—Si sigues leyendo te va a explotar el cerebro —dijo una voz detrás de Eva que ella conocía muy bien.
Tyler caminó hacia la mesa donde Eva estaba sentada en el despacho, se sentó en frente de ella y le sonrió. Eva no entendía si el chico era bipolar o simplemente sufría de tontería compulsiva.
—Tengo que hacerlo —Eva pasó otra pagina del grimorio—. Eli, Dani y yo aún necesitamos nuestros poderes —Eva se dió palmadas en la frente—. ¡Espabila! —suspiró—. Sigo sin explicarme como han conseguido sus poderes. Me han hablado de sueños, de tonterías y de confianza. ¡Pero nada tiene sentido!
Tyler le quitó lentamente el grimorio a Eva y lo cerró.
—Eva, eres una chica lista. Lo descubrirás, pero tienes que dejar que tu cerebro descanse.
Tyler tenía razón. Ella era inteligente, pero esto, esto sobrepasaba sus límites de pensadora. ¡No se lo explicaba! No le entraba en la cabeza. ¿Por qué solamente ellas y no todas? ¿Por qué justo las brujas de Pendle y no las de Samlesbury? ¿Sería porque las habían criado de diferentes maneras? ¿Habían tenido una infancia dura? ¿El destinó las había perdonado?
Eva estaba tan absorta en sus propios pensamientos que no se había dado cuenta de que Tyler se había acercado aún más a ella, había rodeado la mesa y arrastrado una silla con él y se encontraba al lado de la chica.
Eva no se puso nerviosa, era su amigo. Su amigo que estaba comprometido. Tyler dirigió su mano a la mejilla de Eva y la acarició suavemente, la chica no tenía ni idea de lo que estaba haciendo, pero la estaba distrayendo y eso le servia. Su mano pasó a tocar un mechón de pelo que se había soltado y se lo colocó detrás de la oreja.
—¿Por qué no quieres volver? —le preguntó Eva—. En Samlesbury hay gente que te quiere también. Tu madre, Jonathan, Zed, Thomas, Dani, Eli... Yo.
Tyler sonrió al escuchar a Eva decir eso.
—Antes de que me digas de que estás comprometido solo piénsalo, Tyler. Estelle no pertenece a tu mundo, y tu no perteneces al suyo —le recordó Eva—. Es un amor platónico, que aún ni se como empezó y no hace falta que me lo cuentes porque...
Tyler interrumpió a la chica, se estaba riendo.
—¿Qué?
—Evangeline Thais Southworth, de todas las chicas, tú eres la última de la que me esperaría algo así, simplemente no pega contigo —siguió riéndose—. Eva, ¿estas celosa?
¿Estaba celosa? ¡Pues claro que Eva estaba celosa! Y lo admitía y se había acostumbrado y no quería acostumbrarse. Porque quería que Tyler le abrazase a ella, quería que la besase a ella y quería que estuviera junto a ella.
—No —negó la chica.
Tyler se acercó un poco más (como si eso fuese posible) y Eva se quedó petrificada en su asiento debido a la cercanía. Las manos empezaron a temblarla y sus ojos se centraron en los de Tyler, que la miraban con ¿cariño? Ahora si que la chica empezaba a ponerse nerviosa, ningún chico la había mirado de esa manera antes.
—Vuelve con nosotros, por favor.
—Me gustaría —susurró Tyler, había acercado su cara tanto a la de Eva que sus frentes se tocaban, la chica había cerrado los ojos, disfrutando del momento, Tyler los mantenía abiertos, observando la delicadeza de sus pecas y su belleza en general—. Pero no puedo.
Y ahí Tyler se había cargado el momento.
—Dame una razón, una simple razón por la que no puedes volver.
El chico no tenía ninguna razón. No se le ocurría ninguna, simplemente no se sentía seguro volviendo a Samlesbury. A lo mejor si había una razón, y era la bruja que había visto borrar la memoria de su amigo. Samlesbury y Pendle ya no eran lugares seguros, y no quería sufrir ahí. Pero sabía que sufriría más si dejaba a Eva irse y dejarle ahí solo.
—La bruja de la memoria —susurró.
—¿La qué le borró la memoria a Thomas? —Eva le cogió de la mano, estaba helada—. Esa ya no está.
Eva mentía, pero si Tyler temía volver a Samlesbury por esa razón estaba dispuesta a exterminar a esa bruja con sus propias manos. Lo que Eva no sabía era que estaba leyendo un futuro cercano del cual pocos sobrevivirían.
—Es raro —opinó el chico—. Nunca había estado tan cerca de ti.
—Somos amigos, o lo éramos, es normal —contestó Eva, la verdad es que no quería que Tyler se separase de ella.
–¿Por qué utilizas el pasado? –le preguntó con una sonrisa.
–¿Somos amigos? ¿Has decidido perdonarnos?
–Júzgalo tu.
Tyler finalmente unió sus labios con los suyos. Los labios del chico estaban calientes a comparación con los fríos de Eva, que intentaba seguirle el juego a Tyler, algo dentro de ella la había poseído y le daba la enhorabuena. Otra parte, muy, muy lejos la decía que estaba mal. Pero ella no se daba cuenta y siguió correspondiéndole el beso. Hasta que volvió a ser la Eva serena de siempre, se dio cuenta de lo que estaba haciendo y con quien, y se separó.
—¿Qué haces? —le preguntó.
—¿Besarte? —dudó el chico.
Eva le miró obvia y se levantó de su asiento, cogió el grimorio y sin decir nada, caminó hasta la puerta, dejando detrás a un Tyler bastante confundido, abrió la puerta y antes de irse dijo:
—Estas comprometido —le recordó—. Y para empezar, yo no soy de las chicas que salen con chicos que salen con otras chicas –Tyler le miró confuso–. Porque uno, me tengo respeto a mi misma, le tengo respeto a Estelle –eso a medias–, y tercero, a ti ya no te tengo respeto. Pero ahora quiero que dejes de jugar con los sentimientos de dos personas y te decidas por una –se aclaró la garganta–. Yo he decidido, y me elijo a mi.
Salió y cerró la puerta de un portazo, subió las escaleras y antes de entrar a su habitación se deslizó por la puerta hasta sentarse y suspiró, quería esperar a que el calor desapareciese de sus mejillas. No quería que ninguna sospechase. La puerta se abrió detrás de ella, haciendo que Eva perdiste el equilibrio y cayese a los pies de Adele.
–¡Aquí esta! –exclamó Dani entre risas detrás de ellas.
Adele ayudó a Eva a levantarse y le preguntó si estaba bien. Eva asintió con la cabeza. Todas la miraban expectantes. Eva se asustó, pensando que la habían pillado.
–¿Qué? –preguntó.
–¿Sabes donde esta la habitación de Estelle, Gwendolyn y Shay?
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El secreto de las brujas de Salem | ✓
Misteri / ThrillerRanking - #136 en paranormal (Necesario leer 'El secreto de Samlesbury Hall' [1] y 'El secreto de Pendle Hill [2]) Estas brujas nos han quitado algo. Ahora, nos lo tienen que devolver. Después de perder vidas inocentes y que los poderes de las bruja...