Sexta Parte: LUG - CAPÍTULO 87

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CAPÍTULO 87

—Háblame del ritual. ¿Cuál es el objetivo y cómo piensan lograrlo?— pidió Lug.

—¿En serio? ¿Quieres pasar tus últimas horas hablando de las fantasías de la Hermandad?— lo cuestionó Liam.

—Voy a ser sacrificado por esas fantasías, así que tengo derecho a conocerlas, ¿no te parece?

—Como quieras. Se llama Ritual Maestro Final de Liberación.

—¿Qué es lo que piensan liberar?

—A Meldek.

—Escuché esa palabra repetida por horas por tus colegas, ¿qué significa?

—Supuestamente, es una entidad muy poderosa que está atrapada.

—¿Atrapada adónde? ¿Por quién?

—Ha estado atrapada por miles de años en otro plano, lo que sea que eso signifique.

—Es un ser no físico— aclaró Lug—. ¿Quién lo atrapó y cómo lo hizo?

—Eso es algo que Meldek no está dispuesto a revelar, así que no lo sé. Pero sí sé quién lo contactó por primera vez: un monje chino o mongol o algo así. Se hacía llamar Shenmen, que aparentemente significa Puerta del Espíritu o Puerta del Cielo, no estoy seguro. Se puso ese nombre porque decía que Meldek entraría a este mundo por su mano, el sería la puerta para que Meldek pudiera materializarse.

—¿Y qué pasó?

—Eso fue en el siglo diecinueve, así que supongo que el monje lleva ya muerto mucho tiempo. No pasó nada porque, aunque Shenmen recibió de Meldek las instrucciones de cómo liberarlo, no pudo hacerse con los elementos para realizar el ritual.

—¿Que son...?

—El Sello y el Marcado, claro. A principios del siglo veinte, un explorador inglés descubrió unos escritos de Shenmen, ocultos en un templo abandonado en China. Los robó y los llevó de contrabando a Inglaterra, donde los hizo traducir. Los documentos describían el Ritual Maestro Final de Liberación y ciertas prácticas esotéricas para contactar a Meldek. El inglés comenzó a realizar las tales prácticas y no tardó en ponerse en contacto con Meldek. La entidad le ofreció poder total sobre toda la humanidad si lo liberaba. El inglés le creyó y comenzó a trabajar para ayudarlo a escapar. Para eso, se instaló en Praga y fundó la Hermandad del Sello. Su nombre era Rudolph Drummond, padre de Frederick Drummond, actual Maestre de la Hermandad, y por desgracia, mi tío.

—¿Y Rudolph?

—Nunca logró nada. Murió en 1987, cáncer de estómago.

—Supongo que Meldek comenzó a impacientarse con tantos intentos fallidos por sacarlo de su prisión.

Liam se encogió de hombros:

—¿Qué son doscientos años para una criatura que vive varios miles? Además, no se la pasó tan mal porque la Hermandad ha estado alimentándolo con sus golosinas favoritas.

—Algo me dice que no te refieres a caramelos tradicionales.

—Meldek se alimenta de las energías despedidas por el miedo y el sufrimiento humano.

—Sacrificios humanos— comprendió Lug.

—Cuanto más atroces, más deliciosos— asintió Liam—. El constante y macabro alimento provisto por la Hermandad lo ha vuelto más fuerte, y ha logrado tener cierta influencia en el mundo, aunque limitada. Los miembros de la Hermandad, especialmente los del Círculo de Praga, han obtenido favores muy importantes de Meldek. Pero es su liberación completa lo que llevará a la Hermandad a la prometida dominación del mundo. Esto es lo que afirma mi tío y sus amigos psicópatas del Círculo. Yo tengo mis reservas al respecto.

—Entiendo. ¿Cuál es la función del Sello en el ritual?

—La función normal que tendría cualquier sello: producir una marca. Tú mismo fuiste marcado con ese sello.

—¿Qué significa? ¿Qué quiere Meldek conmigo?

—El símbolo del Sello es un símbolo que propicia la materialización, la convergencia, por lo tanto, el Marcado atrae a la entidad. Según Meldek, y no sé si esto es cierto o no, el Marcado es el humano destinado a liberarlo, pero el Marcado también puede usar su poder para volverlo a su prisión, por lo que es un arma de doble filo para la entidad. Al parecer, tú eres un Marcado renegado, uno que usó su poder para encarcelar a un tal Wonur, colega de Meldek en otro mundo, el cual había sido liberado por el anterior Marcado, un tal Bress.

Lug suspiró un largo suspiro, las cosas comenzaban a tomar sentido.

—Para Meldek, eres el enemigo público número uno, así que lo que quiere es obviamente destruirte, despojarte de la Marca y crear un nuevo Marcado que sirva para sus fines— continuó Liam.

—¿Cómo piensan hacer eso y quién se supone que es el nuevo Marcado?

—¿No lo adivinas?

—Supongo que el ejecutor del actual Marcado se convertirá en el nuevo títere de Meldek...

—Y yo he sido elegido para tal honor— terminó Liam con tono sarcástico.

—Oh, Liam, no tienes idea de a lo que has accedido, muchacho— meneó la cabeza Lug.

—He accedido a torturar y asesinar a una persona que casi ni conozco, pero que me parece honesta y que no merece esto. No es el primer sacrificio humano del que participo, lo cual no me enorgullece, pero sí espero que sea el último. Creo que cuando la Hermandad vea que no logra nada con todo su estúpido ritual, se disolverá para siempre y me dejarán en paz.

—No lo entiendes, Liam. Nunca te dejarán en paz, porque esto no es una fantasía como crees, todo es real.

—¿Cómo lo sabes?

—Porque Bress era mi padre, el que liberó a Wonur. Porque yo lo decapité, fui exiliado a este mundo y luego logré regresar para terminar de encargarme del mismísimo Wonur. Lo hice a un alto costo personal y no pude evitar que matara a miles de seres humanos en el proceso, pero logré regresarlo a su prisión, de donde espero que nunca escape pues su objetivo es el caos y la destrucción, tal como lo es el objetivo de Meldek. Su pacto con los humanos es corrupto y es una estafa. Tal como Wonur, Meldek le ha hecho creer a la Hermandad que les está dando poder, cuando en realidad, todo lo que ha estado haciendo es tomarlo de ellos, mientras bloquea su conocimiento de que el verdadero poder lo ostentan los propios humanos.

—Eres más delirante que la Hermandad, viejo— se rió Liam.    

EL SELLO DE PODER - Libro V de la SAGA DE LUGDonde viven las historias. Descúbrelo ahora