Capítulo 29

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"Pasajeros con destino a Cambridge , Massachusetts vuelo Delta 254 abordar por la puerta 6".

Renata y Frida se tomaron de las manos y caminaro junto a Ethan y Aldo por la puerta de abordaje mientras Elizabeth con Eva en brazos estaba junto a Samantha, Alonso y Rodrigo hasta que ellos desaparecieron en el interior.

Rodrigo miró a los ojos a Eva y ella inocentemente le sonrió, el se quedó maravillado mientras la veía, ¿Era posible que se pareciera tanto a él físicamente? Era hermosa, tanto o mas que su hermana y Elizabeth juntas, para Rodrigo definitivamente Eva era la persona mas hermosa que habia visto.

Elizabeth se habia dado cuenta de la atenta mirada de Rodrigo sobre su hija, la inocente sonrisa que Eva le había regalado y por una décima de segundo deseó  que todo hubiera ocurrido de una manera diferente.

No sabían como actuar, ella habia alcanzado la madurez sin sus padres y aun cuando era una adulta siempre les necesitaría, ¿Estaba haciendo las cosas bien?.

Rodrigo se acercó despacio a ella sin dejar de mirar los ojos azules de Eva, su corazon latiendo a la velocidad de la luz y las lágrimas a punto de desbordarse.

Alonso le lanzó una mirada de advertencia y abrazó a Samantha, aunque Rodrigo fuera su mejor amigo, sabia perfectamente que se equivocó y a sabiendas de que esta totalmente arrepentido, no quiere volver a ver mal a Elizabeth, ella era como una hermana para su esposa y el también la apreciaba.

- Elizabeth.- Dijo en voz baja Rodrigo obteniendo toda su atención.- ¿Podemos hablar?

Elizabeth miró a Samantha y le pidió ayuda con la mirada.

- Yo cuido de Eva, estaremos en mi casa.- Dijo Samantha acercandose a la bebe que de inmediato le abrió los brazos.- Dile adiós a mamá cariño.

Eva inocentemente levantó su manita y la sacudió con una sonrisa a Elizabeth y volvió a ver a Rodrigo con curiosidad hasta que Alonso y Samantha se alejaron.

- ¿Podemos ir a algun otro lugar?.- Propuso Rodrigo cuando la pequeña desapareció de su vista.- ¿Me permites el almuerzo?

Ella sin emitir una palabra solo asintió y salió junto a el hasta el estacionamiento, media hora después estaban en un parque cerca del Upper East Side.

- Ella es hermosa.- Dijo Rodrigo con una sonrisa triste en su rostro.- Tiene tus ojos.

Elizabeth solo se limitó a mirarlo.

- ¿Que quieres hablar conmigo?.- Preguntó ella deteniendose frente a una fuente.- Creo que entre nosotros todo esta dicho.

Rodrigo se perdió en sus ojos y se dio cuenta de que no brillaban como antes.

- Nunca me vas a perdonar, cierto?.

Elizabeth sonrió ingenuamente y nego con la cabeza.

- A pesar de todo Rodrigo, debo agradecerte por mi hija.- Dijo sentándose en un banco.- Aunque me hubiera gustado que tuviera otro tipo de padre.

- Puedo ser el padre que ella se merece si me lo permites Beth.- Respondió con la voz ronca.- Solo dejame probartelo.

Elizabeth detuvo su mano antes de mirarlo directamente a los ojos.

- ¿Porqué Rodrigo?.- Preguntó ella con los ojos cristalizados.- Solo dame una razón para permitirte estar cerca de mi hija, solo una.

- Nosotros no tenemos padres.

Esa simple oración, tan solo esa sola habia derrumbado el mundo de Elizabeth sobre sus hombros, la realidad pesó.

- Pero somos felices.- Responde ella con la voz rota.- O por lo menos yo lo era hasta que mi camino se cruzó con el tuyo.

Rodrigo la miró con el corazon en la mano.

- Te juro que no me queria enamorar pero maldita sea tu sonrisa que te hizo echar raices en mi corazón.- Dijo mirandola a los ojos.- No hubo un solo segundo en estos dos años en el que no pensara en ti Elizabeth, en como estarías y desde el momento en el que saliste de mi casa en esa noche me arrepentí de todo lo que hice porque tu no te lo merecías.

- Ahora lo reconoces no?.- Le acusó ella mirandolo a los ojos.- Si tanto te importo, ¿Porqué no me buscaste?, si dices que me amas entonces ¿Porque nunca en esos dos años supe de ti?.

- Porque soy un cobarde.- Respondió Rodrigo pasando una mano por su cabello.- Tu eres lo mas grandioso que me habia pasado en la vida y no sabia como manejarte, ademas estaba la enfermedad de Kathya y...

- Y la preferiste a ella antes que a mi incluso cuando yo estaba embarazada.- Le interrumpió ella poniendose de pie.- Dime una cosa Rodrigo, ¿Estarias hablando conmigo si yo hubiera hecho lo que me pediste?

Rodrigo guardó silencio por unos segundos que parecieron eternos, un duelo de miradas dolidas se llevaba a cabo en el espacio que los separaba.

- Sabia que no eras capaz de hacerlo.- Dijo el finalmente.- Aunque estos dos años estuve seguro de que si, muy en el fondo de mi corazon sabia que no eras capaz de hacerlo.

- Tu me dijiste que me querias fuera de tu vida.- Dijo ella girandose hasta darle la espalda.- Ahora soy yo la que te quiere fuera de la mia.

Ella sintió el calor de Rodrigo acercarse, su olor embriagador le inundó la fosas nasales y un cúmulo de piedrecillas se posicionó en su estómago al sentir su cercanía.

- Lamento decepcionarte.- Dijo a unos milimetros de ella.- Tu eres mia Elizabeth aunque en realidad yo soy tuyo, no me iré porque te amo, sin importar que no me permitas acercarme, Eva se llevo lo unico que me quedaba con solo verla y tu me tienes rendido a tus pies, no me voy y te aseguro que no me voy a rendir hasta que me dejes entrar otra vez.

Elizabeth retiro una lágrima que se corrió por su mejilla y se atrevió a enfrentarlo.

- Si de verdad te importamos, solo alejate.- Dijo mirandolo a los ojos.- Alejate de ella, alejate de mi.

- Eso solo pasará cuando muera.- Respondió el con una sonrisa triste en su rostro.- Aunque tu me odies, yo te amo y aunque Eva no me conozca le pertenezco, yo les pertenezco y no lo olvides Elizabeth, no me voy a rendir.

Rodrigo poso un rápido beso en los labios de Elizabeth, un simple toque en el que se sellaban muchas promesas silenciosas, un beso casto impreso con mucho amor.

El se giró y la dejo ahi, en medio de un parque repleto de personas que los miraban con curiosidad, Elizabeth estaba petrificada y aunque le doliera aceptarlo, ella tambien a pesar de todos sus intentos tambien lo amaba, como nunca creyo que volvería a amar pero simplemente el no se lo merecía.

Rodrigo Valderrama no se lo merecía.

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¡ES MI CUMPLEAÑOS Y HABRÁ MARATON!

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A merced del amorDonde viven las historias. Descúbrelo ahora