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Han pasado unos cuantos días desde aquel día que pasé con Isabelle. Hemos hecho varias cosas desde entonces, como correr por las mañanas, ir al supermercado, tomar un café e incluso hemos ido a un spa. Ha sido radical y la he pasado tan bien junto a ella, cosa que no he vivido hace muchos años. En verdad necesitaba una confidente a mi lado y quien mejor que Isabelle. Fue con su apoyo con el que me armé de valor para buscar a mi abogado y empezar con los papeles del divorcio. Aún no se lo diría a Robert, prefiero tenerlo presente y así tendré la seguridad de que no tendrá tiempo de hacer nada.

- ¡Norman!¿Qué haces aquí?- Con gran apuro acomodé mi pelo rebelde y quité las lagañas de mis ojos, todo ocasionado por la siesta que estaba teniendo antes de que el timbre sonara. Gran sorpresa la que me llevé cuando abrí la puerta. Mi siesta fue interrumpida sí, pero valía la pena.

- ¿Estás bien? Isabelle me llamó y me dijo que viniera urgente acá

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- ¿Estás bien? Isabelle me llamó y me dijo que viniera urgente acá.- Habló confundido.

- ¿Qué?¿Ella te dijo eso?- Que perra, aunque lo tuve que imaginar. El día que fuimos al spa, se pasó diciéndome que debería hacer algo con Norman, como una "cita". Y también me dijo que si no lo hacía yo, lo haría ella. Ya vi que no mentía, Isa es una mujer de palabra. - No, la verdad no hay ninguna emergencia. Pero ya que estás aquí, te invito a un café.- ¿Yo dije eso?¿Acabo de invitar a Norman a tomar un café? Wow, no tengo idea de donde había salido eso.

- Claro, no hay problema.- Sonrió ampliamente y se adentró a la casa. Después se quitó sus gafas junto a su chamarra negra y juro que eso es lo más atractivo que he visto en toda mi vida. No sé cuanto tiempo me lo quedé viendo pero supongo que lo suficiente para que él se diera cuenta y llamara mi atención. - ¿Tan guapo soy?- Dijo en forma de broma y reí nerviosa. ¿Qué pasaba conmigo? Estoy actuando como una adolescente con las hormonas revoloteadas y ya soy toda una mujer.

Lorraine tienes que calmarte.

- Así que...¿café?- Rompió el silencio.

- Hay vino si prefieres.- Ofrecí amablemente.

- ¡Me parece perfecto! Así se compensará la vez de la cena en mi casa.- Comentó alegre, si es cierto, no pudimos continuar porque debía volver a casa con Louis.

Me dirigí a donde estaban los vinos y por más que batallara para alcanzarlos, mi altura no me iba a dejar hacerlo.

- Norman, ¿te molesta si...- Le señalé a donde estaban los vinos para que bajara uno.

- ¿Qué recibo a cambio?- Preguntó serio.

- Mmmm...¡Puedes elegir el que tu quieras!- Lo noté decepcionado pero no entendía por qué.

Mientras que el elegía un vino de su preferencia, saqué un par de quesos que había en el refrigerados y galletas también.

Norman

Carajo, esto de elegir un vino está difícil. Hay tantos que no sé cúal elegir, todos se ven buenos y eso me intriga. Le iba a proponer a Lorraine si podía sacar los que más me interesaban y poder probar un poco de cada uno, pero la vista que tenía era muy buena para dejarla pasar. Lori estaba agachada buscando no se que y la imagen era bastante comprometedora pero placentera, tanto así que...imagínense ustedes. Inconsientemente relamí mis labios, disfrutando aún más.

Cuando retomó su postura, rápido volví a hacer como si aún siguiera interesado en los vinos

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Cuando retomó su postura, rápido volví a hacer como si aún siguiera interesado en los vinos.

- ¿Ya escogiste uno?- Me preguntó sin despejar la vista de sus asuntos.

- Ehh, estaba pensado si tal vez, quisieras probar estos tres. Claro un poco de cada uno.- Le señalé las tres botellas que había seleccionado y cuando Lori examinó la tercera, se tensó y sus ojos se abrieron como platos. Se acercó y lo tomó en sus manos, no sabía que pasaba por su mente pero después de unos minutos aceptó.

- Claro, no importa. No los he probado antes tampoco, se ven buenos.- Dijo sonriendo y volviendo a sus quesos.

- Pero no mas buenos que tú.- Pensé.

Me hubiera matado si se lo hubiese dicho. No quería que piense que yo era algún tipo de depravado sexual pero, ¡rayos! Quién diría que la pequeña Lori, volvería 24 años después, hecha una mujer espectacular.


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Nuestro Reencuentro de Amor// Norman ReedusDonde viven las historias. Descúbrelo ahora