BLOODY LOVE ; JUGHEAD JONES [2] ✅

Capítulo 42

MARATÓN 4/4

CAPÍTULO 42

    ―¡Os va a encantar! ―prometía Veronica entusiasmada―. Tiene unas vistas impresionantes y es muy acogedora. Recordad que el objetivo de este finde es desconectar y relajarse.

    Desconectar y relajarme era justo lo que me hacía falta. Tras la muerte de Ella y Nick toda mi vida estaba patas arriba. No había sabido cómo hacer frente a lo sucedido: Capucha Negra había vuelto y los había asesinado. No había otra explicación. ¿Y si la siguiente era yo? ¿Y si toda la esperanza que creía que había se esfumaba de repente?

    ―¿A que sí, Blaze? ―insistió Ronnie.

    ―Uhm, sí...

    Era un día nublado. Cuanto más nos acercábamos a la cabaña, más niebla había. Sin embargo, no hacía tanto frío como los días pasados. La calefacción del coche de los Lodge estaba encendida y una radio sonaba de fondo con música alegre.

    Pronto llegamos a la casa de vacaciones de Veronica, la cual estaba rodeada de la naturaleza. Solo hay árboles, un lago y animales, me dije a mí misma. No había ningún peligro. No había asesinos sueltos que vinieran a por mí.

    Nos apeamos del coche y ayudamos a André a recoger nuestras maletas.

    ―Cuando era pequeña veníamos aquí todos los veranos siempre que mi padre podía escaparse ―contaba Ronnie con la vista clavada en el horizonte grisáceo.

    ―Veronica tenía razón. Esto está pero que muy aislado ―musitó Jug.

    La susodicha se giró hacia André y le apuntó con un dedo.

    ―Nos vemos el domingo a las siete de la tarde, ni un segundo antes.

    El empleado de los Lodge asintió y se subió de nuevo al vehículo. Cargados hasta arriba con las bolsas, nos adentramos en la que sería nuestra residencia durante este fin de semana. Realmente era un sitio acogedor. Poseía una chimenea, una decoración exquisita en tonos marrones y unos sofás que semejaban la mar de cómodos.

    ―Bienvenidos a lo que humildemente me gusta llamar la cabaña Lodge.

    Subimos a la primera planta para instalarnos en nuestras respectivas habitaciones. Archie y Veronica compartían una, mientras que Jughead y yo otra. Me senté en la cama, pensativa. Jug ya comenzaba a deshacer sus maletas.

    ―Este fin de semana es el momento perfecto para interrogar a Veronica.

    ―¿Qué? ―Fruncí el ceño.

    Él abrió el cajón de arriba y empezó a meter su ropa.

    ―Veronica conoce los entresijos de los negocios de su familia. Está claro que la alcaldesa ha dimitido por el inminente peligro que suponen los Lodge. ¡Se están haciendo con todo!

    ―¿O sea que has accedido a venir por eso? ―pregunté un poco dolida.

    Jug debió de notar mi aflicción en mi mirada, por lo que dejó su quehacer y se sentó a mi lado sobre el colchón.

    ―Nick y Ella están muertos, Juggie ―susurré con un hilo de voz.

    La imagen de ambos me perseguía en sueños. Veía sus cadáveres blanquecinos con un hilo de sangre saliendo de sus labios. Veía esos ojos apagados, esos rostros sin vida. Veía las letras rojas. Nunca me he ido. Escuchaba los gritos, las súplicas que nunca habían llegado a mis oídos. Olía a basura y putrefacción. Todos mis sentidos me recordaban que Ella y Nick habían sido asesinados por Capucha Negra. El peor enemigo de Riverdale había vuelto. Nunca se había ido.