BLOODY LOVE ; JUGHEAD JONES [2] ✅

Capítulo 17

CAPÍTULO 17

    Las luces anaranjadas se cernían sobre nuestro nuevo hogar, envolviéndolo todo en una atmósfera de paz y tranquilidad, cuando la realidad no podía ser más contraria. Ahora más que nunca me sentía encerrada en aquella casa, no solo por ser más pequeña que Thornhill, sino por el agobio que me causaba mi madre. Tal vez Cheryl estaba dispuesta a acatar las órdenes de la matriarca de los Blossom, pero yo ya me había cansado de permanecer en la sombra. Nick St. Clair era un imbécil que merecía pagar por sus actos.

    Mamá se encontraba en el salón leyendo el periódico mientras bebía una taza de té. A su lado, la abuela dormitaba en su silla de ruedas. Me esforcé en hacer el menor ruido posible para no despertarla. Al entrar en la estancia mi madre alzó su mirada, la cual era agria y altiva.

    ―Blaze ―me saludó en un patético intento de mostrar cordialidad.

    ―Voy a dejar las cosas claras.

    Ella enarcó una ceja, aunque no me interrumpió. En su lugar, dobló el periódico a la mitad y lo colocó sobre la mesa.

    ―Debemos presentar cargos contra Nick St. Clair ―solté con toda la calma del mundo―. Esto que le ha tratado de hacer a Cheryl podría hacérselo a otra persona y sería un error permitir que se saliese con la suya.

    Mi madre se presentaba impasible ante mí, por mucho que por dentro le hirviera la sangre. Era una especialista en mantener la compostura de modo que su imagen no se viera perturbada. Si algo había aprendido de mi familia era que solo se preocupaban por las apariencias, cosa que yo no compartía. Me costaba entender que el acto de Nick supusiera una deshonra para los Blossom, pues en verdad debería serlo para los St. Clair, pero estaba claro que mamá no lo veía de ese modo.

    ―El resto de personas me dan igual ―respondió pausadamente―. Me importa Cheryl.

    Puse los brazos en jarras. Si tanto le importaba su hija no debía permanecer en silencio, sobre todo después de tal horror. Que no hubiera abusado de ella no le restaba toda la gravedad al asunto.

    ―Pues si Cheryl te preocupa tendrías que presentar cargos contra Nick ―gruñí. En seguida me corregí y bajé la voz, ya que la abuela seguía dormida.

    ―Todo esto lo hago para protegeros, Blaze.

    Sacudí la cabeza con efusividad.

    ―Puedes proteger a Cheryl si le ayudas a deshacerse de ese impresentable ―insistí―. ¿Crees que superará esto como si nada?

    Los ojos de mi madre chispeaban con rabia contenida. Casi lograba sentir sus emociones en ebullición, cómo la ira brotaba de su interior y se esforzaba para controlarla. En algún momento tendría que estallar y, si lo hacía, estaría lista para contraatacar.

    ―No sabes nada del mundo―me recriminó, prácticamente escupiendo cada palabra. No me dio la oportunidad de contestar―. Mírate, Blaze, eres absurda. Te crees con voz y voto para irle diciendo a la gente lo que debe hacer o no con su vida. Solo eres una niñata. Todo esto te queda demasiado grande, así que dedícate a cosas que sí entiendas.

    ―¿Qué sucede? ―La voz de Cheryl inundó el salón.

    Ambas nos movimos con la finalidad de observarla. Estaba plantada en el umbral de la puerta, ya con su ropa de pijama y una bata. Ninguna de las dos dijo nada, aunque suponía que cada una tenía sus motivos: mamá, porque quería aparentar normalidad; yo, porque no pretendía hacerle daño.