- ¿Quién te crees que eres para llamarme así? ¿De verdad piensas que vendrías aquí a querer recuperar todo con un simple "disculpa, no sabía lo que hacía."? ¡Mi hija y yo hemos podido salir adelante sin tu presencia, a pesar de todos los obstáculos lo hicimos!- Grité exaltado. No podía creer que la mamá de Janis había vuelto con esas intenciones.
- ¡También es mi hija Norman!- Reclamó llorando.
- ¿Tú hija?- Le pregunté cínico. - ¡NO SE TE VINO ESO A LA MENTE CUANDO NOS ABANDONASTE!-
Seguido escuché el fuerte portazo que dió Janis, estábamos tan sumidos en la discusión que no nos percatamos de la reacción de ella.
- Janis...- suspiré frustrado, todo esto había sido culpa de su madre. - Te pido de favor que te vayas de nuestras casa Susan, no eres bienvenida... al menos no por ahora.
- Te pido disculpas Norman, tienes toda la razón pero no me descansaré hasta que se resuelva esto.- dijo mientras quitaba todo rastro de lágrimas en su rostro.
Asentí con la cabeza y una vez fuera, subí hasta la habitación de Janis.
- Hija, por favor abre la puerta, ella ya no está aquí.-
Al segundo se abrió la puerta y de inmediato sentí sus brazos al rededor de mi. Espero que cualquier decisión tomada no le haga más daño a ella, de otra manera moriría.
- ¿Por qué ahora papá?- susurró destrozada.
- No lo sé amor pero seguiremos adelante.- respondí acariciando su suave y rubia cabellera.
(***)
Había despertado hace poco y a mi lado seguía Janis, nos habíamos quedado dormidos luego de aquella charla y puedo asegurar que haber estado así con mi hija, fue uno de los momentos que no cambiaría por nada en la vida. Janis fue un milagro en nuestras vidas, un milagro que tanto habíamos anhelado.
Soñé por mucho tiempo con tener a un pequeño con quien pelotear o una pequeña con quien jugar a la hora del té, no me importaba. Susan y yo nos casamos y planeábamos formar una familia pero por algún motivo se nos dificultó crearla pero cuando por fin lo logramos, supe que mi sueño se haría realidad, más no que este estuviera acompañado de una gran tempestad: el abandono de Susan. Por más destrozado que quedé, debía mantenerme fuerte por Janis y así lo hice durante todos estos años. Me resulta molesto e inquietante que Susan quiera venir como si nada hubiera pasado antes a enmendar su error. Las consecuencias ahora no las sufro solo yo, también Janis y haré lo que sea para evitarle dolores a mi hija.
- ¿Papá?- dijo recién levantada.
- Dime hija.
- ¿Quién llamó la puerta hace rato, cuando....tú sabes.-
- Mierda, Lorraine.- me reprimí.
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Nuestro Reencuentro de Amor// Norman Reedus
RomanceTal parece que con aquel reencuentro floreció el amor nunca antes confesado. Historia y portada 100% creada por mí -> Nisall103