3. La llamada

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Antes de que comiencen a leer les quiero agradecer a TODAS por sus fantásticas idea que me han ido dando y por el gran apoyo al fic, sin ustedes esto no sería nadaLas amoo babys.

Estaba feliz con el resultado al terminar de colocarme el conjunto de encaje y bueno con esto tendría que dejar a erick vuelto loco si o si.

Me suelto el pelo que tiene pequeñas ondulaciones naturales, y por ultimo me rocío un poco de perfume para luego colocarme mi bata blanca de seda

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Me suelto el pelo que tiene pequeñas ondulaciones naturales, y por ultimo me rocío un poco de perfume para luego colocarme mi bata blanca de seda.

Salgo del baño viendo a erick quien esta recostado en la cama viendo una serie en Netflix, me coloco en frente de el a lo que el se queda viéndome confuso.

Le sonrió y lo tomo de las manos para que se pare y hací lo hace.

—Nena, que... —coloco mi dedo índice en sus labios haciéndolo callar, sus ojos me escanean de arriba hacia abajo pero aun así se que esta confundido ya que esto no sucedía todos los dias.

Con cautela voy quitando la pequeña bata hasta caer al suelo dejando al ojiverde con la boca abierta al verme solo con el conjunto.

— Oh-Mi-Dios  —susurra al verme como si se encontrará hechizado.

Río bajito y coloco mis manos alrededor de su cuello, yo misma buscando sus labios para juntarlos con los mios y aunque al principio el estaba sorprendído me terminó dándo unos de esos besos que me hacen ver las estrellas.

Hundí delicadamente mis manos en su cabello profundizando más el beso, sus manos bajaron a mi trasero ahuecandolo entre ellas para levantarme y enrollar mis piernas entre su cintura, luego caigo al colchón de la cama con el encima, mientras nuestros labios tienen una batalla de lenguas.

— Me vuelves loco —gime dando unos pequeños besos húmedos en mi cuello, haciendo que se me erize la piel y provocandome un gemido a mi también.

Sus grandes manos recorren cada centímetro de mi piel hasta llegar al broche de mis sostén por detrás de mí espalda quitandolo como todo un profesional y tirandolo por un lugar X de la habitación.

Con sus labios bajó hacia mis pechos, tomandolos con sus manos y dejando pequeños chupetones en ellos mientras yo gemía de placer y mi parte íntima palpitaba por todo el placer contenido.

Pero saben que sucedió, un estúpido teléfono comenzó a sonar, Erick & yo tuvimos que separarnos percibiendo que era su teléfono el que sonaba ¿Quien diablos se atreve a interrumpir esto?

— No lo tomes —digo con mi voz llena de lujuria y esta vez yo subiendo encima de él, sintiendo su erección por encima de sus pantalones de chandal.

Junto mis labios con los suyos nuevamente, devoradolos desesperadamente pero el maldito teléfono seguía insistiendo.

— Princesa lo siento, debo tomarlo —el muy estúpido me separo de él, levantándose de la cama y tomando su teléfono para luego salir afuera, dejandome casi al explotar.

¡Ojala le explote el teléfono!

Estoy muy furiosa, la sangre me hierve dentro de la piel y me dan ganas de reventarle algo gigante en la cabeza por idiota y por dejarme con estas malditas ganas.

Lo odio.

Pasan minutos, no se cuantos pero pasan muchos y el todavía no regresa, juro que lo voy a matar.

Al cabo de una media hora vuelve a entrar por la puerta con una estupida sonrisa que me dieron ganas de darle unas diez cachetadas.

— Volví —canturrea feliz, ruedo los ojos y busco mi pijama colocandola como sea, dejándolo fuera de órbita — tenemos un asunto pendiente, porque...

—¿Tenemos? No lo creo pendejo, si quieres puedes terminar con el baño ¡maldito imbecil! —y sin más, salgo de la habitación dejándolo con la boca abierta. Estaba muy enojada, tanto que me dormí en la habitación de wespedes sin importar que el muy marica estuviera llamando toda la noche.

Al Día siguiente...

—Entonces, ¿Que es lo que te tiene de tan mal humor? —me pregunta Richard alzando las cejas ante mi cara de perra con la que amanecí hoy.

Bufo aun sintiéndome igual que ayer.

—Tengo ganas de matar a Erick.

—¡Auch! ¡Estás locas! —me doy cuenta que eh clavado mis uñas en su brazo mientras me desahogaba, upss.

—Lo siento Monkey, no fue mi intención —me disculpé mostrandole mi más hermosa sonrisa, el solo rueda los ojos.

Ellos me conocían a la perfección y sabia cuando algo andaba mal, esto era digno de contárselo a mi hermano mayor de otra madre, bueno el mayor es Christopher pero no es muy recomendable contarles cosas de adultos, un día me desahogue con el y el muy pendejo termino jugando a las pistas de blue, es un niño.

Le conté todo a Rich, terminando por decirle que cuando Erick se bañaba está mañana tome su teléfono y la afamada llamada de anoche no aparecía en ningún lado, ni siquiera tenia algún mensaje sospechoso o algo por el estilo cosa que hizo que me pusiera de más mal humor y no sabia la razón.

—Si vuelve a suceder algo hací, tienes que investigar que hay detras.

—Que buen consejo —exclamó sarcástica ganandome un pequeño golpe en el brazo por su culpa.

La puerta del estudio se abre, pienso que es renato pero me dan ganas de vomitar cuando veo la figura de jessica entrar por la puerta con su estupida sonrisa colgate.

¿Que hace aqui?

—Hola chicos —saluda, justo los otros cuatro estaban saliendo de la cabina siendo esta, la hora de descanso.

Todos la saludan con un "Hola jessica" y el único que va y la abraza es Erick ¿Es en serio?

Carraspeo y ellos al oírme se separan. Vaya, vaya.

El ambiente estaba muy tenso, mi cara se había vuelto pura seriadad.

—Ya podemos irnos a comer —dice ella sonriendo y todos asienten, menos yo.

—¿Podemos? —cuestionó mirando a todo el grupo, Erick me mira en forma de regaño mientras los otros cuatro me miran con cautela—se supone que seriamos solos nosotros seis —digo sin pelos en la lengua viendo como la cara de la elfa se transforma en herida, es una payasa.

—Ella tiene razón —musita en un hilo de voz y camina hacia la puerta, por amor a Dios.

—Jessica espera, yo te invité y tu vas por encima de quien sea —dice erick mirándome, mi entrecejo se frunce y puedo sentir como me dan ganas de ahorcarlo por humillarme de esta manera.

¿En serio la invitó?

¿En serio me humilló delante de la tipa esa?

Todos miran la escena, más ninguno dice nada.

—Pues vamos —prosigue ella con una sonrisa en su rostro. Los chicos me miran en forma de advertencia para que me calme, al menos ellos si me conocían, no como erick.

Me dan ganas de ahorcarlos a ambos.

Pero esto no se queda asi.

¿Quien ya esta odiando a jessica?

Porque yo sii😒

1| UN MATRIMONIO DESTRUIDO Donde viven las historias. Descúbrelo ahora