Capítulo 29

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CAPÍTULO 29


    Mi familia estaba en bancarrota. Mamá no trabajaba, Nana Rose no estaba en condiciones de salir de casa y Cheryl estaba demasiado mimada como para rebajarse al nivel de la clase media. Aun así, mi hermana había pensado que decorar la casa de adornos de Navidad era la mejor opción, incluso aunque no tuviéramos con qué pagarlos. Apenas nos llegaba para los regalos de este año. Así pues, había decidido preguntarle a Pop si sobraba algún puesto de trabajo. Cualquier ahorro era mejor que nada.

    La noche ya había caído sobre Riverdale, pero Pop's estaba lleno de gente. Kevin y Josie tomaban unas hamburguesas en una mesa alejada de la entrada. Al entrar, Kevin me había guiñado un ojo. Ahora yo me dedicaba a limpiar la barra concienzudamente mientras Cheryl se quejaba de que esta era la Navidad más triste que habíamos vivido.

    ―Quizá si contribuyeras un poco a la causa... ―musité, pero no me hizo caso. Estaba demasiado ocupada tomando su batido.

    La puerta del local se abrió y distinguí a Toni, quien había añadido una bufanda y unos guantes a su habitual conjunto de Serpiente. Escaneó la estancia en mi busca y no tardó mucho en dar conmigo y con mi hermana. Fue entonces cuando no pudo evitar formar una sonrisa.

    ―¡Blaze!

    ―Ugh... ―gruñó Cheryl cuando la chica se posicionó a su lado.

    Esta había sido mi idea. Era una manera muy pobre de organizar una cita, lo sabía, pero era lo mejor que se me había ocurrido. Toni parecía muy interesada en mi hermana, lo cual me daba cierta esperanza de que esta pudiera al fin ser feliz. El único problema era que Cheryl se cerraba en banda, como si se negara a permitir que la más mínima felicidad entrase en su vida. En el fondo lo comprendía muy bien; no quería sufrir más.

    ―¡Venga! ―solté tratando de animarlas―. ¿Os apetecen unas hamburguesas? Invita la casa.

    Toni asintió, casi tímida. Cheryl, en cambio, rodó los ojos. Gesticulé para que la primera fuera tomando asiento en una de las mesas, de modo que pudiera convencer a la segunda de que esta era una buena idea.

    ―Dale una oportunidad más al amor, Cher ―supliqué. La armadura de mi hermana se mantenía firme―. Nunca sabes lo que podría pasar.

    ―Sé que va a terminar mal.

    ―Si es así no insistiré más, lo juro. Al menos inténtalo una última vez ―rogué.

    Ella suspiró y se dirigió a desgana hacia la mesa donde Toni se encontraba. Mi yo interior celebró la pequeña victoria, mientras que en mi exterior solo sonreí y le pedí a Pop dos hamburguesas para luego proseguir con mi monótona tarea. La campanita me avisó de que un nuevo cliente había llegado y, cuando mis ojos se movieron hacia la puerta, mi corazón empezó a martillear con fuerza en mi pecho. Yo tampoco pasé desapercibida para Jughead, quien tardó unos segundos en reaccionar. A continuación, se sentó en la mesa más próxima a la entrada. Bajé mi mirada avergonzada.

    Ni siquiera tenía que preguntar: sabía lo que Jug quería. Le dije a Pop que preparase otra hamburguesa, justo como le gustaban a Jughead, y luego hice yo misma el batido de chocolate que tanto que encantaba. Una vez finalizado, me encaminé hacia su mesa.

    ―Buenas noches.

    No respondió, pero sí aceptó la bebida. Miré a mi alrededor, comprobando que no había ningún cliente que precisara mi atención, y me senté frente a él. Semejaba cansado. En su rostro había un deje de tristeza, como si no quisiera mostrar que era infeliz pero no pudiera evitarlo. Conocía a Jughead demasiado bien y sabía que le pasaba algo.

BLOODY LOVE ; JUGHEAD JONES [2] ✅Donde viven las historias. Descúbrelo ahora