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Izuki se reía mientras batallaba un poco con su prometido, quien se esforzaba que ella se quedara en la cama con él.

- Kacchan, ya -dijo la chica mientras trataba de pararse del futón, riendo cuando Bakugou se le puso encima, besando su cuello con fuerza.

- otro, solo te pido eso -dijo él bajando a besar su clavícula, ella negó con su cabeza y se sentó, riendo con ganas.

- no, voy a llegar tarde -dijo ella finalmente separándose y se paró con rapidez, colocándose una camiseta del chico.- ¿qué hora es? -dijo ella y miró a su novio, quien tomó su celular y lo desbloqueó.

- las 5:30 -dijo él y se sentó, ella suspiró un poco y arrugó su nariz.

- sí, es temprano -murmuró ella y se apoyó en una de las cómodas.

- sí que lo es, Deku -dijo él y se dejó caer en su futón- la entrevista es a las 8, así que venga aquí, futura señora Bakugou -dijo con ánimo, palpando el lugar a su lado y ella bufó un poco, arrodillándose a su lado y se recostó con su novio, dejando su cabeza en el hombro del chico.- ¿por qué quieres irte a ese lugar? -dijo el chico y la estrechó entre sus brazos, besando su frente.

Tras 6 años de haber egresado, la peliverde volvía a la academia de héroes con la intención de ser profesora de la institución, aunque su novio le rogó que no, Izuki no le hizo mayor caso y siguió con la proposición, llegando al convenio con la agencia de All Might de seguiría colaborando como lo hizo el símbolo de la paz en su momento, seguiría siendo el rostro y ayudaría en las tardes y algunas noches con los patrullajes y los villanos.

- porque me lo han sugerido y me di cuenta de que era una excelente idea -dijo ella riendo un poco al sentir como su novio comenzaba a sacarle la camiseta, se separó y miró al chico, quien se estiró a besarla con ganas, pero ella se separó y le sonrió.

- eso es una estupidez, vamos bien como estamos -dijo el joven frunciendo el ceño, escondiéndose en el cuello de la más pecosa.

- se que sí, pero tú la pasas bien ayudando con el entrenamiento, además de que insisto en que me lo propusieron -dijo y besó el pómulo del ojirubí- pero no te sientas mal, todo ingreso extra hace bien, sobre todo para la boda

- pero si la boda ya está cubierta -dijo el rubio y se giró para quedar encima de Midoriya, llevando su boca a la comisura de sus labios, dejando un dulce beso ahí.

- sí, pero nunca se sabe -dijo y sonrió a su novio, quien comenzaba a dejar pequeños besos por su rostro- Katsuki, ¿tanto quieres hacerlo? -dijo ella alzando una ceja, viendo como su novio bajaba directamente hasta el ombligo de ella, comenzando a repartir besos por esa zona.

- ujum -murmuró, pasando sus labios encima de una de las cicatrices, besando y marcando estas con sus labios.

- en el baño se ve más llamativo -dijo ella y sonrió, soltando un pequeño gritito al sentir como de un solo movimiento su novio se levantaba con ella en brazos y se la llevaba al baño.

Bakugou estaba del todo consciente que desde esa noche, su relación fue mucho mejor en sentido carnal, no había día en que no lo hicieran, si no era en la mañana, era en la noche, incluso una vez si no es porque Izuki realmente lo frenó lo hubiesen hecho en el camarín de la agencia del chico explosivo. Había aprendido a conocer mucho mejor a su prometida tanto en sentido físico como emocional, mientras caminaba al baño con su novia en brazos, quien le hacía marcas en el cuello como había progresado la chica, quien ya no le podía caras a la hora de andar desnuda, quien ya no tenía pudor ni se sonrojaba al verlo desnudo. ¿cómo se había enamorado tanto de ella? ¿cómo había pasado tanto tiempo y seguía queriéndola? ¿cómo seguía ella queriéndolo a él?

Katsuki disfrutaba de la piel sedosa y con marcas de su prometida, acariciaba con suma dulzura las cicatrices tanto viejas como nuevas mientras ella jadeaba y gemía en su hombro, el chico de ojos rojos se relajaba en el olor que tenía la piel de su novia mientras revivía los recuerdos de esas cicatrices, esas veces que llegaba lento y con enormes anécdotas, mientras él la curaba y la regañaba.

A veces pensaba en que hubiese sido su vida sin Izuki, si se hubiese quedado con otra chica o solo y una noche mientras pensaba se dió cuenta de que no se sentiría tan completo como se sentía con la chica a su lado, con ella levantada a las 5 de la mañana haciendo ejercicio y preparando panqueques para despertar a su prometido, o como cuando llegaba con molestia al punto que lo ignoraba hasta que se le pasaba, o como organizaba las cenas con los padres de ambos y reían toda la noche, como se encontraban en los patrullajes y ella solo le saludaba con la mano, o las veces que él llegaba a casa y ella estaba ahí, con su sonrisita de sol para recibirle.

- te amo -susurró en el hombro de la chica, quien estaba completamente relajada en el hombro de este.

- yo también te amo, Katsuki -dijo ella con una sonrisa.

- en serio lo hago -dijo abrazando a la chica, dejando su nariz hundida en su cabello mientras se unían en la tibieza del agua de la tina.

Querido KatsukiDonde viven las historias. Descúbrelo ahora