28.Una Vez Mas

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Mi corazón se parte al ver sus ojos llenos de lágrimas y paralizado en el umbral de la puerta.

—Joel...—murmuro y camino hacía él, pero el se aleja de mi.

—Sabia que esto iba a pasar—suspira y quiero abrazarlo pero el se aleja de mi, haciendo añicos mi corazón.

—Por favor—él niega y se da media vuelta para irse, ¡Demonios!

—lo siento, en serio —muerdo mi labio inferior mientras un hueco se formaba en mi corazón.

—Tu no tienes la culpa Erick—le digo sincera, el me abre los brazos y yo gustosa lo recibo. Nos quedamos así un momento y luego me siento, debía de darle espacio a Joel aunque no niego que moría por salir corriendo hacía el.

—Ve a buscarlo, yo me quedo aquí hablando con las niñas—dudo un momento pero su mirada me brinda confianza haciéndome convencer.

—¿Porque estas actuando así?

—Las personas que aman no conocen el egoismo, tu felicidad es la mía aunque tu amor ya no me corresponda —limpio las lágrimas que bajan de mi ojos y le sonrió, en serio que si había cambiado.

Doy un beso en su mejilla para despedirme, hablo con las niñas y con Daysi y ellas gustosas aceptan que me valla por un rato.

Bajo a la calle y ahí tomó un taxi, no se donde estará pero primero iré a la casa por si acaso y para buscar mi auto.

Al llegar suspiro porque si está el auto de Joel y doy brinquitos de alegría ya que habían pasado unas cuantas horas y quizás el ya estuviese más tranquilo.

Pero frunzo el ceño cuando veo otro auto estacionado en la casa.
Abro la puerta extrañada y busco por toda la sala y cocina más no hay nadie, subo hacía mi habitación y abro, pero hubiera preferido no hacerlo si supiera que me iba a encontrar con esta escena tan dolorosa.

Mis ojos se llenan de lágrimas y me quedo paralizada como si me hubiese caído un valde de agua fría ¡¡¿Porque a mí maldita sea?!!

Joel encima de una chica pelinegra, besandola y penetrandola al mismo tiempo, aun no se percatan de mi presencia. Me quedo paralizada por varios segundos sintiendo como sus gemidos taladraban hasta lo más profundo de mi ser.

Hasta que logro reaccionar y tiro la puerta, ésta haciendo un escandaloso sonido que logró hacer saltar a Joel de un respingo separándose de inmediato de la chica a la que reconozco como Orianna.

—Eres un maldito imbecil —grito viendo como ambos me ven con los ojos abiertos como platos totalmente en shock, las lagrimas habían aumentado, otra vez más sentía como mi corazón se partía en cientos de pedazitos que ni en un millón de años iba a volver a recojer.

—T/n mi amor, lo siento, te lo puedo explicar .... —se acerca a mí pero yo me alejo, busca su pantalon y se los coloca como sea, no sabía que hacer con este dolor tan grande que abundaba mi cuerpo cada vez más.

—Me condedaste por un maldito beso que simplemente se salio de control....

—Fue por rabia te lo juro, no fue... —le tiro una cachetada que contenía todo mi rabia y dolor.

—Me juraste que no ibas a lastimarme como Erick pero lo hiciste peor, ¡maldita sea! En mi maldita cama, por lo menos el lo hacía en otra parte ¡Te odio! ¡te odio! —gritaba todo sin control alguno, el me intenta tomar de los brazos pero lo empujó lejos.

—Por favor t/n, déjame explicarte... —súplica llorando pero no me inmuto.

—¡Vete al infierno! —grito nuevamente y me voy dejándolo ahí gritando mi nombre.

Me sentía tan estúpida, tan rota. Una vez más me habían hecho sentir que no valía nada.

Salgo rápido y buscó mi auto encendiendolo rápido, iba a gran velocidad pero tenía control, solo es que tenia rabia y las lágrimas no me ayudaban mucho que digamos.

Llegó a su departamento y dejo el auto abajo, subo las escaleras hasta llegar a la puerta y ahí la toco hasta que ella sale y me ve en shock por como estoy, seguro vuelta mierda y llorando como estupida.

—¿Que pasó? —pregunta alarmada abrazándome para luego cerrar la puerta.

—Joel también me engaño, en mi propia cama victoria, me siento tan estúpida —ella suspira y me abraza más fuerte mientras le cuento todo lo que pasó con lujo de detalle.

—No te sientas mal tesoro, tu no has cometido ningún error más que querer ser feliz.

—Yo...—soy interrumpida por una tremendas náuseas sintiendo como la bilis subía hacía mi boca. mandadome corriendo al baño, dónde ahí expulsó todo por mi boca hasta quedar totalmente vacía y la garganta rasposa.

Diablos, esto era horrible.

Victoria me extiende un vaso de agua fría el cual tomó de inmediato. Su mirada me esta asustando.

—¿Que?

—Estas embarazada —escupo el agua de mi vaso ahogándome con ella, esta tipa está loca.

—¿Porque demonios dices eso? ¡Estas loca!

—Hace tiempo que lo presiento—ruedo los ojos, esto seria lo último que quisiera—hace tiempo que veo tu cuerpo tener cambios, quizás no te han dado síntomas pero lo estás —no digo nada, solo me pongo a llorar sin saber porqué, luego ella me da una cajita que saca de unas de sus gabetas.

Extrañada las tomó y entro al baño, no quería pero debía hacerlo aunque aún pienso que es estúpido, esto solo pasa en las novelas, luego de que el chico engaña la protagonista, ella sale embarazada ¡Estupideces!

....

—¿Y bien? —pregunto impaciente, con los nervios de punta.

Ella me mira neutra.

—Es positivo.








Espero que no me maten🙄😧.....

1| UN MATRIMONIO DESTRUIDO Donde viven las historias. Descúbrelo ahora