Las manecillas del reloj marcan el tiempo
el tiempo que no existe en el borde de mi consciencia
varada en la arena mientras me acaricia el viento
y el sonido de las olas me recuerda a su ausencia
Ideas oscuras, impronunciables, que rien
fotogramas arcaicos perdidos en la memoria
de la vez que fuimos infinitos dicen
de aquellas que recordamos como la gloria
Que ella es en el universo
la estrella que mas brilla como un faro
un faro que alumbra el verso
el verso que ensordece más que un disparo.
Es sol, mar, sangre, anhelo
es sombra, ruido, alegria, viento
Es el vestigio de que la locura tiene un dueño
es realidad disfrazada de sueño
La brisa de enero parece envidiarla
y dios la venera de rodillas
Rezo porque algun día pueda mirarla
sin temor a acariciarle las mejillas
Que el infinito sigue siendo inexplorable
Que el mar sigue salado
Que el mundo es indescifrable
y se vuelve más bonito a tu lado.
