Hasta donde quiero llegar

Cap 9. Enamoramiento inminente

Optimus sale tras Smooky dirigiéndose a algún lugar desconocido para el Prime. La ayuda mutua entre Wheeljack y Smokescreen debe de tener un resultado favorable. Las pruebas de seducción se hacen cada vez más profundas.

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*Smooky*

Sigo avanzando en el solitario sendero del desierto acompañado de Optimus en total silencio.

--Smokescreen, ¿qué tan alejado está ese lugar al que quieres ir?--. Uhg, ni siquiera sé hacia dónde voy.

--Ah...em, no muy lejos...

--Pronto oscurecerá. No es buena idea estar fuera de noche.

--¡Ah! ¡Aquí es!--. Por suerte para mi, llegamos a un acantilado rocoso que da vista a un verde horizonte donde la gran esfera luminosa llamada Sol, busca ocultarse desprendiendo rayos dorados que adornan el cielo majestuosamente. Por alguna razón, al ver este paisaje, me hace sentir nostalgia sin razón aparente.

Volvemos a nuestra forma original observando nuestros alrededores.

--¿Aquí es? No está mal.

--...Sí--. Con toda tranquilidad, me siento en la orilla dejando mis pies colgando en el aire para apreciar un rato la vista,después de considerarlo, Optimus toma asiento a mi lado poniéndome tenso ante la situación: Juntos, lejos de los otros, un lugar agradable y un ambiente pacífico, solo nosotros dos...

--Optimus...¿cuanto tiempo llevas siendo Prime?--. Viendo la oportunidad perfecta de entablar una conversación, es lo primero que se me viene a la cabeza con tal de intercambiar palabras un rato. Parece pensar en su respuesta mientras me observa.

--A decir verdad, tiene tanto tiempo que no puedo recordarlo.

--Sabes, yo...pude verte una vez cuando visitaste la academia de entrenamiento.

--¿De verdad? ¿Cuándo fue eso?

--Hace tiempo...yo apenas iniciaba como un estudiante. Probablemente no lo recuerdes porque tú jamás me viste--. Era cierto, en los primeros años después de enseñarnos a pelear, los más aptos estabámos por comenzar el campamento militar en una zona más abierta donde nos pondrían a prueba, sólo los más fuertes serían aceptados para entrar en el ejército y unirse a la guerra entre autobots y decepticons que se aproximaba cada vez más.
A unos días de partir, se hizo el anuncio de que Optimus Prime visitaría la academia para un discurso alentador hacia los que estaban por salir, yo entre ellos, y aunque al principio no estaba motivado y me encontraba desinteresado en la batalla, ese día su presencia me hizo cambiar rotundamente de opinión, y esta a su vez, cambiaría mi vida para siempre.

Entre la prensa y el público apenas podía verte a la distancia, tan lejos pero tan cerca a la vez, fue ahí donde encontré a mi ídolo, aquel que me dio una razón para avanzar hacia una meta y el deseo de proteger mi hogar.

Fueron tus palabras las que definieron mi filosofía y mi coraje. Gracias a tí, soy quien soy hoy en día.

Dijiste muchas cosas que hicieron subir la marea de mi motivación, pero hay una frase en especial tan memorable, que siempre solía repetírmela a mí mismo cada vez que me sentía perdido.

"Puedes olvidar quien eres, pero jamás los principios que te sostienen".

Cuando terminaste, los aplausos no tardaron en resonar en el lugar, muchos se acercaron ansiosos por entrevistarte o articular palabra contigo. Yo también tenía preguntas que hacerte, cosas que me hubiera gustado decirte en ese momento, pero me era imposible siquiera acercarme en medio del bullicio y los empujones que daban los demás. Cuando por fin se disiparon, terminaría dándome cuenta que ya te habías ido directo a la primera línea de batalla. Perdí la oportunidad de conocerte de cerca, pero mantuve mi esperanza de volverte a encontrar cuando me uniera al ejército.