- Y en serio harias algo asi?.- Separar a una chica de su único familiar vivo, no era algo que Elizabeth hiciera pues ella no soportaría que la separasen de Renata.
- ¡Claro que no!.- Dio otro sorbo a su vaso con agua y suspiro.- Tenia que defenderme, ese tipo estaba hecho una fiera, ¡Me amenazo con demandarme!
- ¿Qué?.- Los ojos avellana de Samantha querían salir volando de sus orbitas por la impresión.- Pero, ¿Qué cosa tan grave le dijiste?
Elizabeth se razco la barbilla con sus uñas perfectamente cuidadas y suspiro con pesadez.
- Le dije que su hermana necesitaba libertad.- Hizo una pausa y se masajeo el pecho.- Ella trato de suicidarse solo por no seguir siendo una carga para su hermano y le dije que estaba haciendo mal en mantenerla en una burbuja aislada del mundo.
Elizabeth padecía insuficiencia respiratoria desde niña y hasta el momento estaba controlado, pero no podía recibir emociones fuertes o discusiones como estas por lo que se le estaba haciendo un poco dificultoso respirar.
-Beth...- Samantha la observo palida y algo disneica por lo que empezaba a preocuparse.- ¿Estas bien?
- No Ash.- Elizabeth tenía la voz ahogada y no podía seguir respirando normalmente.- A.i..e
- ¡Ayuda aquí!.- Samantha corrió por la cafetería del hospital pidiendo auxilio, un joven rubio de ojos azules se acerco a ella y se ofrecio a ayudar.- Sigame
Rodrigo corrió con Elizabeth casi desmayada en brazos por los pasillos hasta llegar a un consultorio en donde conectaron a la chica un nebulizador, había estado en la cafetería observando a la mujer que lo había sacado de quicio cuando vio como se incomodaba y su amiga se preocupaba y a pesar de todo no dudo en ayudar.
El cuerpo perfecto de esa hermosa mujer se sentía tan vulnerable y delgado entre sus brazos, había pasado de ser la chica lo amenazaba con separarlo de su hermana, la razón de su vida a una totalmente diferente, una niña en peligro a la que el debía salvar.
- Muchas gracias.- Samantha lo miraba como si lo conociera y sus dudas se disiparon cuando Alonso llego al lugar.- ¡Amor!, que bueno que estas aquí.
Rodrigo miro sorprendido a su amigo mientras se acercaba a el y Alonso en su lugar solo pudo concentrarse en la perfecta mujer que desbocaba su corazón solo con verla.
Llego a ella y la abrazo como si llevara siglos sin verla pero de inmediato noto la preocupación en ella.
-¿Pasa algo Sam?.-Ella afirmo con la cabeza e indico con un gesto por el cristal hasta la cama donde Elizabeth yacia con un respirador cubriendo su boca y nariz.- ¿Qué le sucede a Beth?
- Discutio con un familiar de una paciente.- Se giro hasta estar de frente al cristal por el que podía ver a su amiga con la voz apagada.- Beth padece de insuficiencia respiratoria, sufrio una crisis hace un rato.
- ¿Con quien discutio?.- Alonso paso el brazo por los hombros de Samantha y la pego a su cuerpo.
- Creo que se llama.- Hizo una pausa y al recordar el nombre continuo.- Rodrigo Valderrama
Rodrigo escuchaba apoyado a la pared cuando Samantha menciono su nombre y Alonso de inmediato volteo a verlo fulminándolo con la mirada, ¿Qué carajo?.
- Cariño te presento a mi mejor amigo.- La nombrada se volteo y sonrio al chico.- El es Rodrigo Valderrama
El silencio se hizo presente por unos segundos hasta que Samantha pudo reaccionar pegándole una cachetada al rubio dejando a un Rodrigo totalmente aturdido y a un Alonso totalmente satisfecho.
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A merced del amor
RomanceElizabeth estaba atrapada, Rodrigo no quería dejarse atrapar; Aunque ellos ya se habian atrapado. Todo marchaba en perfectas condiciones hasta que por obra de la vida los jovenes migrantes mas influyentes de todo New York se encontraron, ambos marca...