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- Uraraka! -sonó en un grito al otro lado del teléfono cuando contestó el teléfono- ¡necesito ayuda urgente! -chilló la peliverde.

- ¿pasó algo malo? -dijo mirando a Tenya, quien estaba sentado frente a ella tomando su té.

- me han invitado a salir a ver los fuegos artificiales y mi mamá se ha llevado mi kimono -lloriqueó del otro lado y escuchó como estaba al borde de las lágrimas, quejándose un poco. A pesar del estado de la chica, ambos jóvenes sonrieron asimilando que finalmente su amigo Todoroki la había invitado, y como les había dico que había planeado, les iba a pedir que saliera con ella finalmente; les había estado insistiendo con esa idea desde segundo año, pero según Shouto estaba esperando el momento indicado.

- bien, déjame que estoy ahí en una media hora -dijo levantándose, fue con Iida hasta la salida y luego este la llevó en el auto de su hermano, una vez la dejó en la casa de Midoriya se despidieron de un dulce beso y la morena se bajó y fue al timbre de la casa, luego escuchó como el auto se fue y luego de escuchar unos pies correr por la escalera le abrió Izuki, con el torso y cabello envuelto en una toalla y con los ojos llenos de lágrimas.

Ambas entraron y en lo que consolaba a su amiga, Uraraka revisó su armario, el tiempo estaba precioso y algo fresco, por lo que ya se imaginaba que es lo que debería usar, ella siempre recordaba como Todoroki decía lo linda que se veía Izuki con ese suéter azul grande y su vestido de flores, por lo que Uraraka lo buscó en lo que mandó a Midoriya a secar su cabello y colocarle una crema para rizos que usaba de manera ocasional.

Una vez que Uraraka había encontrado todo y lo había preparado, llegó Izuki ya en ropa interior y con el cabello liso, se había dejado crecer el cabello un poco, cosa de que ya usaba una melena corta que se le veía preciosa a gusto de todo el mundo.

- ponte esto -dijo Occhaco, sentándose en un almohadón en el piso y esperó a que la chica se vestiera para luego buscar entre los accesorios que tenía una pequeña cartera, donde colocó todo lo necesario, le hizo ponerse unas medias de color natural y de calzado unas balerinas planas de color negro, cuando la vió completa sonrió y le echó perfume, riendo ambas al ver como Izu se daba vuekta por secciones para que Occhaco le pusiera de la loción.

En cuanto estuvieron listas Midoriya vió la hora, sonriéndole y se abrazaron para darse las gracias, ambas bajaron y Uraraka llamó a Tenya para decirle que ella iría a su casa, para que fuese más tarde allí, sin embargo él le dijo que estaba afuera y que seguiría esperando hasta que saliera, una vez que se despidieron entre ellas, Izuki fue a dejarla a la puerta, saludando a Iida con la mano.

Mientras todo eso sucedía, Kirishima asentía efusivamente ante el look de Bakugou, llevaba un jeans con una camisa negra y zapatillas, su madre le había aconsejado esa ropa se quería salir con cualquier chica y prefirió hacerle caso, sin embargo llevó a Kirishima para que le aconsejara de como se veía.

- yo creo que a Midoriya le va a gustar -dijo el chico de cabello rojo, asintiendo con su cabeza.- además hacen bonita pareja

- gracias -dijo frunciendo un poco el entrecejo, suspirando luego- ya debo ir a buscarla, así que vete -dijo Bakugou, tomando su celular de la cómoda junto con su billetera y llaves para guardar todo en sus bolsillos del pantalón.

- amigo, no te olvides de besarla durante los fuegos artificiales, eso les debe encantar -dijo el pelirrojo levantándose de la cama, palpando su cabello para ver si los picos que había hecho seguían en su lugar.

- ¿tú crees que eso le guste? -dijo Bakugou un tanto inseguro y miró a Eijirou, quien le sonrió de lado y asintió con su cabeza. Desde que había comenzado todo el tema de Izuki, Bakugou se había mostrado bastante inseguro con respecto a todo lo que tenía que ver con ella, seguía siendo el mismo tipo energético y que insultaba a todo el mundo, que le molestaba que respiraran hasta el lado de él y que hacía explotar la mayoría de las cosas, pero siempre dudaba con lo que hacer con respecto a Midoriya, pero eso le daba mucha ternura a Kirishima, quien gozaba internamente con verlo así.

-bien, entonces vamos -dijo serio, sacando a el chico de su cuarto y bajaron, salieron ambos y Kirishima se despidió para irse por el lado contrario del cual debía ir Bakugou, el rubio comenzó a caminar hacia la casa de la peliverde, agarrando valor con cada paso que daba, una vez que llegó a la puerta y tocó el timbre, tragó saliva y al segundo abrió Midoriya, quien terminaba de calzarse sus zapatos.

- Hola Kacchan -dijo ella con una sonrisa, suspirando suave y salió, cerrando la puerta.

***

Los chicos corrían en dirección a la casa del rubio, llovía de manera torrencial y lo peor es que había comenzado de la nada, por lo que todo el mundo estaba desprevenido al punto que se cancelaron los fuegos artificiales, la lluvia no era fuerte, pero no era mucha, al punto que llevaban 2 cuadras caminando y ambos ya estilaban agua, por lo que decidieron correr el resto del camino, en cuanto llegaron a la casa del chico el abrió la puerta y entraron, ambos suspiraron y ella tragó saliva.

- ¿tus padres no están? -dijo la chica con voz temblorosa, jadeando un poco, el negó con la cabeza y tragó saliva.

- ellos de hecho salieron con tus padres a cenar, así que no se cuando vuelvan -dijo y se sacó los zapatos, para ir al salón y encender la calefacción- es mejor que te saques la ropa para ponerla a secar, te traeré una manta -dijo el chico, sacándose la camisa y los pantalones para colocarlos a secar, ella suspiró y se sacó el suéter, luego el vestido y terminó con las medias, para ir y ponerlas a secar de la misma manera, cuando terminó de colgar el suéter Katsuki le colocó una manta sobre sus hombros, ella sonrió y cubrió a Katsuki de manera, suspirando un poco.- me da la sensación de que tienes frío, ve arriba -dijo y ella asintió, subiendo al cuarto del chico y se sentó en la cama y se acurrucó a si misma, suspirando luego de eso y al rato llegó Kacchan con dos tazas humeantes en las manos, se quedó parado viendo a Izuki.

- Katsuki, ¿qué pasa? Apúra..

- estás hermosa -murmuró él, ella estaba un poco pálida y con sus mejillas sonrojadas, además de que su cabello mojado le daba un aspecto tierno. Él caminó lentamente hacia ella y se apoyó en una rodilla sobre la cama, para luego subir la otra y ponerse de rodillas frente a Izuki, puso su mano en la mejilla helada de la muchacha y se acercó.

- K-Ka..

- Izuki, ¿te molestas si te doy un beso? -susurró él, ella lo miró a los ojos y derrepente negó dulcemente con la cabeza, suspirando de manera dulce y Katsuki estiró su rostro un poco al de ella, besando dulcemente los labios de la peliverde.

Querido KatsukiDonde viven las historias. Descúbrelo ahora