Capítulo 33

3K 186 2
                                    

Elizabeth

Despierto en lo que parece una habitacion de hospital, un dolor punzante atraviesa mi cabeza y un poco despues mi tobillo pero, no es hasta que trato de mover mi brazo que caigo en cuenta de que estoy completamente molida.

Rafagas de recuerdos llegan a mi mente que puntualizo al recordarme rodar por las escaleras de la casa de Sam.

Levanto la mirada y la luz hace que ardan mis ojos, los cierro unos segundos y cuando los vuelvo a abrir, veo junto a mi un cuerpo tirado en un sofá, ese cabello es inconfudible para mi, es extraño que el este aqui, ¿Que hace Rodrigo aquí?

Una enfermera entra y me sonríe, revisa unas cosas y se acerca cautelosamente.

- Es bueno verle despierta señora.- Dice en apenas un susurro.- Su esposo estara muy feliz por verla despierta, en los cuatro dias que tiene usted aquí, el no se ha separado de usted un solo segundo, en serio es afortunada.

¿Mi esposo? Rodrigo Valderrama si que está loco y es justo ahí cuando aterrizo.

Eva...

Esa ferviente necesidad de saber de mi hija hace que cometa la mayor estupidez de mi vida... Moverme.

- ¡Ay!.- Chillo sin poder evitarlo despertando a Rodrigo que rapidamente corre hasta mi.

- No te muevas Beth.- Dice con preocupación, tiene unas horrorosas ojeras debajo de sus ojos y eso me conmueve.- Iré por el doctor.

Asiento vencida por el incesante dolor que corre por todo mi cuerpo y unos minutos despues estoy sometida a examenes y preguntas hasta que se vuelve a ir.

- ¿Como te sientes?.- Pregunta Rodrigo manteniendo las distancias.

Hago una mueca y miro la férula en mi pie izquierdo.

- Tu que crees?.- Digo sin atisbo de humor.- ¿Cuanto tiempo llevo aqui?

El sonrie y se sienta en la esquina de la cama frente a mi.

- Cuatro dias, supongo que tienes hambre.- Dice con una mirada dulce en su rostro.- Ordené algo de comida para ti en Carmine's, se que te gusta.

Oh, eso de verdad me sorprende.

- En realidad yo solo quiero saber de mi hija.- Digo desviando la mirada de la suya.- Gracias.

- Evita está bien.- Escucho que dice con la voz temblorosa.- Samantha y Alonso se han hecho cargo de ella.

Escondo mi mirada y por un segundo no se nada de mi.

- ¡Beth!.- Escucho la voz de Sam agitada en la habitacion.- Nos estabas volviendo locos.

Veo como Rodrigo sale en compañia de Alonso que solo me da una pequeña sonrisa aliviada.

- ¿Como estas?.- Pregunta mi amiga sentandose en la cama.- ¿Como te sientes?

Yo sonrio a medias y tomo sus manos.

- Me siento bien pero y Eva?.

Samantha sonrie y me mira con sus ojos avellana brillantes.

- Esta bien.- Me dice ella con su voz tierna.

A merced del amorDonde viven las historias. Descúbrelo ahora