Cap 4. Metida de pata

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Comenzando a conocer al equipo, se desatan dudas para el nuevo recluta.

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*Smooky*

Pruebo mi velocidad rebasando por unos metros a Bumblebee en el camino presumiendo mi motor mientras escucho el fuerte ruido que emerge de este. Me divierto sobre mis ruedas hasta que escucho la voz de mi compañero atrás mío.

-Smokescreen, desacelera un poco; en este planeta hay límites de velocidad.

-¿Cómo que límite de velocidad? Debes estar bromeando, ¡puedo subir hasta doscientos con este módulo terrestre!-. Le recalco lo dicho acelerando cada vez más distanciándome de él metro a metro. Estoy por llegar a mi máximo hasta que otro individuo se cruza en mi camino obligándome a desviarme derrapando. Uf, es un humano.
Este baja de su vehículo enojado para reclamarme llamándome impertinente. No sabe lo que soy, ¿que hago? ¡ya sé! Ja, ja, esto puede ser divertido. Una broma no daña a nadie, ¿verdad?

Transformo mi cuerpo a mech mostrándome imponente ante el terrícola por mi tamaño, me coloco en una rodilla confrontándolo con una mirada seria.

-Repite eso de nuevo-. Este se asusta quedando en shock retrocediendo unos pasos. Escucho a Bee acercarse rápidamente interviniendo en su forma normal delante mío mostrándose alterado.

-¡¿Qué crees que estás haciendo?! ¡Se supone que nosotros protegemos a los humanos, no los asustamos ni dañamos!

-¡Puf...! ¡Ja, ja, ja! Sólo estaba jugando, tranquilo-. No puedo evitar carcagarme por su reacción.

-¿Te parece que es gracioso? ¡Has expuesto nuestra identidad ¿Qué crees que harás si los demás se enteran?-. Escucho un "tic" de un aparato extraño que el humano portaba en su mano apuntándonos con él para luego volver a su auto y salir huyendo. ¿Que hizo?

-¡Chatarra! ¡Smokescreen!

-¿Qué...?-. Me atrevo a preguntar incrédulo ante su fulminante mirada entre preocupada y molesta.

-...Ya es hora de volver-. No me dice nada dándome la espalda para tomar el camino por donde vinimos, lo sigo sin entender optando por callarme el resto del camino de regreso. Después de una media hora fuera, Bee y yo regresamos a la base bajo un cielo anaranjado opaco.

Entramos volviendo a nuestra forma original encontrándonos con una sala inusualmente vacía. Tanto Bee como yo nos miramos haciéndonos la misma pregunta.

-¿No se supone que Ratchet siempre está aquí?

-Sí, por eso es muy extraño. Por otra parte, Arcee y Bulkhead deben haber salido a conducir con los chicos.

-¿Y tu humano?

-¿Raf? Se quedó en casa a estudiar.

-Ya veo, ¿qué hay de Optimus?

-Conociéndolo, debe estar solo en su habitación. No irás a buscarlo, ¿o sí?-. Bee me dedica una mirada sospechosa provocándome a reír nerviosamente. ¿Cómo adivinó?

-P...por supuesto que no; no hay nada de malo en preguntar dónde está tu equipo, ¿verdad?-. Sobo mi nuca esperando que el explorador deje de mirarme como si fuera yo culpable de algo.

-Hum...No, por supuesto que no-. Uf... menos mal.

-Me quedaré aquí a esperarlos ya que no hay nadie; alguien debe vigilar si pasa algo. Cuando vuelvan tendré que decirles lo que pasó, tendrás que afrontar las consecuencias-. Asiento afirmativamente algo rígido con el presentimiento de que me espera una fuerte reprimenda. Vaya...

Hasta donde quiero llegarDonde viven las historias. Descúbrelo ahora