Capítulo 49

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MINI MARATÓN [2/2]

CAPÍTULO 49

    Era noche cerrada y no se veía ninguna estrella. El cielo oscuro estaba plagado de nubes que auguraban una pronta tormenta. Mis ojos descendieron de nuevo hasta la tierra al escuchar el sonido de una bicicleta aproximándose. De ella bajó un apurado Archie.

    ―Vaya, vaya, mira quién ha venido ―soltó Jughead, quien estaba de pie a mi lado―. Eso significa que ya hemos captado la atención de Hiram.

    ―¿Estáis locos? ¿Encadenaros a este sitio? ¡Van a demolerlo en dos días! ―bramó el recién llegado.

    El Southside High, el instituto de los Serpientes, estaba a punto de ser demolido. Yo nunca había asistido a este, pero sí Jughead y mis nuevos amigos. Toni, Sweet Pea, Fangs y muchos otros iban a perder una parte esencial de sus vidas. Según Jug, era el alma del Sur y no podía ser destruida. Ahora que formaba parte de las Serpientes, ahora que me había hecho un tatuaje que lo demostraba, debía enseñar que estaba de su parte. Si este era su hogar, lucharía a su lado para conservarlo.

    ―No a menos que Hiram quiera la sangre de nueve jóvenes Serpientes en sus manos. No nos vamos a ningún sitio. Vete a decírselo a tu jefe ―sentenció Jughead.

    Archie, enfurecido, se montó en la bicicleta y pronto estuvo lejos de nuestra vista. Una vez que no hubo nada para presenciar nuestra protesta, nos sentamos. Estábamos cansados y apenas habíamos comenzado. Tan solo llevábamos un par de horas encadenados al instituto, pero la noche era bastante fría y podía llover en cualquier momento.

    ―¿Crees de verdad que esto funcionará, Jughead? ―inquirió Sweet Pea no muy convencido.

    ―Hay que tener fe. Los Uktema lucharon y murieron para proteger estas tierras. Nuestros padres lucharon para mantenerlas a salvo en las revueltas. Ahora es nuestro turno, nuestro momento, nuestra lucha.

    Entendía perfectamente por qué Jug se había convertido en un líder para los Serpientes más jóvenes: era inspirador. Tenía el don de la palabra y sabía incitar a los demás para unirse a su causa. Sweet Pea asintió y se giró hacia Fangs para iniciar una conversación que no llegué a escuchar.

    Jughead me rodeó los hombros con su brazo, así que aproveché para descansar mi cabeza en su hombro. Me pasó un termo de café del que bebí con premura. No quería dormirme y que todo el peso de esta lucha recayera sobre Jug.

    ―No tendrías que haber venido.

    ―Y tú no tendrías que decirme lo que hacer ―respondí, aunque sabía que él no lo decía a malas.

    En parte tenía razón; Toni no había acudido. Le parecía bien que protestáramos, pero sentía que ya no formaba parte del Southside High. No la culpaba.

    ―Oye, ¿has pensado lo de mudarte? ―quiso saber él.

    Contesté con un "Mmm" que alargué en exceso. Eso alarmó a Jughead y se separó de mí para lo que deduje que sería una charla seria. Suspiré y se formó vaho en el aire.

    ―Claro que quiero mudarme contigo, Juggie. ―No quería ver la tristeza o decepción en su rostro, así que miré al suelo―. Pero no puedo dejar a Cheryl sola en Thistlehouse.

    Además, ya me sentía culpable por haberla dejado sola en el hospital con Nana Rose. Me había tomado el relevo solo para que yo pudiera ayudar a los Serpientes.

    Jughead tomó mi barbilla y alzó mi rostro hasta que estuvimos cara a cara. Semejaba triste, pero no tanto como había imaginado en un principio.

BLOODY LOVE ; JUGHEAD JONES [2] ✅Donde viven las historias. Descúbrelo ahora