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Katsuki jadeaba un poco tratando de regularizar su respiración, observando como su esposa tragaba un poco indecisa la sustancia amarga, mostrándole después su lengua.

- eres una buena chica -murmuró él llevando una mano a su mejilla y acariciando esta, para luego tomar su mano y subirla al sillón con él, llevando directamente sus labios ak cuello de la pecosa, repartiendo un par de besos.

- ¿estuvo bien así? -dijo ella parpadeando un poco, respirando hondo y juntando su cuerpo con el de su pareja, quien estaba solo en ropa interior, al igual que ella.

- fue un excelente regalo de cumpleaños -dijo él besando el hombro de la peliverde, dejando pequeños mordiscos en su piel y escuchando como ella reía con dulzura.

- 25 años, Katsuki -dijo en un susurro Izuki, dejando su rostro en el cuello de Kacchan y acariciando dulcemente con sus manos- son muchos, un cuarto de siglo -murmuró.

- tú me pisas los talones, jovencita -dijo él separando un poco a su novia, para sonreírle de manera ladina y alzó una ceja- Izuchan, tengo una duda, tú me dijiste que por ser mi cumpleaños puedo hacer lo que se me antoje contigo, ¿no? -preguntó y ella sonrió un poco confundida.

- si piensas quemarme, mutilarme o hacerme explosiones preferiría que no -dijo cómica y vió como el ojirubí negaba con la cabeza, tomándola de las caderas y la levantó, dejándola parada en el sillón, haciendo que debido a los mareos que sentía ocasionalmente ella se afirmara de la cabeza del chico, mirándole sonrojada.- ay, Katsuki, que haces -dijo ella intentando juntar sus piernas, viendo como se lo impedía el brazo del rubio.

- no, tú dijiste que puedo usar tu cuerpo para lo que yo quiera -dijo Bakugou mirando a su novia, quien estaba sonrojada a más no poder- si protestas te dejaré en abstinencia y eso no se discute -dijo llevando su boca al pequeño vientre, sonriendo amplio y miró para arriba- le vamos a hacer cosquillas a tu mami -susurró, dejando un beso en el lugar y comenzó a bajar suavemente, dejando pequeños besos y mordidas camino a la parte baja de su ropa interior.

- Kacchan! -dijo ella, comenzando a reírse tanto por nerviosismo como por las cosquillas que le producía los labios de su novio en ciertos lugares, mientras más iban haciéndose profundo los besos, tenues las mordidas y se acercaba a su objetivo, ella había dejado de reír para mirar jadeante el camino que seguía su esposo.- Kacchan -dijo ella casi en un susurró, viendo perfectamente como él hacía oídos sordos.

Casi a la media hora, estaban ambos sentados en el sillón, ella jugando con los nudillos de él mientras que este le acariciaba dulcemente el pelo.

- debemos levantarnos -murmuró Kacchan observando la hora en el reloj de la cocina que tenían, ella hizo un puchero y se acurrucó contra su marido, negando con la cabeza.

- no me agrada separarme de ti -dijo ella con la voz temblorosa- es odioso, nunca se si te pasa algo y nunca voy a poder estar para defenderte -murmuró y abrazó más fuerte a su marido.

- tengo que ir a la academia de todas formas, tengo que seguir los entrenamientos con ellos -dijo el rubio dejando un beso en la frente de ella- así que te veré, porque tu clase y la de ese idiota se juntan, así que de todas formas podemos comer juntos.

- no le digas idiota a Kirishima, su clase es genial -dijo Izuki con una sonrisa amplia, negando dulcemente con su cabeza- me encanta su clase

- los quirk de esos niños son basura, solo hay uno o dos que no deberías estar ahí y estar en tu clase -dijo mirándola.

- no lo son, no digas eso -dijo la peliverde, mirándole y negó dulcemente con su cabeza, se estiró a dejar un dulce beso en sus labios- ¿sabes? Prefiero invitarte a comer durante día, sí, así que arriba! -dijo ella, volviendo a dejar otro casto beso en sus labios y ella se dirigió al baño, entrando en este para lavarse los dientes y poder hacer sus necesidades, él rió suavemente y se levantó, arreglando sus ropa interior y fue a la cocina, para poner agua a hervir y luego al cuarto, yendo a buscar su ropa. El día había pasado rápido, ambos habían tenido la oportunidad de por lo menos poder mirarse durante el día, viendo como mientras Bakugou enseñaba a todos los que tenían un quirk similar al de él como hacerlo más poderoso o hacerlo mejor, Izuki explotaba literalmente a todos los jóvenes cuyo quirk tuviera que ver con fuerza o resistencia.

Todoroki, quien también había accedido a trabajar con la academia estaba tanto con Izuki como con Katsuki, a él porque su quirk tenía que ver mucho con ese lado a ella porque le servía.

- ¿crees que puedas poner fuego abajo? -dijo ella, viendo como sus estudiantes intentaban correr por una muy empinada pista de hielo.

- ¿estás segura? -dijo Shouto mirando a la pecosa, quien sonreía de manera amplia mientras veía a la mayoría resbalarse.

- sí, pero espera -dijo ella acercándose a la estructura- no veo que nadie se esfuerze, así que llegarán arriba por las buenas o por las malas! -gritó y miró al héroe de cabello bicolor, asintió con su cabeza y mientras el heterocromático usaba su lado derecho para alargar la estructura, usó el lado izquierdo para colocar flamas debajo, se escuchó como los casi 12 chicos gritaron mientras se veía que empezaban a subir, ella sonrió con satisfacción y sonrió amplio a su amigo.- estos son resultado, Todoroki -dijo con una amplia sonrisa.

Bakugou miraba a su esposa, quien le daba apoyo a los que iban más abajo, pero sonrió y le hizo una seña al otro héroe, quien hizo subir ambos elementos y se escucharon más gritos.

- escúchenme, malditos niños -dijo el rubio, llamando la atención de los jóvenes a su cargo- sigan trabajando, si no veo que terminan asquerosamente cansado mañana los voy a hacer mierda -dijo y ellos, un poco asustados, Bakugou caminó donde su esposa, rodeándola por el hombro y ella miró.

- ¿será mucho para ellos? -preguntó la peliverde.

- tal vez para los de la clase general, pero ellos deben esforzarse -dijo y sacó su brazo, caminó a la estructura con el fin de hacer una explosión y ver si se apuraban, pero al como finalmente los jóvenes llegaban a la cima sonrió suavemente y se dió vuelta, viendo como su esposa le miraba atenta y de fondo el héroe de doble quirk le observaba de manera penetrante.

- tu grupo creo que está teniendo problemas -dijo la peliverde con una sonrisa, Bakugou miró y vió como un chico con quirk de fuego gritaba, tirando enormes llamaradas al cielo, sin embargo este caía al piso cansado.- si sigue así se va a desmayar -murmuró y los tres héores vieron como a los segundos cayó totalmente al piso.

Bakugou rodó los ojos y fue donde el chico, robándole una risa a su esposa.

Querido KatsukiDonde viven las historias. Descúbrelo ahora