A chance to change (Luke Hemmings) |5sos

Capítulo 28.

Cerca de las 3am, la fiesta se fue dispersando. Había ido muy bien, para ser sinceros. Volví a dar las gracias a todos, sobretodo a Ashton por brindar su casa, y me volví a la mía acompañada por las chicas. No quise decirles nada sobre lo de Luke y Aleisha porque preferí dejar el tema a un lado.

Pero al echarme en la cama, vi en el movil un mensaje de Luke.

Eh, cielo, tuve que irme, perdona. Mañana nos vemos.

No, no puedo.

Oh, ¿pasas el día con tu familia? -respondió al instante- Pues que disfrutes bonita 👍💙

Igual tú con tu sorpresa -y dejé el movil.

Idiota. Ojalá pudiese irme por ahí con mis padres, pero por más que no quisiera, trabajaban. Así que iba a pasar el día de mi cumpleaños.. ¿sola? No, ni hablar.

(...)

- Gracias por venir, chicas -sonreí.

- ¡Oye! -bromeó Michael.

- Y a tí tambien, hombretón -reimos.

Y poco más tarde, vino Harry. Ellos cuatro eran con los que más confianza tenía. Mientras mirábamos las fotos de anoche, Laia preguntó:

- Oye, ¿no viene Luke?

- Piensa que estoy fuera, no me apetece verle -dije un poco seria.

- ¿Qué? ¿ha pasado algo? -contestó Mike preocupado.

Miré a Harry y seguidamente, les expliqué lo de Aleisha.

- ...y por eso no sabe que estoy aquí.

- Joder, tio -protestó Mireia- Siempre que dos van bien, viene alguien a joderlo.

- Que no, que Luke fue porque quiso -dije yo.

- Pero piensa que ni él se lo esperaba, Agus -Laia.

- ..pero es su cumpleaños -contestó Harry, y yo asentí dandole la razón.

Pero un movil sonó, el de Michael.

- Es Luke, ¿qué hago? -preguntó sintiéndose realmente incomodo.

- Cógelo, tranquilo -respondí.

Mientras él se apartó un poco para hablar tranquilo, decidimos llamar y pedir unas pizzas para todos.

- ¿Qué le has dicho Mikey? -preguntó Mireia.

- Nada, me llamó diciéndome qué estaban haciendo y que a ver si un día de estos iba a verla.

- ¿Preguntó algo de mí? -le miré.

- Emm, pues no -me miró él incómodo.

- Acuérdate el trato de anoche -me dijo Harry.

- Que sí, que no estoy mal -reí.

En ese momento tocaron la puerta.

- ¡PIZZAAAA! -celebró Michael acompañándome a abrir.

Como era de costumbre, hicimos de una tarde súper común una tarde súper guay. Se nos dio por hacer karaoke y he de admitir que no lo hicimos nada mal! Jajaja

Estaban haciendo lo posible para que disfrutara cada minuto de lo que hacíamos, y eso se agradece. ¡Eran los amigos que había estado deseando toda la vida!