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Iɴᴠɪᴛᴀᴄɪᴏ́ɴ

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Iɴᴠɪᴛᴀᴄɪᴏ́ɴ

Al fin era viernes. Los demás días de la semana transcurrieron como desde un principio debió haber sido todo. A veces me topaba a Duncan por los pasillos pero él pasaba de largo, como si jamás me hubiese dirigido la palabra. Y no lo voy a negar, eso me agradaba más ya que así no me llevaba a lugares con situaciones y personas extrañas. Aunque saber que me ignoraba me hacía sentir un pequeño hueco en el estómago.

Giré el candado una vez que coloque el último dígito de mi clave. Este cedió y de inmediato lo abrí para tomar los libros de la siguiente clase que tenía. Tome el gordo libro de biología y cerré la puerta de nuevo. Mi corazón dio un pequeño vuelco y mi respiración se cortó en cuanto vi a Saskia recargada en el casillero de su hermano mientras me miraba con una sonrisa de oreja a oreja.

—¡Hola! ¿Cómo estás? —dijo en tono de alegría y sin borrar aquella peculiar sonrisa de su rostro.

—¿Hola? —respondí y me giré hacia ella—. Pues bien... ¿y tú cómo estás?

—Me alegra escuchar eso, yo estoy bien también —exclamó mientras rebuscaba en su bolso. Después saco un sobre blanco y me lo extendió—. Como el otro día estabas con mi hermano le conté a mi familia y ellos se pusieron muy felices al saber que Duncan salía con alguien al fin.

El corazón se me detuvo y todo mi cuerpo se heló dejándome inmóvil por unos segundos. ¿Había escuchado bien? Pase mi mano por mis cabellos y sonreí incrédula, pensando que lo que dijo solo había sido una broma.

—Yo... yo no...

—Toma —me interrumpió—. Toda la familia te esperará con ansias.

Puso el sobre sobre mi libro y antes de que pudiera decirle algo se marchó. Me quede boquiabierta mientras la miraba alejarse. ¡Está loca! Realmente no podía creer lo que me había dicho. Yo no tenía nada que ver con él y ni siquiera estaba con él por gusto, prácticamente me obligo. El timbre sonó sacándome de mis pensamientos y camine hacia el salón.

Aún faltaban más alumnos, el salón estaba casi vacío. Lucas estaba sentado en su pupitre y sonrió al verme, yo le respondí el gesto. Camine hacia él y coloque mi libro en el pupitre que estaba a su lado izquierdo. Me giré para quitarme la mochila y colocarla en el respaldo de este. Cuando me senté observe el rostro boquiabierto de Lucas mientras sostenía el sobre que hace unos minutos me había entregado Saskia.

—¡No puedo creerlo! —dijo Lucas en voz alta llamando la atención de las personas que se encontraban en él aula—. ¿¡Quieres explicarme que es esto!?

—Yo no lo sé. La hermana de Duncan me lo dio —susurré—, ella y su familia piensa que somos algo porque nos vio juntos.

—¡Oh por Dios! —Lucas llevó la palma de su mano a su boca y la cubrió. Yo rodeé los ojos, estaba siendo muy dramático—. Esto mi querida Stella es una invitación de la familia Volkov Reed. Cada año hacen una fiesta en su mansión y solo invitan a personas importantes. No cualquiera asiste.

DUNCAN ©Donde viven las historias. Descúbrelo ahora