Indomable

D o c e

Tuvo pesadillas durante toda la noche.Sentía la respiración de Hel en su cuello,se acercaba a su cuerpo mientras ella lloraba en silencio queriendo escapar a la habitación de Kave.

Cuando el rey despertó,ella aún se encontraba con los ojos como platos,en el filo de la cama.No había dormido,pensó durante toda la noche en las miles de formas en las que podría quitarse la vida.Deseó hacerlo con todas sus fuerzas,sería la salida más fácil,pero ella no era ninguna cobarde.

-No has dormido nada-afirmó Hel levantándose de la cama y poniéndose justo delante de ella.

-No he podido-respondió mirando a la nada.

-Mírame-Gyda no le hizo caso,mantuvo su mirada perdida,no quería encontrarse con el rostro de Hel.La cogió por la barbilla y la obligó a mirarlo-La próxima vez,me obedecerás cuando te ordene algo,¿entendido?-Gyda asintió y se disculpó con la mirada-Dime,¿por qué no has dormido nada?

-Aún me duelen los golpes-mintió.

-Sí...Reconozco que tu cara está aún algo hinchada,pero irás mejorando con el paso del tiempo.Ahora,pediré que te preparen un baño.Pasarás el día en la habitación descansando.

-¿Por qué?

-Porque acabas de decir que aún te duelen los moratones,y porque yo te lo acabo de ordenar.

Gyda se mordió la lengua,estuvo a punto de responderle y lanzarle una mirada de asco,pero se contuvo y lo único que dijo fue:

-Gracias,mi rey.

-Ya ves que puedo ser generoso.Si te portas bien,obtendrás de mí la buena voluntad de un rey que quiere lo mejor para su futura esposa.

-¿Puedo pedir algo?-preguntó,conteniendo las arcadas que le venían al imaginarse siendo su esposa.

-Adelante.

-Cuando me recupere del todo...¿Puedo entrenar?

-¿Entrenar?Claro,te enseñarán a coser,cocinar,encargarte de tu propia imagen...Tienes que aprender a servir a los hombres y por cierto...A partir de hoy empezarás a llevar vestidos.Pareces un muchacho con esa ropa.

Gyda intentó hacer caso omiso a lo que Hel acababa de decir,pero lo cierto es que le aterrorizaba llevar una vida así.

-No me refería a ese tipo de entrenamiento.Quiero coger un arma,entrenar y aprender a luchar.Sé que aquí eso no está permitido pero...

-¿Sabes lo que les ocurre a las mujeres rebeldes?-dijo interrumpiéndola-Las humillan públicamente,todo el mundo sale a las calles ese día para recriminarle lo mal mujer que es y para recordarle cuál es su lugar.Después de eso,la decapitan delante de todos.¿Sabes lo que hacen después?Dejan que todos los animales carroñeros se alimenten de su cadáver.Créeme,no dejan ni los ojos.

—Pero...¿No seré reina en un futuro?¿Si ocurre algo cómo defenderé este lugar?—no lo preguntaba porque su intención fuera defender aquello,sino todo lo contrario,necesitaba seguir formándose para acabar con él.

Rió,la miró incrédulo y de pronto su expresión se tornó tan oscura como aquel mundo.

—Que te quede claro—dijo en voz baja,colocando su enorme mano en la mejilla—Aquí no vales nada,para nadie.Aunque te cases conmigo,seguirás sin valer nada,tu voz jamás se alzará sobre la mía.¿Lo has entendido?—Gyda asintió con lágrimas en los ojos—Bien,pues no vuelvas a preguntar semejantes estupideces o tendré que hacerte ver lo que les pasa a las mujeres estúpidas.

Abandonó la habitación,la dejó sola y cerró la puerta con llave.Tu voz jamás se alzará sobre la mía...No podía entrenarse,jamás aprendería a luchar como una verdadera guerrera y no sería lo suficientemente fuerte como para derrotarlo.