BLOODY LOVE ; JUGHEAD JONES [2] ✅

Capítulo 58

CAPÍTULO 58

    Abrí la puerta de la caravana y vi que todo estaba patas arriba. Olía fatal, además de que hacía falta que entrara algo de luz. Abrí las persianas del pequeño salón y el sol bañó toda la estancia. Gracias a esto pude ver a un FP moribundo en el sofá. Soltó un gruñido molesto y dio un trago su botella.

    ―Jughead se ha despertado. Está bien y le van a dar el alta.

    El hombre hizo amago de levantarse, pero se tambaleó y volvió a caer en el sofá. Lo observé con cierto asco. Estaba rodeado de bolsas de comida basura y alcohol. Vestía su uniforme de Pop's, el cual estaba manchado de una substancia que desconocía.

    ―¿Le has dicho lo de los Serpientes?

    Alcé las cejas.

    ―¿Pretendía que le engañara sobre el paradero de los Serpientes?

    ―Sabía que no le mentirías ―replicó enfadado.

    Esta vez consiguió ponerse en pie, aunque parecía no mantener muy bien el equilibrio. Dejó la botella acabada sobre la mesa y se encaminó hacia la cocina, donde seguramente guardaba más alcohol

    ―¿Desde cuándo ha vuelto a beber? ―inquirí con los nervios crispados. No era el mejor momento para hacerse el melodramático.

    ―Estoy celebrando que no soy más el chico de los recados de Hiram. Me ha despedido de Pop's. Seguro que a ti te dan la noticia pronto.

    Apreté los labios. No quería darle más motivos para emborracharse cuando lo que realmente debía estar haciendo era cuidar de su hijo. ¡A la mierda Pop's! Ya encontraríamos una solución, pero ahora teníamos que pensar en asuntos de mayor importancia.

    ―Bueno, Hiram Lodge es un hijo de puta, no es ninguna novedad ―comenté―. Tenemos trabajo que hacer. Te recuerdo que los Serpientes están en el Wyrm y necesitan ayuda.

    El señor Jones tomó dos botellas de su despensa, una para cada mano. Apoyó la primera en la encimera mientras le quitaba el tapón a la segunda con la boca. Le dio un gran trago a esta antes de contestar.

     ―Lo que necesitan es a otro líder, yo me retiro. Jughead y yo nos iremos a Toledo con Gladys y Jellybean.

    ―¿Qué?

    No podía creérmelo. Jughead se había salvado de la muerte y ahora el cruel destino quería arrebatármelo de nuevo.

    ―Este sitio está podrido, ya no hacemos nada aquí ―insistió FP.

    Caminé hasta la cocina y alcé mi barbilla para dar impresión de seguridad. Quizá FP Jones no me viera como una amenaza, pero iba a enseñarle cómo se defendía Blaze Blossom. Tal vez sus pensamientos cambiaban.

    ―No se va a ir de aquí y mucho menos se va a llevar a Jughead ―dije entre dientes―. ¿Qué clase de ejemplo cree que es para su hijo? Huye de los problemas, ¡claro que sí! Haz el favor de ser un hombre y enfréntese a sus problemas.

    El señor Jones se quedó anonadado y la botella se detuvo a medio camino de su boca.

    ―¿Cómo cree que reaccionará Jughead al verlo con estas pintas? Jughead confía en usted y lo está defraudando.

    La música de mi móvil me avisó de que tenía una llamada. Atendí a mi hermana con miedo; si se comunicaba conmigo debía de haber ocurrido algo.

    ―Los Serpientes corren peligro ―fue lo primero que escuché.

    Miré a FP y decidí poner el altavoz para que también escuchara la noticia.