ɴɪɴᴀ ʏ ᴍᴀᴛᴛᴇᴏ ᴘᴀꜱQᴜᴀʀᴇʟʟɪ. #ᴛᴜʏᴀ7 (ᴀᴅᴀᴘᴛᴀᴅᴀ)

CAPITULO 35

35-¡MIERDA!

MATTEO.

Llevaba un vestido de un color blanco puro, tenía unos cuantos destellos de dorado, se ajustaba a la cintura para luego caer en ciertas hondas... joder era la mujer más hermosa del puto universo.

Mientras el padre iba diciendo toda la palabrería que ellos dicen, se que esta mal pero no pude prestarle atención a sus palabras, solo la veía a ella y su hermosa sonrisa nerviosas en su rostro.

Estos días he pensado que quizás la vida a fin de cuenta te da y te regala algo que ti necesitas, quizás pensemos que no esta jodiendo o quizás nos preguntemos por que la vida hace me hace esto... o esto otro?, pero a fin de cuenta por mas oscuro que este nuestro paisaje, al final todo va hacer mas claro.

-¿Señor Matteo Pasquarelli acepta como esposa a Luna Valente?

Una pregunta cuya respuesta decidirá toda mi vida, pero sinceramente en ese momento no me puedo ver con nadie mas en un futuro si no con ella.

-Acepto.

-Por el poder que me concede el estado de Nevada, los declaro marido y mujer-Nos sonrió-Puede besar a la novia.

La traje hacia a mi y la bese, bese a mi esposa, ¿Pueden creerlo? ¡Estoy casado!

El padre se aclaro la garganta haciéndonos separar, nos hizo seña señalando a Gaston que esperaba para casarse con Nina, tome la mano de Luna y me sente con ella en la primera banca de la iglesia, quería ver la hermosa boda de mi hermanita.

Gaston esperaba algo ansioso, tenia una sonrisa en su rostro y aunque somos mejores amigos desde pequeño nunca lo había visto tan ansioso y nervioso como ahora.

Su que la amaba, si que daba todo por ella, se que Nina estaba en buenas manos.

La música nupcial comenzó a sonar y apareció mi hermosa hermana, pero llevo diecinueve años con ella, se que algo paso. Se detuvo, una lagrima rodó por su mejilla, me levante y vi como Gaston corrió en seguida donde ella, Luna me tomo la mano y caminamos juntos hacia ellos.

-¿Amor pero paso?-Preguntaba Gaston al verla así-¿Por que quieres cancelar la boda?

-¿Que?-Pregunte al oírlo sin poder creerlo-¿Como que vas a cancelar la boda Nina?

-Mi papa Matteo-Fue lo primero me dijo-Esta decepcionado de mi por todo.

-¿Vino?-Pregunte.

-Si, me dijo que como podia hacerle eso, que por que no confiaba en el-Ella lloro en el pecho de Gaston-Lo decepcione.

-Preciosa no es así, sabes porque hicimos todo esto-La calma Gaston-Vamos donde el si, le expliquemos todo, seremos abiertos con el sobre toda esta situación y así estarás mas tranquila.

-Si Nina, deberían hacer eso-Nina me miro-Se que papa entenderá esto hermanita, enfrenta los problemas pero al final seras feliz-Ella me sonrió y corrió a mis brazos abrazándome-Papa nos ama y solo quiere lo mejor para nosotros, veras que todo resultara bien, ¿Si?

-Si-Me respondió ella mas tranquila mientras limpiaba sus lagrimas.

Gaston y Nina se despidieron y tomaron camino al hotel, mientras mi esposa estaba al lado mio mirándome.

-Te ves hermosa hoy-La mire haciendo que sonrojara-Muy hermosa.

-Matteo-Dijo mi nombre en tono de regaño tapándose el rostro.

-¿Que?-Pregunte riendo, tome sus manos y la quite de su rostro mientras veía sus hermosos ojos-Amo que seas mi esposa, amo lo hermosa que eres, amo que hayas luchado por mi, amor que estas junto a mi, amo que me apoyo-Ella me sonrió con ese pequeño brillo en sus ojos-Pero lo que mas amo es que me amas por lo que soy, me amas por mi mismo.

Esta vez no la jale, esta vez ella me jalo para besarme, rodé con mis manos su cintura abrazándola fuertemente a mi.

Tome mi auto y nos fuimos directo al hotel, no es tu que estuviese ansioso de tener mi luna de miel, pero tenia a la mujer mas hermosa que ahora es mi esposa al lado mio y esto merece celebración en grande.

Marque el numero 10 en el ascensor sin dejarla de besar, en camino acá mis ganas iban aumentando y mas porque ella no paraba de provocarme con uno que otro toque, di un pequeño brinco rodeando mi cintura con sus piernas mientras no dejaba de besarla, el ascensor se abrió y tome como pude la tarjeta para abrir la habitación mientras sentía sus besos en mi cuello.

¡Joder ábrete rápido!

Logre abrir y con mi pie golpee la puerta cerrándola de una, camine con ella entre besos hacia nuestra cama acostandola delicadamente en ella mientras su sonrisa no abandonaba sus labios.

Sus pequeñas manos comenzaron a desatar la corbata de mi traje mientras yo la seguia besando, joder amaba sus besos, amaba sentir sus manos sobre mi cuerpo...

Pero como todo en esta vida no puede ser perfecto alguien en la puerta comenzó a tocar.

-¡Maldición!-Gruñí.

-No maldigas-Reprocho-Quizás debe ser servicio a la habitación-Dijo ella mientras me jalo de nuevo hacia sus brazos.

Pero la maldita puerta no dejaba de sonar.

-¡No queremos servicio a la habitación!-Grite, pero parecía no entender.

-Mejor ve-Me dijo Luna sentándose en la cama.

Di un suspiro algo frustrado y me levante de la cama, tome mi corbata que ahora solo guindaba de mi cuello y la tire al suelo algo molesto.

Definitivamente va a ver una maldita queja contra el hotel.

-¡¿Que quieren?!-Grite una vez que abrí la puerta, pero al ver quienes estaban frente a mi mi piel perdió color.

-Papa... mama-Escuche el susurro de la voz de Luna.

Si, tenia al frente a Marian y Leonardo Valente  y mis suegros.

Mierda y mil veces, mierda.