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Bakugou había tomado una actitud distante con Izuki, en el año escolar ella había comenzado a hacerse amigos, al principio la chica castaña, quien resultó ser Ochacco Uraraka y Tenya Iida, y luego del festival de deportes a Shouto Todoroki.

Katsuki se estremecía al recordar ese día, antes del evento había visto como Todoroki había arrastrado a Midoriya a un lugar apartado solo para decirle que le iba a derrotar con su quirk de hielo, él recuerda como le hervía la sangre en ese momento.

Al momento del festival de deportes cuando peleó Izu con Todoroki, Bakugou había sentido celos debido a que el chico usó sus poderes con la chica y no lo usó con él, sin embargo, lo que más le había preocupado era Izuki, mientras le veía romperse los dedos estaba serio, pensando en cual era su objetivo, sin embargo cuando dió el golpe final y se creó ese tipo de explosión y terminó con un brazo roto e inconsciente se sentía extraño, ya que debía tener una media hora para pelear con el nuevo ganador, quien había sido Todoroki

Midoriya estaba medio consciente en la camilla de la enfermería, Recovery Girl había decidido dejar su brazo roto para que aprenda, por lo que la señora se limitó a darle analgésicos, inmovilizar su brazo y darle una paleta para que se sintiese mejor, pero su estado de ánimo subió cuando vió a Kacchan por la puerta, haciendo que sus miradas se conectaran de inmediato, robándose una sonrisa dulce a ambos.

- ¿fue muy brutal? -dijo Izuki, viendo como Katsuki se sentaba al lado de su brazo bueno y dejaba su mano reposar en su hombro.

- un poco, ¿estás bien? ¿saliste volando o algo? -dijo Bakugou intentando ocultar su preocupación, tragando un poco inquieto y se inclinó un poco sobre ella, lamiendo la yema de su pulgar y pasándola por encima de su ceja, limpiando un poco de sangre seca.

- para nada -dijo la chica con una sonrisa- o sea, me golpeé fuerte con las escombros, pero estoy bien, Recovery Girl me cuida -murmuró risueña y luego le sonrió dulcemente.- no le hagas nada muy feo, ¿si? -le susurró la chica y se sentó, soltando un quejido debido al dolor de espalda- eres bastante impulsivo

- con ese golpe pudo haberte matado, ese tipo puede crear barreras de hielo si quiere -dijo en un gruñido el rubio, frunciendo su entrecejo con molestia.

- oh, no importa -dijo con una dulce sonrisa, se estiró y dejó un pequeño beso en la frente del rubio, como solía hacer cuando muy pequeños porque se le daba la gana.- ve a prepararte y da lo mejor de ti, ¿está bien? Te iré a ver

El chico logró relajarse con ese beso, no sabía a que venía, pero sentía que hasta cierto punto le daba fuerzas. En cuanto salió del lugar fue directo a donde estaba Todoroki y no logra recordar lo que le dijo, solo recuerda que tiró una mesa y eso fue todo, du pelea no fue nada lejos de la normal, Bakugou ganó la pelea y dejó a Todoroki segundo.

En cuanto la pelea terminó, Katsuki miró a donde estaba sentado su clase y suspiró tranquilo al ver a Midoriya, murmurando un poco mientras miraba la pelea que acababa de concluir.

Ese día ya bajada la noche la señora Bakugou arrastró a su hijo a casa de las Midoriya para poder celebrar el asunto del festival, mientras las madres hacían sushi en modo de celebración (pues habían buscado en internet como hacer el sushi de manera americana) Bakugou tenía en su pecho a Izu, quien había caído dormida debido a que se había agotado por un beso que le terminó dando Recovery Girl para que no tuviera muy mala noche, el chico la había traído a casa y en menos de 10 minutos ya se encontraba denuevo en el lugar, viendo como ella ya estaba con ropa cómoda y ordenando la casa para poder recibir a las visitas, en cuanto terminó se sentó y a su lado el rubio, quien la rodeó con el brazo y ella se dejó ir en los brazos de Morfeo.

