaba que olvidaría todo - se quejó ofendido el menor mientras estrechaba el brazalete contra su pecho con la cabeza gacha.

El morocho se quedo observando al menor sintiéndose algo culpable por lo que acababa de decir. Tenía que recordar que Bonnie no se había ido porque quisiera. Pero aún así aquello aún lo atormentaba aveces.

- y-yo lo siento , no pensé en lo que decía- dijo en una disculpa algo avergonzado el de ojos verdes.

Un ligero hipido escapó de los labios del menor.

-Bonnie??- los nervios comenzaron a invadir el cuerpo del morocho - Lo siento , enserio lo siento mucho , y-yo , aah...- sus palabras tropezaban y sus manos comenzaban a sudar de la angustia.

- está bien , y-yo lo siento , t-tienes todo el derecho de pensarlo , al final de cuentas ...- el pelimorado suspiró mientras pequeñas lágrimas corrían por sus mejillas -yo fui el que te dejo ,no?- dijo el menor levantado la mirada con lagrimas en los ojos y dedicándole un sonrisa rota al peliturquesa.

El mayor se quedo pasmado viendo aquella escena , sintió como su pecho se oprimía y como el dolor llenaba los orbes rojos del menor.

Pero aún así , se quedo quieto , aunque su cuerpo y alma le pedían a gritos que lo abrazara y le dijera lo contrario, el no lo hizo. Porque muy en el fondo el rencor seguía ahí.

Y entonces se sintió culpable , y su falta de comprensión le recordaron la escoria de persona que era.

Cerró sus ojos y tomo una bocanada de aire, se dio la media vuelta y sin mirar al pequeño a los ojos rojos tomo sus cosas y se retiró de la habitación.

El pelimorado observó con dolor como su amado se retiraba de la habitación , y por cada paso que daba la cuchilla lo atravesaba con más fuerza. Se sentía culpable de todo , y aunque el sintiera que era su culpa , era muy doloroso para el.


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