Capítulo 42

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Veinticinco de Febrero.

En el salón del piso que compartian Renata, Aldo, Ethan y Frida todos los ánimos estaban por los suelos.

Se cumplían diecisiete años desde la muerte de los padres de Renata, ella aun no habia salido de la habitación que compartía con Aldo, las lágrimas no dejaban de drenar por sus ojos mientras volvia a leer la carta que habia llegado a sus manos esa misma mañana mientras compartian el desayuno.

" Tus padres eran buenas personas, aunque irremediablemente ricos.

Dicen por ahí que lo accidentes existen pero quiza el de tus padres no solo fue un accidente o dime, ¿Es casual que las bolsas de aire del coche no se hubieran activado? El objetivo era la familia completa, aun quedan ustedes dos, Elizabeth y tu, aunque podriamos sumar igual a tu sobrina.

Los Van Allen no estan destinados a ser felices chiquita"

Renata se dejó caer en el piso arrugando el papel que tenia en sus manos, habian asesinado a sus padres y amenazaban a su hermana, Eva.

- ¡Renata chiquita, abreme!.- Volvio a gritar Aldo al otro lado de la puerta.- Me estas preocupando hermosa.

De un momento a otro Ethan habia abierto la puerta y cerrado detras de el dejando a Frida y Aldo al otro lado.

Renata era como una hermana mas para él.

- Pequeña.- El tomó en sus mano la carta y la leyó.- Esto no puede se cierto, ¡Verga, esto no puede ser cierto!

Renata dejo salir un grito cargado de mucho dolor y Ethan solo la abrazo fuerte, la levanto en brazos y salio con ella hasta la sala.

- ¿Que sucede bonita?.- Aldo se arrodilló frente a ella y acaricio su pelo.- Estoy preocupado.

- ¡Nata habla!.- Gritó Frida exasperada.- Estamos al límite de la locura, habla.

Renata solo continuo llorando en silencio, le habian robado la oportunidad de conocer a sus padres y encima la amenazaban.

- Mataron a sus padres.- Dijo Ethan sentandose junto a ella.- No fue un accidente, los mataron.

- ¡No me jodas!.- Murmuró Aldo sentandose.- Beth sabe esto?

Renata se quedo mirando un punto ciego en su salon, no escuchaba nada de lo que los demas decian, ni siquiera sentia la manera en la que Aldo la aferraba a su pecho como si tuviera miedo de que se evaporara como el aire.

Frida por su parte no pudo evitar romperse, su amiga hasta ahora era una de las personas mas alegres que conocia, nunca la habia visto llorar, Renata nunca habia estado tan perdida.

Aldo sentia impotencia, aunque contara con poco mas de veinte años estaba completamente seguro de que Renata era el amor de su vida, queria estar con ella para siempre y odiaba verla de esa manera, aunque trataba de ponerse en su lugar, si de un momento a otro se enterara de que la muerte de sus padres habia sido provocada el estaria incluso peor, aunque sus padres estuvieran de los mas felices en Santorini mientras en Estados Unidos se desataba el caos.

Ethan por su parte estaba dolido, el habia visto crecer a Renata de la misma manera en la que Elizabeth se habia convertido en una hermana para el, ese era un duro golpe que ambas enfrentarian y no lo harian solas, sin embargo, lo que mas le preocupaba era Eva, esa niña no tenia ninguna culpa de nada por lo que sin darse tiempo a pensarlo tomo su telefono y marco el numero de esa persona que sabia haria lo que fuera por protegerlas porque de Renata y Frida se encargaban ellos.

A merced del amorDonde viven las historias. Descúbrelo ahora