XCV. Conversaciones

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Ninguna sabía que decir. Y era la verdad, no les salían las palabras, la única que podría decir algo era Eva, pero aún seguía buscando las palabras adecuadas.

Ninguna de las brujas habló así que se encargó Tyler.

—Habéis venido —fue lo único que dijo—. Sinceramente, me esperaba de todo menos vosotras.

Eli seguía sin poder creérselo, Melody había pasado a un estado de indiferencia y Eva estaba sufriendo internamente. Con valor, se aclaró la garganta y dijo:

—¿Quien creías que eran las nueve chicas que habían entrado aquí? —preguntó la chica—. ¿A quien te esperabas?

—¿Por qué estáis aquí? —preguntó Tyler.

—¿Y tu?

—Yo he preguntado primero.

—Suficiente —interrumpió Melody—. Hemos perdido nuestros poderes.

El chico frunció las cejas y se cruzó de brazos.

—¿Como?

—El círculo de brujas se quedó a medias. Es decir, entre abierto, ni lo uno ni lo otro. A causa de eso perdimos nuestros poderes y hemos venido a recuperarlos —explicó Melody.

—Leímos tu carta, leímos que vistes una magia parecida a la nuestra y aquí estamos —continuó explicando Eva.

—¿Y qué pensáis hacer?

Tyler estaba bastante seco. No había expresado ningún tipo de emoción al ver sus antiguas amigas. Ni felicidad, ni tristeza, ni ira, parecía una persona completamente nueva. Actuaba como si no le importase que sus amigas estuvieran en frente de el, que ellas se iban a quedar unos cuantos días en su posada, que habían perdido sus poderes, que Ona había muerto. Le daba igual.

—No lo sabemos aún —Eva se limpió el sudor de sus palmas en la falda—. Creo que iremos a visitar a alguna bruja de Salem que nos pueda ayudar.

Tyler esbozó una sonrisa burlona y rió.

—Buena suerte con eso. O están encarceladas o escondidas de las acusaciones de Betty Parris y Abigail Williams.

—Tiene que haber alguna libre que este dispuesta ayudarnos —Eva se acercó un poco más a Tyler, desafiante.

—Como Tituba o Sarah Good... —murmuró Melody—. Aunque estén encarceladas.

—Pues las visitamos —comentó Eli, segura de lo que decía.

—¿Estas demente? —preguntaron Tyler y Eva al unísono, se miraron y después Tyler dejó que Eva hablase.

—Eli, si vamos sólo conseguiremos que nos pillen, y no queremos eso. Queremos conseguir nuestros poderes y marcharnos.

Tyler estuvo a punto de contestar, pero abrieron la puerta, y para el desagrado de Eva, fue Estelle la que apareció en la puerta.

—Señorita Evangeline, su amiga Danielle la está buscando desesperadamente.

Eva asintió, miró una última vez a Tyler y siguió a Estelle fuera de la habitación.

—Tyler, Eva en parte está aquí por ti —confesó Eli—. Quiere que vuelvas con nosotros.

—¿Te lo ha dicho ella?

—No, pero es evidente —Eli paseó por el despacho, curioseó la estantería llena de artefactos extraños y manuscritos—. Cuando los encontremos, ¿querrías volver a Samlesbury con nosotros?

Tyler se lo pensó. Miró a Eli, a su amiga de la infancia, la pelirroja que siempre daba abrazos. Era una propuesta tentadora, volver a su época, trabajar en la tienda, ayudarles con las misiones. O si eso, tener una vida normal, llegar a hablarle a Eva sobre algo que no fuesen cristales o pociones y enemendar sus errores. Quería todo eso, pero la situación en la que estaba en Salem no se lo permitía.

—No puedo —contestó, apenado.

—¿Por qué no? —inquirio su amiga, sus ojos verdes encontraron los suyos, estaban repletos de curiosidad, querían respuestas

—Estoy comprometido.

Melody jadeó asombrada y Eli simplemente negó con la cabeza, desaprobatoriamente.

—¿Con quien?

—Estelle.

Ona que seguía en un rincón de la estancia suspiró y Zed, Christian, Donovan y Jonathan seguían expectantes aquella serie de dramatismo que era mucho más interesante de lo que ponían en la televisión. Desgraciadamente, su serie se acabó en el momento en el que se escuchó a alguien bajar las escaleras.

—¿Como? ¿Cuando? ¿Por qué? —se escandalizó Eli—. ¡Tyler, despierta! ¡No es de tu mundo!

—Pero yo ahora soy parte de este, así que da igual.

Eli se acercó a el y le sacudió por los hombros, esperando a que entrase en razón de esa manera.

—¿Estas tonto? ¡Vuelve a ser tu! —Melody se acercó a Eli y la apartó de Tyler—. ¿Es bruja, verdad? ¡Te ha echado un hechizo o algo turbio!

—¡Elizabeth! —exclamó Tyler—. ¡No es ninguna bruja! Es normal y corriente —aseguró—. Podéis quedaros cuanto querías, pero en el momento en el que tengáis vuestros poderes, marcharos.

* * *

—¿A que te refieres cuando dices que Tyler es el dueño de esta posada? —preguntó Sophia.

—Me refiero a que es el dueño de este sitio, Sophia. ¿A qué más me puedo referir? Esta ahora hablando de cosas triviales con Melody y Eli.

—¿Y qué ha dicho? —preguntó Dani—. ¿Estaba muy enfadado? ¿Se alegró de veros?

Eva negó con la cabeza y se encogió de hombros.

—Estaba indiferente, le daba igual. Estoy segura de que si ahora mismo nos cuelgan se quedaría ahí. Le damos tanto asco que no querría ni vernos.

Dani río.

—Eva, es obvio, está enfadado por todo lo que pasó —Dani se levantó de la mesa en la que estaban desayunando—. Quiero hablar con el.

—Adelante, es todo oídos, no pierdas la paciencia —Eva le indicó la puerta con la mirada—. Solo que está medio muerto, así que no te esperes demasiada interacción por su parte.

En ese instante entraron Eli y Melody, seguidas del susodicho. Dani le miró, pero este la ignoró y saludó con un movimiento de cabeza a las chicas, seguidamente entró a la cocina. Cuando le hubieron perdido de vista Eli se inclinó entre Eva y Deborah y susurró el secreto.

—¿Qué? —preguntó Dani, incrédula—. ¿Se ha olvidado de que tiene diecinueve años?

—A esa edad ya estaban casados —informó Deborah—. Resulta extraño que hayan tardado tanto.

—¿Creéis que está embarazada? —preguntó Lidia.

—Espero que no, cuando volvamos con el yo no estoy para llevármela a ella también con El Niño —murmuró Dani.

Melody y Eli se miraron culpables.

—Dani, Tyler no va a volver —informó Eli.

Eva sintió como si algo dentro de ella se rompía en miles de pedazos, necesitaría mucho pegamento, porque ese algo se había roto en trozos demasiado pequeños.

El secreto de las brujas de Salem | ✓Donde viven las historias. Descúbrelo ahora