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Mientras que Izuki estaba pasando una buena tarde con sus amigos, tomando sopa y hablando cosas normales Bakugou estaba sentado y frustrado con su grupo en la calle, ni él podía entender porqué estaba tan frustrado, ¿qué tanto le importaba Midoriya como para molestarse porque la llamó Todoroki?

- amigo, tú debes estar tranquilo, se que es solo su amigo -dijo Sero con calma, dándole un trago a su soda y luego negó con la cabeza, mirando al cielo que estaba con unas nubes cruzando por este.

- ¿y si se queda con Midoriya? -dijo Kaminari y de inmediato le llegó un golpe en su nuca por parte del pelirrojo, preocupado de que el rubio reaccionara, sin embargo este miraba al frente y con el entrecejo fruncido.

- no se me ocurre nada para que ella se quede conmigo, me queda muy poco tiempo para saber que hacer, probablemente no la vuelva a ver después de la escuela y no quiero perderla -dijo el rubio, aún con la mirada fija en el suelo y negó con su cabeza.

- pídele que sea tu novia -dijo Kirishima, los otros tres jóvenes miraron al chico de cabello rojo y luego levantó sus hombros- deberías hacerlo, si crees que ella te quiere deberías preguntarle, sería genial si ustedes empiezan algo

- oye, eso sería genial! -dijo Kaminari, levantándose de la corniza de la calle y le sonrió- deberíamos tratar con algo!

- es más, mañana ellos van a estar en la escuela, debería hablar con ella ahí -murmuró el rubio, asintiendo suavemente con su cabeza.

- podrías comprar flores o algo así -dijo Sero con una sonrisa ante la idea.

- y podríamos ir de mariachis! -dijo el de quirk eléctrico.

- no, eso es mala idea -dijo Eijirou, levantándose para mirar a sus amigos, en especial a Bakugou.- tú sabes que le gusta a ella

- le puedo comprar flores nada más, se que le va a gustar -dijo el rubio con total calma, suspirando a gusto al ver que ya por lo menos una parte de su problema se había resuelto.

Después de aquella conversación el grupo de amigos fue a hacer idioteces por ahí.

Al día siguiente por la tarde, a eso de las 5:30 de la tarde Izuki caminaba hacia la salida acompañada de Todoroki, pues este le había pedido hablar. Caminaban despacio y respiraban con calma, la chica iba callada, esperando a que el joven le dijera lo que debía decirle, pero este estaba callado mirando al frente con tranquilidad.

- ¿qué es lo que pasa, Todoroki? -dijo ella, mirando al chico y se conmovió un poco al ver al joven sonrojado, Shoto se detuvo y luego miró a la peliverde, suspirando pesado antes de comenzar a hablar.

- Midoriya -dijo sacando el bolso de su hombro y sacó la mochila del hombro de la chica, puso una mano en el hombro de ella y la otra se estiró para tomar la mano de la chica, la estrechó suavemente entre su mano y tragó saliva.- bueno, quería decirte... Decirte que...

- Todoroki, ¿qué pasa? -dijo ella subiendo su mano libre para acariciar la mejilla del más alto, pasando con dulzura la yema del pulgar por el largo de su pómulo.

- Midoriya -dijo él e inhaló profundo, para bajar su vista y sentir como se sonrojaba- tú me gustas -dijo con voz grave, mirando la suave mano de Midoriya entre la de él, hasta sus cicatrices se veían preciosas.

- Todoroki -dijo la chica en un hilo de voz, dejando su mano tiesa contra el lado derecho del chico-

- ¿quieres ser mi novia? -dijo el joven de la quemadura en el rostro, levantando su mirada y encontrando sus ojos, los ojos serios del chico contra los ojos algo llorosos ojos esmeralda.

