Capitulo 4

3.4K 227 2
                                    

- Y en serio harias algo asi?.- Separar a una chica de su único familiar vivo, no era algo que Elizabeth hiciera pues ella no soportaría que la separasen de Renata.

- ¡Claro que no!.- Dio otro sorbo a su vaso con agua y suspiro.- Tenia que defenderme, ese tipo estaba hecho una fiera, ¡Me amenazo con demandarme!

- ¿Qué?.- Los ojos avellana de Samantha querían salir volando de sus orbitas por la impresión.- Pero, ¿Qué cosa tan grave le dijiste?

Elizabeth se razco la barbilla con sus uñas perfectamente cuidadas y suspiro con pesadez.

- Le dije que su hermana necesitaba libertad.- Hizo una pausa y se masajeo el pecho.- Ella trato de suicidarse solo por no seguir siendo una carga para su hermano y le dije que estaba haciendo mal en mantenerla en una burbuja aislada del mundo.

Elizabeth padecía insuficiencia respiratoria desde niña y hasta el momento estaba controlado, pero no podía recibir emociones fuertes o discusiones como estas por lo que se le estaba haciendo un poco dificultoso respirar.

-Beth...- Samantha la observo palida y algo disneica por lo que empezaba a preocuparse.- ¿Estas bien?

- No Ash.- Elizabeth tenía la voz ahogada y no podía seguir respirando normalmente.- A.i..e

- ¡Ayuda aquí!.- Samantha corrió por la cafetería del hospital pidiendo auxilio, un joven rubio de ojos azules se acerco a ella y se ofrecio a ayudar.- Sigame

Rodrigo corrió con Elizabeth casi desmayada en brazos por los pasillos hasta llegar a un consultorio en donde conectaron a la chica un nebulizador, había estado en la cafetería observando a la mujer que lo había sacado de quicio cuando vio como se incomodaba y su amiga se preocupaba y a pesar de todo no dudo en ayudar.

El cuerpo perfecto de esa hermosa mujer se sentía tan vulnerable y delgado entre sus brazos, había pasado de ser la chica lo amenazaba con separarlo de su hermana, la razón de su vida a una totalmente diferente, una niña en peligro a la que el debía salvar.

- Muchas gracias.- Samantha lo miraba como si lo conociera y sus dudas se disiparon cuando Alonso llego al lugar.- ¡Amor!, que bueno que estas aquí.

Rodrigo miro sorprendido a su amigo mientras se acercaba a el y Alonso en su lugar solo pudo concentrarse en la perfecta mujer que desbocaba su corazón solo con verla.

Llego a ella y la abrazo como si llevara siglos sin verla pero de inmediato noto la preocupación en ella.

-¿Pasa algo Sam?.-Ella afirmo con la cabeza e indico con un gesto por el cristal hasta la cama donde Elizabeth yacia con un respirador cubriendo su boca y nariz.- ¿Qué le sucede a Beth?

- Discutio con un familiar de una paciente.- Se giro hasta estar de frente al cristal por el que podía ver a su amiga con la voz apagada.- Beth padece de insuficiencia respiratoria, sufrio una crisis hace un rato.

- ¿Con quien discutio?.- Alonso paso el brazo por los hombros de Samantha y la pego a su cuerpo.

- Creo que se llama.- Hizo una pausa y al recordar el nombre continuo.- Rodrigo Valderrama

Rodrigo escuchaba apoyado a la pared cuando Samantha menciono su nombre y Alonso de inmediato volteo a verlo fulminándolo con la mirada, ¿Qué carajo?.

- Cariño te presento a mi mejor amigo.- La nombrada se volteo y sonrio al chico.- El es Rodrigo Valderrama

El silencio se hizo presente por unos segundos hasta que Samantha pudo reaccionar pegándole una cachetada al rubio dejando a un Rodrigo totalmente aturdido y a un Alonso totalmente satisfecho.

A merced del amorDonde viven las historias. Descúbrelo ahora