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En su primer día en la academia de héroes, Katsuki había llegado relativamente temprano ya que no pudo dormir anoche, el miedo lo consumía.

Se había pasado su verano y el resto de ese año viendo a Izuki hacer esa extraña rutina, con el progreso de los meses la había visto crecer un par de centímetros y tener mejor estado físico, siempre había tenido la curiosidad de preguntarle que es lo que hacía y porqué.

Sentado en el pupitre que había decidido que sería para él ese día miraba por la ventana, veía a los estudiantes entrar con normalidad por la gran puerta. ¿quién más estaría en su clase? Alguno de los que vió en la prueba de admisión debió haber quedado.

Escuchaba suavemente voces alrededor, gente que se saludaba y se presentaba, ¿que habría sido de Midoriya? Su madre le había dicho que sus padres habían planteado enviarla donde estaba su padre a estudiar, quien se encontraba en Estados Unidos, eso idea lo había espantado un poco.

¿Izu fue a la escuela que quería, se habrá ido a Estados Unidos, seguirá estudiando siquiera?

Mientras más avanzaba la hora, más voces escuchaba, se comenzaban a escuchar risas o demostraciones de quirks, siguiendo de expresiones de asombro.

- no te asustes, Izuki, por lo menos ya tienes una amiga -dijo una voz femenina dulce para su gusto y seguida de una risa, una risa delicada y familiar, esa risa que sonaba con gusto y que a él le gustaba que pusiera estúpidos sus sentidos.

Se dió vuelta mirando en dirección al sonido y vió a Midoriya, llevaba su cabello más corto de la costumbre, casi como el de un chico, tenía una mano en su boca y reía algo sonrojada junto a una chica castaña y algo rellenita, pero sin embargo curvilinea. Sentía algo dentro de si prenderse al sentir esa risa cerca suyo, lo hacía jadear un poco y provocaba que sus manos sudaran, la miró fijo un par de segundos, esperando que los iris esmeralda se encontraran con el de él.

De manera casi repentina, ella giró la vista hasta encontrarse con él y vió como se sonrojaron sus mejillas y luego se sonrojó completa, sus grandes ojos se abrieron aún más al ver al rubio y sacó su mano de sus labios.

- ¿K-Kacchan? -dijo la peliverde, casi con pánico, el semblante de Bakugou permanecía serio, incluso pensó en levantarse a ir a saludarla mientras que en su cabeza corrían imágenes de él corriendo a ella y estrechándola entre sus brazos, murmurando en su mente que la extrañaba. Cuando estuvo dispuesto a posar su pie para levantarse ella le dió esa sonrisa.

Esa sonrisa falsa, esa en la que sabía que escondía su miedo y nerviosismo detrás, él conocía a Izuki y sabía que ella bajo estrés y nerviosismo soltaba lágrimas, sin embargo sonreía, sonreía de una manera demasiado creíble y perfecta que te hacía sentir que estaba todo bien.

- Midoriya, maldita bastarda -gruñó de la molestia y se volvió a dar vuelta, mirando casi con furia.

- ¿qué es lo que le pasa? No puede tratarte así -se escuchó otra voz femenina y una ligera discusión de que debían ir y exigirle que se disculpe, pero sobre eso percibía la voz de Izu, quien les decía con tono dulce que no era necesario y que el chico solo tenía días malos a veces.

Eso de 10 minutos después todos los asientos estaban ocupados e Izuki se había sentado frente a él, ya que las amigas que se había hecho se habían sentado en grupo en ese sector del salón y ninguna quería estar cerca de él. Cuando las clases habían comenzado tenían a un tipo hablando adelante, pero él solo podía estar concentrado en Midoriya.

Era mucho tiempo que no la tenía tan cerca, sus rizos -que antes eran como ondas debido al largo de su cabello- ahora estaban bien formados y brillaban como el sol, su espalda era más pequeña y debido a la inclinación que tenía ella podía observar que su cintura era más delgada, pero tenía caderas bien formadas, comenzó a subir por la espalda, sintiendo casi como si sus dedos estuviesen tocando su lechosa piel a pesar de que estaban en su codo, sosteniendo el brazo en el cual tenía apoyado su mentón, cuando llegó a la franja que era de sus sostén, tuvo casi el impulso de tirarlo y luego dejarlo ir para que se golpeara con este y se diese vuelta sonrojada, pero tuvo que negar con su cabeza para borrar esa idea de su mente y notar casi con inocencia como respiraba, respiraba de manera dulce y se notaba que no sabía respirar bien, debido a que respiraba de los hombros y no del diafragma.

Cuando ya sentía él que llevaba mucho tiempo mirando la dulce espalda de Midoriya, ella giró un poco su cabeza, pero sin embargo no se detuvo en él, si no lo hizo antes y en diagonal, lo que hizo a Bakugou girar de la misma manera la cabeza y ver a un tipo con cabello rojo y una enorme quemadura en su cara sostenerle la mirada por unos segundos a ella y luego la apartó, dirigiéndola al frente, el rubio miró rápidamente a la chica, viendo como ella se sonrojaba y volvía la vista al frente, sin embargo, sintió como el pelirrojo se daba vuelta denuevo a mirarla y la observaba como llegaba haciéndolo el rubio casi toda la hora.

<<¿qué mierda significa que ella se sonroje cuando él la mira?>> pensó Katsuki, molesto de solo pensar que a ella le podía atraer ese tipo.

¿eso significaba un obstáculo para llegar a ella denuevo?

Querido KatsukiDonde viven las historias. Descúbrelo ahora