- Todoroki -dijo ella, tragando saliva y suspiró suave, derrepente la cabeza de Izuki le daba vueltas, a ella le atrae Todoroki pero no tanto como le gustaba Bakugou, ellos eran cosas completamente distintas, Todoroki era el chico ideal en todo sentido, pero Katsuki era el drama.

Kacchan era un chico complicado, tenía un humor explosivo y no sabía controlarse, pero muchas veces él era distinto con ella, era atento, comprensivo y cariñoso, se notaba como la quería.

- Todoroki -dijo ella nuevamente, dispuesta a decirle a verdad, sin embargo en el momento en que ella iba a hablar sintió como fue jalada debido por la mano en su hombro y como sus labios fueron estampados contra los del bicolor, fue un beso algo raro, la mitad de sus labios era más fría que la otra, pero fue expresado con tanta ternura que Midoriya se sintió mal, al punto que tuvo que separarse y negó con su cabeza.- perdón Todoroki, pero me gusta otra persona -dijo ella, negando suavemente con su cabeza y tomó su mochila, comenzando a caminar rápido.

- Midoriya! -dijo el chico, alcanzándola rápidamente y haciendo que se detuviera al pararla debido a que le jaló la mano.- ¿tú crees que vas a llegar muy lejos con Bakugou? ¿crees que realmente te va a respetar como te lo mereces?

- no lo se -dijo la chica, tragando saliva al sentir un nudo en la garganta, tratando de safar su brazo del agarre.

- ¿realmente piensas que él te quiere para algo serio, Midoriya? -dijo serio, al ver como la chica miró al piso la atrajo suavemente hacia sí mismo, alzando el mentón de la chica- él no te quiere, yo estoy dispuesto a esperarte, en serio -dijo el chico, haciendo que la chica le mirara a los ojos- en serio estoy dispuesto a esperarte -murmuró y la soltó, observando como los ojos de la chica se volvían llorosos.

- Katsuki no es mala persona -dijo ella con un puchero, negando con la cabeza.

- él no es buena persona, y nunca te va a poder cuidar como puedo hacerlo yo -dijo y se estiró a dejar un beso en la frente de la chica, tomó su bolso y le preguntó si la acompañaba hasta su casa, ella asintió suavemente y tomó su mochila, iba caminando en silencio y mirando al piso cuando llegó al arco de la salida del recinto.

- ¿realmente lo prefieres a él? -se escuchó la voz de Bakugou en la parte de la calle, Midoriya miró y lo vió apoyado contra el arco de entrada con una rosa blanca en la mano, miraba al piso y se podía notar lo molesto que estaba.

- déjala tranquila -se escuchó la voz de Todoroki detrás de ella, Izuki se giró y le negó con la cabeza, pero en cuanto ella volvió a ver al rubio sintió como el rubio le tiró la rosa a la cara y ella le miró a los ojos, los típicos ojos color fuego que siempre la observaban se veían apagados, casi muertos.

- quédate con él, me importa una mierda, se nota que eres tan desleal como las demás -dijo y se dió vuelta para emprender el camino de vuelta a su casa, Izuki lo vió alejarse, a eso de unos doscientos metros de donde ella se encontraba tosió un poco, por fin logrando sacar las palabras que tenía atascadas en su garganta.

- Katsuki, me gustas -sollozó ella, para cubrirse el rostro con las manos y dejar caer un par de lágrimas- me gustas -lloriqueó abiertamente, apretando su mandíbula ante la molestia.

Mientras Kacchan se alejaba escuchaba los grititos de la chica, que ganas tenía de volver por ella y abrazarla y pedirle que le perdonara, que se esforzaría por ser mejor que "ese bastardo mitad y mitad" como siempre decía y por hacerla feliz, pero ya la había cagado, no podía volver y decirle eso. Se detuvo un momento y miró al cielo, dejando caer un par de lágrimas, ¿cómo iba a estar bien si escuchaba a la chica que le gustaba llorar detrás de ella?

Querido KatsukiDonde viven las historias. Descúbrelo ahora