Kacchan miraba su celular con indiferencia mientras acariciaba de manera dulce el cabello de la chica, él respiraba con suavidad intentando no despertarla, ¿desde hace cuánto tiempo no tenía a Izuki dormida cerca? Era casi un año que no la tenía tan cerca y desde su infancia que no dormían en el mismo cuarto, su shampoo había cambiado y lo notaba ya que su cabello tenía otro brillo y su perfume era distinto, antes era un olor cítrico y marcado, en cambio el que usaba era sumamente dulce y suave, casi combinaba con la personalidad de ella, en un momento Bakugou bajó su cabeza y hundió con dulzura su nariz en el cabello de la más baja, inhalando hondo y sosteniendo el olor unos segundos. Su cabello olía marcado a su loción para pelo, sin embargo olía un poco a sudor y a tierra, pero la mezcla daba un olor que no era desagradable, si no al punto de que era un gusto tener su nariz ahí.

- oye, don Romeo, estamos en casa ajena -dijo la madre del chico, dejando un suave golpe con la mano en la cabeza del joven ya que no quería ser descortés, provocando que se separara con una mueca molesta y se tratara de levantar para decirle algo a su madre, sin embargo se detuvo al sentir como movió bruscamente a la chica, provocando que se quejara y en cuestión de segundos se despertara, suspirando algo pesado.

- uh, mami, invité al señor Yagi, ¿te molesta? -dijo la menor ladeando un poco la cabeza, su madre rió y dijo que no molestaba, que de todas formas habían hecho para llenar muchas más bocas, todas las mujeres rieron suave y el joven ignoró la gracia del comentario, la chica se levantó y en cuanto lo hizo sonó el timbre, por lo que fue a abrir y recibió al señor Bakugou, quien venía con una caja con dulces para compartir después.

Casi 5 minutos después de que habían llegado y entre todos arreglaban el lugar para comer volvió a sonar el timbre de la puerta, Izuki se movió rápidamente para ir a abrir, y aunque Katsuki se había ofrecido para ir le dijo que no, porque ella conocía al señor. Todos los presentes del lugar se quedaron expectantes en cuanto salió, se escucharon risas y luego pasos, Midoriya volvió sonriente y con un ramo de flores, diciendo que se lo habían traído a la dueña de casa y detrás de ella venía un hombre de unos 2 metros y algo más, esquelético y demacrado, pero con una sonrisa y muy respetuoso.

Durante la cena todo fue risas y buenos tratos, sin embargo Bakugou seguía serio mientras miraba al hombre, le daba la sensación de que lo conocía, pero al ver a Izuki tan feliz con él, riendo frente a sus chistes aburridos y hablando con total fluidez decidió dejarlo pasar, luego de la cena les ayudó a ordenar y se despidió, no sin antes agradecer varias veces por la comida y dejando una caja con pasteles, aunque Midoriya le insistió que no era necesario dijo que era un regalo de agradecimiento y en cuanto se fue, la joven suspiró y se sentó al lado de Katsuki en la posición de antes, escuchando como los adultos hablaban en la cocina.

- que bien lo pasa uno con los padres -susurró con cansancio la chica, sonriendo un poco y volviendo a cerrar sus ojos.

Katsuki luego de su comentario le abrazó casi de manera protectora, afirmando su hombro con dureza; luego de eso vino el té, todos compartieron entre risas y recuerdos, todos los adultos estaban conscientes de que Bakugou tenía de manera firme a Izuki, estrechándola con él y que Izu estaba realmente gustosa, dejando su cabeza en el hombro o pecho del chico, ambos reían y compartían de manera normal, a veces se miraban y seguían riendo sonrojados, cada adulto pensaba en que estaban juntos y los tres sacaron sus conclusiones, pero también dijeron de que realmente no se dieron cuenta de que ellos hacían eso.

Querido KatsukiDonde viven las historias. Descúbrelo ahora