Capítulo 19

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Lunes, un dia mas en un mes cualquiera de un año al azar.

El lunes es el dia mas odiado por todos, terminan los dias de descando y una semana de rutinas empieza una vez más, estamos condenados a vivir todos los lunes sin protestas y exoneraciones.

Elizabeth Van Allen vestía ese dia un vestido corte recto negro un dedo encima de las rodillas, tacones al mismo color y su melena suelta, caminaba esbelta y como una diosa por los pasillos del Centro Psiquiatrico de Manhattan un lunes cualquiera, su habitual sonrisa y su cara de angel daban luz a los pasillos que recorria hasta llegar a su consultorio.

- Buenos dias Anna.- Saludo haciendo un ademán para que pasara a su consultorio.- Cuantos pacientes tenemos en la mañana?

- Cinco doctora.- Respondio la rubia sentandose frente a ella.- En la tarde viene una señorita enviada por el Sr. Harvey, dijo que usted estaba enterada.

- Si.- Respondió ella colocandose su bata blanca.- ¿Me traes un cafe por favor?

Anna sonrió y salió del consultorio dandole espacio a su jefa.

Elizabeth observó la vista de su ventana y sonrió por alguna razon inexplicable, todo estaba cambiando muy rápido y eso a veces no era del todo bueno.

- Disculpa Elizabeth.- Dijo Anna entrando con un ramo de rosas rojas de tallo largo  y una taza de cafe en manos.- Llego esto para ti.

- A ver deja eso ahí.- Dijo ella indicándole un lugar en el sillón.- Trae tarjeta?

- Si, te dejo para que la leas.- Dijo Anna volviendo a la puerta.- Me avisas cuando iniciemos.

Una vez la puerta se cerró ella se levanto a toda velocidad y revisó  la tarjeta para encontrarse con una elegante caligrafía tatuada en la pequeña tarjeta.

"
Siempre es mejor cuando pierdes el control.
"

No habia necesidad de decir quien remitia la tarjeta, era obvio que Rodrigo Valderrama no estaba bien y esos trucos para acostarse con ella no eran necesarios.

Elizabeth: ¿Rosas? ¿En serio?

Escribio en su celular y pulso enviar para recibir casi al instante una respuesta.

Rodrigo: ¿Que onda con las mujeres? Solo trataba de ser agradable.

Una pequeña carcajada se escapó de los labios de Elizabeth y acomodó su cabello detras de su oreja.

Elizabeth: Gracias de todos modos, son hermosas.

Unos segundos después obtenia respuesta.

Rodrigo: Se parecen a ti, solo es para que veas que tambien puedo ser un caballero.

Otra sonrisa estupida.

Elizabeth: Aun faltan los chocolates, siempre eres un caballero.

Rodrigo en la inmesidad de su oficina sonrió, esa mujer era imposible.

Rodrigo: Estas de buenas el dia de hoy, no sueles ser tan amable.

Elizabeth:  Sr. Valderrama, algunos debemos trabajar, buenos dias.

Rodrigo volvio a sonreir y se puso de pie al confirmar la hora.

Rodrigo: Paso por ti a las 1:00pm, si tienes compromisos cancelalos.

A merced del amorDonde viven las historias. Descúbrelo ahora