Capítulo 59

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CAPÍTULO 59

    Era un día claro, sereno y de cielo azul. Era el momento perfecto para un renacimiento como el que tenía lugar en estos instantes. Los Serpientes se habían instalado a orillas del río Sweetwater, donde habían levantando un camping. El sitio estaba lleno de tiendas de campaña, furgonetas, motos y hogueras para inaugurar el nuevo punto de reunión.

    Estaba picando algo con Jughead, Fangs y Sweet Pea cuando un silbido captó nuestra atención. Fangs, quien todavía iba en muletas, se levantó para ver mejor de qué se trataba. Yo permanecí en el rezago de Jughead.

    ―Escuchadme todos ―pidió FP―. Hace sesenta años tuvo lugar la primera reunión de los Serpientes en este mismo sitio. Tiene sentido que ahora nos quedemos aquí, donde diré mi adiós... Jughead, ¿vienes aquí, hijo?

    Jug me miró sorprendido, a lo que me encogí de hombros. Me puse en pie para permitirle el paso. Él caminó inseguro hacia su padre.

    ―Me retiro de los Serpientes, esta vez en serio. ―Todo el mundo exclamó un "Guau" lleno de aflicción―. Mi hijo no ha parado de luchar por nosotros. Casi murió por ello, así que le doy el relevo a él.

    Los ojos se Jughead se abrieron de par en par. Aunque no era oficial, todos asumíamos que Jug era el líder. Era la cabeza pensante del grupo, siempre organizaba las jugadas y guiaba a los Serpientes. No tenía ninguna duda de que Jughead era el mejor líder.

    ―Ahora, como su primera decisión como rey de los Serpientes... ―FP le tendió una mano a Toni, la cual le dio una chaqueta roja―. Ya sabes lo que tienes que hacer con esto.

    El señor Jones se la dio a su vez a Jug. A continuación, se apartó a un lado, mientras que mi hermana ocupaba su puesto al lado de Jughead. Con una sonrisa enorme se enfundó en su nueva chaqueta de los Serpientes, seguida de un coro de aplausos. No muy lejos, Toni la observaba con mucho amor. Cheryl por fin recibía todo lo que merecía.

    ―Todo lo que puedo decir es: te quiero, papá ―dijo Jughead―. Y los Serpientes no morirán, no mientras yo sea líder.

 Y los Serpientes no morirán, no mientras yo sea líder

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    ―Venga, Blaze, no es tan complicado.

    Chasqueé la lengua por la que debía de ser la décima vez. Jughead cubrió mis manos con las suyas y apretó el manillar. Estábamos en parado, pero me tensé.

    ―No puedes pretender ir como una tortuga.

    ―Pues que sepas que me parece una buena idea ―rebatí.

    Jug se inclinó hacia mí y rodeó mi cintura con sus brazos. Su boca se detuvo bajo mi oreja, donde depositó un beso. No es que eso ayudara demasiado a mi concentración. Su aliento me puso el vello de punta.

    ―¿Tienes miedo? ―inquirió divertido.

    ―¿Eso es un reto, Fósiles Pervertidos Jones?

    ―Ahora definitivamente lo es.

   Giré mi cuello para poder encararle. Era un poco complicado, ya que estábamos sentados en su moto. Jughead se había empeñado en que aprendiera a conducir una, porque "El rey de los Serpientes no puede tener una novia que no sepa montar en moto". Eran sus palabras, no las mías.

    ―¿Estás lista?

    Asentí. Presionó sus labios contra los míos y enseguida noté un sabor reconocido. Sonreí al instante: sabía a batido de Pop's. Había cosas que nunca cambiaban.

    Jughead alcanzó los cascos y me dio el mío. Me lo coloqué y seguidamente ajusté la correa. Comprobé que todo estaba en su sitio. Solo era conducir por una carretera sin apenas curvas; una prueba muy sencilla para mi primera vez. Estaba deseando presumir delante de Sweet Pea y Fangs.

    ―Voy a quitar la pata ―me avisó.

    Aguardé a que lo hiciera, pero ese momento no llegó.

    ―¿Juggie?

    Él suspiró de forma pesada.

    ―Que sepas que ahora me estás poniendo mucho.

    Solté una carcajada. Era una carcajada libre de penas, libre de temores, libre de ataduras. Por primera vez sentía que era imparable. No había pesadillas que me acecharan las noches oscuras, solo la claridad prometedora de una nueva mañana.

    Jughead quitó la pata de la moto y la equilibré. Reproduje cada paso exactamente como me había enseñado. El rugido del motor fue mi escopetazo de salida. Salimos del aparcamiento de Pop's y nos metimos en la carretera principal que cruzaba Riverdale.

    Sentía los brazos de Jug rodeándome. Notaba el viento revolviendo mi cabello y silbando allá por donde íbamos. Nuestro destino era infinito, así como la carretera solitaria por la que nos deslizábamos. Por una vez, sentí que todo iba a ir bien.



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DEP Cameron Boyce

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DEP Cameron Boyce

Llevo varios días sin poder asimilarlo. Cameron tan solo tenía 20 años, era demasiado joven para dejarnos. Lo vi crecer desde Jessie hasta Descendientes, es una parte esencial de mi infancia. Era un ser de luz y no puedo creer que ya no esté con nosotros. Hay que vivir al máximo, nunca sabes cuándo esto se puede acabar.

Aviso que he subido el capítulo final un viernes porque mañana sábado subiré el epílogo que pondrá punto final a Bloody Love.

¡Nos leemos!

BLOODY LOVE ; JUGHEAD JONES [2] ✅Donde viven las historias. Descúbrelo ahora