ESA MISMA NOCHE, TODAS SOÑARON CON ALGO EN ESPECIAL.Mientras haya
lo que hubo ayer, lo que hay hoy,
lo que venga
-Pedro SalinasLIDIA
Estaba caminando por los desiertos pasillos de una casa que se me hacía familiar, era la casa en donde había crecido. Recordaba caminar por ese mismo pasillo, los cuadros de mis antepasados cazadores me miraban al pasar y parecían desaprobar de mi. Les tenía bastante miedo, porque nunca les caí bien.
La última vez que camine por aquel pasillo fue para entrar a la habitación de mis padres, en ella mi madre agonizaba por culpa de un veneno mortal. Agonizaba por que mi hermano Jackson había nacido, de la peor manera. Le habían abierto a mi madre la tripa y le habían sacado al niño sin cuidado alguno. Pudo elegir, o moría el niño o ella. La frase típica de que las madres darían la vida por sus hijos fue muy real en ese momento.
Era mi turno de entrar, y desde la puerta de la habitación cerrada vi como una niña pequeña con trenzas en el pelo y una flor corría hacia esta, la abría y se metía a abrazar a su madre. Esa niña era yo. La seguí dentro y ahora estaba en la cama, abrazando a su madre, no la quería dejar escapar.
La realidad que me ocultaban en ese momento es mi madre no había muerto por Jackson. Mi padre la había envenenado porque varias fuentes le habían confirmado que descendía de brujas. ¿Que curioso, no? Al final el que acabó descendiendo fue él.
La pequeña Lídia lloraba en los brazos de su madre, la cual se dedicaba a besar a la única hija que había tenido y la única que la quería, ya que debido a las inculcaciones de su padre hacía sus dos hermanos mayores Christian y David, ellos también la odiaban.
Pero Lidia no.
—Escúchame atentamente, Lidia —dijo su madre, le acarició el pelo a su hija con ternura—. Cuando seas mayor te tendrás que enfrentar a un destino terrible para algunos, grandioso para otros.
La Lidia del pasado asentía y le prestaba atención a su madre, no quería perderse ningún detalle de lo que le decía.
—Tienes que prometerme —tosió—. Tienes que prometerme que vas a aceptarlo sin ninguna queja, que dejarás que te ayuden y que librarás el mal del mundo con ese poder que te será legado.
Volvió a asentir.
—Lidia, lo digo en serio —su madre le besó la frente—. Tienes que confiar en ti misma, porque la confianza en uno mismo es más importante que otra cosa. ¿Vale? Confía. Confía. Confía.
En ese momento las palabras de mi madre se repitieron como un disco rayado. <<Confía. Confía. Confía>>. Y no pararon de repetirse hasta que me lo creí, hasta que me lo aplique en mi misma.
Hasta que confíe en mi misma.
Un cosquilleo me recorrió las palmas de las manos.
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El secreto de las brujas de Salem | ✓
Mystery / ThrillerRanking - #136 en paranormal (Necesario leer 'El secreto de Samlesbury Hall' [1] y 'El secreto de Pendle Hill [2]) Estas brujas nos han quitado algo. Ahora, nos lo tienen que devolver. Después de perder vidas inocentes y que los poderes de las bruja...