30// Final

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- ¿Ese es el vestido no es así?- preguntó Louis a mis espaldas mientras yo veía mi reflejo con el vestido blanco frente al espejo.

Muchos recuerdos vinieron a mi mente, bonitos en su momento. Recuerdo muy bien cuando estuve así con mi madre y hermana en Francia buscando un vestido para mi boda con Robert. Me sentía muy feliz, iba a tener la boda que tanto soñé de pequeña. Todo elegante y glamoroso, como un cuenta de hadas. Quería que todo saliera perfecto y por eso me encontraba nerviosa, aunque por dentro trataba de convencerme de que sabía que estaría bien con Robert y el bebé en camino.

Que equivocada estaba.

Afortunadamente puedo decir que en este preciso momento, me siento mucho más feliz que aquella vez. Al igual que esa vez, me encuentro acompañada de mi hijo, vistiendo el vestido blanco con el cual me entregaré al verdadero hombre de mis sueños; Norman.

Nunca me cansaré de repetirlo, lo feliz que estoy con mi vida ahora. Llego un punto de mi vida en el que pensé que moriría pronto por los constantes maltratos de mi ex esposo, y no podía soportar la idea de dejar a Louis junto a él en ese ambiente tan violento. Supongo que lo que me daba fuerzas era esperar a que Louis fuera ya un adulto para que saliera de casa y que no viera más a su padre, y así finalmente acabar con mi horrible vida de presa.

Tal vez no vivía en una cárcel, encerrada en una celda pero estoy convencida de que me sentiría más segura ahí que en casa, por la privación del alma y el ser es lo peor. Renuncie a tantas cosas por él, renuncie a mi trabajo, a mis amigos, a mis gustos, al amor.

Suspire finalmente, dejando todos aquellos recuerdos atrás para enfocarme en el presente. Un presente del que me sentía orgullosa y completamente feliz junto a mi futuro esposo, mis cuatro hijos y mis mejores amigos de la infancia.

- Sí, este es el vestido.- respondí totalmente convencida.

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- Mira esto mamá, Janis arreglando el traje de  papá.- rió enseñándome la pantalla de su celular.

- rió enseñándome la pantalla de su celular

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- Es el mejor.- solté sin pensarlo.

- Ya veo por qué te terminaste enamorando de él.

- Siempre lo estuve, desde muy joven.- al decir eso me fue inevitable recordar aquel día en el garaje cuando me tuve que despedir de Norman.

- Ya es hora de irnos, ya va a empezar tu boda mamá.

Salimos del cuarto en el que nos encontrábamos rumbo al jardín donde se celebraría la pequeña ceremonia.

Habíamos decidido invitar únicamente John e Isabelle con sus hijos

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Habíamos decidido invitar únicamente John e Isabelle con sus hijos. A Lucy y sus padres, con quienes nos habíamos amigado últimamente, y unos cuantos amigos cercanos de Norman.

Me sentía muy tranquila por dentro, la paz reinaba en mi. Por fin tendría el cuento de hadas que quise siempre y no solo para mi sino para Louis también.

Caminé hacia el altar aferrada a mi primogénito y verlo a Norman ahí, me hizo derramar unas cuantas lágrimas. A su lado se encontraba Janis con un hermoso vestido rosado bajo y un pequeño ramo de flores siendo la dama de honor. Y un poquito más allá se encontraban los mellizos dormidos, vestidos de blanco, y encima de ellos una pequeña almohadilla donde se encontraban los anillos.

La ceremonia pasó bastante rápido, yo ya había dado mis votos expresándole con el corazón a Norman todo lo que sentía por el.

- Norman, tus votos.- dijo el cura. De su traje sacó un papel envuelto y cuando iba a empezar a leer dijo...- A la mierda eso, te voy a decir las cosas desde mi corazón.

- Lorraine Barley, déjame decirte que tú rompiste mi corazón cuando éramos jóvenes y quiero que sepas que nada me alegra más que hayas sido tú la misma que lo arreglará con tu amor. Fui un estúpido al no haberte declarado mi amor en ese entonces, tal vez y las cosas hubieran sucedido diferente, pero lo importante es que ahora estamos aquí, con cuatro hermosos hijos. Por mucho tiempo estuve solo y aunque tenía a Janis siempre sentía que me faltaba algo y de alguna forma siempre supe que ese algo eras tú porque tu recuerdo vivía dentro de mi piel. Cuando volviste y te vi, no me lo podía creer, sentía que estaba soñando. El amor de mi vida no podía haber regresado así como así, pero lo hiciste y gracias a eso estamos aquí. Gracias por haberme permitido entrar a tu corazón una vez más y ayudarte a salir de todos tus conflictos. Ahora quiero decirte, frente a nuestros hijos y todos los invitados, que prometo cuidarte, amarte, respetarte y pelear contigo en cada batalla por siempre y para siempre, porque se que si algún día te llego a perder, habré perdido la mayor de las fortunas. Te amo Lori.- finalizó y con la yema de los dedos quito todo rastro de lágrimas.

Yo me encontraba peor, era un mar de lágrimas. Nunca nadie me había dicho cosas tan preciosas como lo había hecho el, y pude confirmar en ese momento que Norman fue una Ángel que me ayudo a salir de ese infierno en el que vivía.

- Sí no hay quien se oponga a esta unión...los declaró marido y mujer. ¡Puede besar a la novia!

Ese beso fue el mejor de nuestras vidas, cargado de emociones, amor y pureza.

Al fin seríamos felices, y lo mejor de todo es que lo haríamos juntos.

Nuestro Reencuentro de Amor// Norman ReedusDonde viven las historias. Descúbrelo ahora